Expresiones de la Aldea, Tertulias de la Aldea

EL COMANDANTE BARZOLA

Por Roberto Tessi

Una suerte de justa compensación histórica, siempre fue en los pueblos nuevos la imposición del nombre de sus calles y plazas con  la mención de sus ciudadanos destacados, según criterio de los gobernantes de turno. Esta costumbre instituida oficialmente en los documentos de fundación y/o creación supuso idas y vueltas, según soplaran los vientos acomodaticios de la historia. El recuerdo de tal o cual personaje ha llenado de orgullo a sus descendientes, o de rencor a los olvidados y ninguneados de los recuerdos oficiales. Hubo una verdadera cantera de prohombres que por su carácter de guerreros pudieron acceder a ese Olimpo del homenaje permanente. Los civiles venían lejos y las mujeres casi inexistentes, un detalle que pinta de cuerpo entero a quienes decidieron, al bautizar calles y plazas en aquella Villa Mercedes, cuando apenas decidió dejar de ser un acantonamiento militar para convertirse en ciudad.

…le llamó la atención que aquel valeroso soldado conocido como el Comandante Ciriaco Barzola fuera ignorado por nuestras calles y que no tuviera ninguna mención en las reseñas locales. Descubrió el maestro Arnulfo Soria, luego de un minucioso rastreo en la catedral puntana, que el militar había nacido en San José del Morro en el año 1847

El maestro Arnulfo Soria, ya jubilado como docente de primaria de la Escuela Nº 241, había empezado a estudiar la historia local por consejo del Profesor Tomás Ferrari que dirigía la Biblioteca Pública “Bernardino Rivadavia”, en el corazón del Barrio Estación, que se había constituido en un faro de cultura y difundía con fervor militante, la alfabetización y difusión de ideas a través de los libros. Sobre las injusticias y olvidos de la nomenclatura que sirvió para acentuar la mayoría de los conceptos y juicios, fueron los escritos de Bartolomé Mitre, libros de historia y artículos publicados en el diario La Nación de su propiedad.

Por lo tanto al aficionado a escribir sobre nuestro pasado mucho le llamó la atención que aquel valeroso soldado conocido como el Comandante Ciriaco Barzola fuera ignorado por nuestras calles y que no tuviera ninguna mención en las reseñas locales. Descubrió el maestro Arnulfo Soria, luego de un minucioso rastreo en la catedral puntana, que el militar había nacido en San José del Morro en el año 1847 y a los dieciséis años de edad se incorpora al Ejército Argentino con el grado de Alférez de Caballería en el Regimiento Cuatro, con asiento en el recién fundado Fuerte Constitucional, casi al mismo tiempo que su familia como otras tantas Morreras se instalaron en la nueva población, allende al Río Quinto.

El joven Barzola se forma en esa dura vida militar de los fortines que desde Río Cuarto y Villa Mercedes, abarcando Fortines como Chalanta, Charlone, Capitán Mazzini, Coronel Romero y Rosetti que se iban a constituir en avanzadas y reaseguro de la seguridad de quienes se apropiaban paulatinamente de inmensas extensiones de tierra virgen que se suponía explotarían haciéndolas producir alimentos, cosa que apenas se cumplió por estas latitudes. Convirtiendo esta línea de asentamientos militares en la frontera más caliente de la República Argentina hasta la llegada del ferrocarril. Recién empezaba la carrera de un militar que por 30 años serviría al Ejército Nacional. El jubilado docente, devenido en novel historiador, se entusiasmaba cada vez más con los datos que podía recoger del olvidado Comandante Ciriaco Barzola. (continuará )  

La imagen muestra una de las calles de la provincia de San Luis en 1930. Foto de José La Vía.