Expresiones de la Aldea, San Luis

ESTAMOS EN ACCIÓN

La TorrePresas de Caza, 1986

Hard Rock Argentino

A veces pienso que todo está perdido
te necesito, lo sé cuándo te miro
alguien sopla mi disfraz
alguien pega, otro se va

Y aunque me vea un poco extravagante
mientras la gente se muere de hambre
voy camino a un mundo azul
donde no cortan la luz
(Coro)
Estamos en acción, no te desesperes
no existe la razón, no te desesperes

Si solitaria en este gran desierto
a paso firme seguro pero lento
solo intento ser feliz
ser feliz sin cicatrices

Y un callejón me atrapa sin salida
y de repente la puerta de la vida
alguien que me abre los brazos
alguien me corta en pedazos
(Coro)

Y aunque me vea un poco extravagante
mientras la gente se muere de hambre
voy camino a mundo azul
donde no cortan la luz

Y a veces pienso que todo está perdido
no puedo pensar, no puedo soñar, no puedo
y alguien sopla mi disfraz
y te amo mucho más
(Coro)

Por Ángel Altavilla

La necrológica dirá que el cantante, guitarrista y compositor de Rock, Hard Rock y Blues, Edgardo Adrián “Gady” Pampillón nació en la localidad bonaerense de Valentín Alsina (Lanús), el 27 de octubre de 1961, barrio donde vivió siempre, hasta el 30 de junio de 2020, cuando el cáncer de garganta ganó su batalla.

Aun así, la ventaja de los músicos en su paso a la posteridad está marcado por su trabajo, y Gady fue un artista activo, altivo y tan positivo que nunca dejó de tocar. Desde Alakrán, junto a Yulie Ruth (después sería bajista de Pappo) y Mario Ian (cantante de Rata Blanca), al integrar la formación más exitosa de La Torre, con el tándem Patricia Sosa y Oscar Mediavilla (con gira por la Unión Soviética incluida). Después en Tarzen con los hermanos Michel y Daniel Peyronel (ex Riff, otra banda de Pappo).

 En los años siguientes participó en varios proyectos, hasta su último grupo, La 4×4.

“Mi vieja es la responsable”, acusó Gady, “cuando se dieron un par de circunstancias como para que supieran que ése era mi interés, a los 6 años”, recordó el violero. “Y a medida que uno crece, se involucra cada vez más y casi sin darte cuenta: un día sos un profesional, ¿viste? y estás parado en un escenario. Un poco esa es la cuestión”, sintetizó Pampillón, quien reconoció que en las clínicas lo suyo iba por “el lado de ‘lo caradurezco’ que por la docencia”, reía Gady. “Soy un músico perceptivo, no manejo ninguna disciplina clásica de aprendizaje: lo mío es ‘la carne en el asador’, sin vueltas”, experimentación que logró con el correr de los años y de pisar escenarios con otros referentes.

“Cuando era chico aprendí en una época donde te enseñaban una cultura clásica de solfeo y teoría… ‘medio arcaico’, se decía, es un poco irrespetuoso el adjetivo pero bueno, había nuevos sistemas que surgían, en comparación con la enseñanza clásica. Si hubiera invertido ‘en perder el tiempo en aquello moderno’, hoy sería un músico de lectura de partitura, que es más interesante. Igual uno aprende con la experiencia de mirar a otros. No tengo mucho para enseñar a nivel teórico clásico pero si mañas y consejos para los chicos que empiezan, que son válidos. Es una docencia un poco informalizada”, destacó Gady, quien confirmó que el yeite del guitarrista ‘es pelar’ en vivo. “Lo mío es ser pasional, tengo unos secretitos que puedo enseñar y son aprovechados por gente con ansiedad de aprendizaje”.

“Soy un músico perceptivo, no manejo ninguna disciplina clásica de aprendizaje: lo mío es ‘la carne en el asador’, sin vueltas”

gady pampillón

Su primer show sanluiseño fue en el ’89 con “La Torre”, cuando el candidato a presidente Eduardo Angeloz tuvo como banda de sonido a Luis Alberto Spinetta, Los Pericos y Virus. Después, tocó en encuentros motoqueros, aunque no supo si fueron cuatro o cinco veces las que volvió, “pero nunca son suficientes”.

En agosto de 2015, Pampillón dictó una clínica de guitarra y zapó en dos noches en el Auditorio Mauricio López de la UNSL, en la unión de las Escuelas de Rock de Necochea, Mendoza y San Luis. Al finalizar, Gady, Liliana Napolitano -hermana del Carpo y madrina de la filial local- y los directores musicales, fueron homenajeados.

Como buen autodidacta, se empapó del talento de grandes guitarristas, como Pappo, Charly, Spinetta y más. “Con algunos artistas más que con otros.

Con Charly estuve un par de veces en jams y fiestas, compartiendo escenarios, pero con otros me tocó convivir, con Luis Alberto o Pappo, y en Adoquín, Alakrán, Tarzen, con Gasolina -mi primer banda- y fueron años de un aprendizaje muy marcado, pero hoy estoy inmerso en mi música”, recalcó Gady, que grabó dos discos propios, Conventillo y Long Play.

Cual trotamundos, Gady siempre estaba con la valija lista, la guitarra al hombro y los dedos preparados para zapar. Tal era su fascinación por recorrer Argentina. “Es lo mejor que me pudo pasar, sin dudas. Si me das a elegir entre una gira por el interior del país o Latinoamérica: me quedo acá, porque hay una calidez especial. La gente te recibe con esa sonrisa y la humildad característica de las provincias. Hay mucho calor y vale un montón porque es lo que falta, principalmente en Buenos Aires, ¿no? Es una caricia para el espíritu, estoy muy contento y muy entusiasmado, nada me puede poner más contento”, expresó el violero, que se recargaba con la energía de los fans. “Sí, es lo más fuerte que vivimos los músicos argentinos, el calor de la gente del interior. Estoy bendecido por esta situación y muy contento”, reforzaba Pampillón.

Se lo extrañará en los escenarios, pero sus discos cubrirán esa ausencia física.