Expresiones de la Aldea

DOS ENTRAÑABLES ARTISTAS

Iris

Nena, si vos estás en la Capital Federal y querés ir al sur de la provincia de Buenos Aires en tren (a La Plata, a Quilmes, a Lomas de Zamora, ponele) tenés que tomar el ferrocarril Roca en Constitución. O sea te parás en el Obelisco, le metés para el lado contrario al Río de la Plata y llegás a Constitución. No voy a nombrar estaciones muy chiquitas, ni voy a dar los nuevos nombres, (Avellaneda hoy se llama Darío Santillán y Maximiliano Kosteki), aclaro por las dudas. Cuando salís de Constitución la primera estación es Avellaneda, y antes de que aparezca Lanús te encontrás con la estación Gerli. Ahí, exactamente ahí, un 24 de febrero de 1931, nació la señora Eladia Blázquez. Poeta, pianista, compositora y cantante. Una autora de canciones entrañables, uno de esos talentos únicos. Murió a los 74 años, un 31 de agosto de 2005. Este año se cumplen quince años de su partida. Y le voy a rendir todos los homenajes que pueda. Y voy a contar mucho más de su obra irrepetible.

Eladia Blázquez, compositora Argentina.

Empiezo con un regalo de lujo:

Sin piel
 
¡Ya sé! Llegó la hora de archivar el corazón...
De hacer con la ilusión, que no me va a servir
un lindo paquetito con una cinta azul,
guardarlo en el baúl y no volverlo a abrir...
Es hora de matar los sueños,
es hora de inventar coraje
para iniciar un largo viaje
por un gris paisaje...
¡sin amor!
 
Voy a aprender a llorar sin sufrir,
sin detenerme a mirar una flor,
a encallecer lentamente
¡igual que la gente sin alma y sin voz!
Voy a entender que se puede morir,
y latir... al compás del reloj;
como una máquina fiel
igual que un robot...
¡sin piel!
 
Después de haber sentido hasta el dolor... a los demás,
de darme sin medir, de amar sin calcular,
llegó la indiferencia metiéndose en mi piel
pacientemente cruel, ¡matando mi verdad!
Saber que no me importa nada...
de alguna vibración pasada;
y caminar narcotizado
por un mundo helado...
¡sin amor!

Voy a seguir con Eladia de acá hasta agosto. Pero…el 31 de mayo se cumplieron diez años de la muerte del cordobés Rubén Juárez que se crió en Avellaneda. Sigo en la zona. Sí, el del bandoneón blanco. Además de gran músico, un autor formidable: “Candombe en negro y plata”, “Mi bandoneón y yo”, ¿Qué tango hay que cantar? Va entonces otro regalo:

Contame una historia
Vos que tenés labia, contame una historia.
Metele con todo, no te hagas rogar.
Frename este absurdo girar en la noria
Moliendo una cosa que llaman "verdad"...

Contame una historia distinta de todas,
Un lindo balurdo que invite a soñar.
Quitame esta mufa de verme por dentro
Y este olor a muerte de mi soledad...

Contame una historia...
Mentime al oído
La fábula dulce de un mundo querido, soñado y mejor...
Abrime una puerta por donde se escape
La fiebre del alma que huele a dolor...
Contame una historia
Vos, que sos mi hermano,
Volcame en la curda que me haga sentir
Que aunque el mundo siga girando a los tumbos,
Aún vale la pena jugarse y vivir...

Batime que existen amigos derechos,
Mujeres enteras que saben querer.
Y tipos con tela que se abren el pecho,
Si ven que la vida te puso en el riel...

Contame la justa de un lecho de rosas.
¡Estoy tan cansado de andar por andar!...
Contame una historia con gusto a otra cosa,
Y en la piel del alma poneme un disfraz.