San Luis, Tertulias de la Aldea

¡OTRA VEZ…SAN LUIS!

Por José Villegas (*)

Entonces hablemos de estrategias. Pueyrredón debía representar a San Luis como diputado ante el Congreso convocado en Tucumán en 1816, luego había que hacer “lobby” para convertirlo en Director Supremo, ergo, desde esa posición apoyar y financiar el Plan Continental. Por lo tanto, San Luis, su diputado, su Director Supremo, su aporte monumental en logística, dinero, comida, etc.; sus valientes hijos, caballadas, mulas y mil etcéteras, tiene el orgullo (una vez más) de declarar ante los pueblos americanos que fue una de las provincias hacedoras de la Independencia Argentina. Aunque, a todo esto la historia oficial aún no ha dedicado las páginas que ilustren con la verdad.

El 24 de agosto de 1816, en la residencia del Teniente Gobernador Dupuy (donde hoy se sitúa la Catedral de San Luis), a la que son convocados por hallarse destruida la sala capitular, se reúnen los cuerpos militares, prelados, funcionarios públicos, jueces de la campaña y los vecinos de la ciudad de San Luis, convocados por bando el día anterior.

San Luis quería ser “autónoma” dentro de una república federativa, no “Independiente”. Y así se plasmará esta idea con José Santos Ortiz cuatro años después.

Dupuy comunica la orden del Soberano Congreso reunido en Tucumán para que se publique el Acta de la Independencia proclamada el 9 de julio, como asimismo se preste el juramento prescrito. Luego de leídos los documentos pertinentes, el gobernador se pone de rodillas frente a los cabildantes y jura promover y defender la libertad de las Provincias Unidas y su independencia. Lo hace además jurando sostener esos derechos con su vida, haberes y fama. Acto seguido juran los capitulares, militares, prelados y demás corporaciones “entre vivas y aclamaciones por la libertad e independencia de América del Sud”, según expresa el acta. Firman entre otros los capitulares Marcelino Poblet, Pedro Pablo Fernández y Mateo Gómez. Luego, varios días de júbilo y festejos merecidos se dieron en nuestro glorioso terruño.

Algunos historiadores regionales sostienen que en San Luis no hubo casi repercusiones sobre la Declaración de la Independencia, partiendo de la absurda premisa que “San Luis quería ser independiente por sí misma”. Cuidado, no hay que confundir los conceptos: San Luis quería ser “autónoma” dentro de una república federativa, no “Independiente”. Y así se plasmará esta idea con José Santos Ortiz cuatro años después.

Juan Martín De Pueyrredón.

El juramento independentista puntano se hizo en varias localidades estratégicas del interior provincial. Como ejemplo cito una de ellas:  El 4 de septiembre, en Santa Bárbara se realiza el juramento a la Declaración de la Independencia que había tenido lugar en San Miguel de Tucumán el 9 de julio de ese año. Presidió la ceremonia el alcalde de Hermandad don José Justo Domínguez. Firmaron el Acta el citado alcalde y los testigos de don Juan Miguel de Vílchez y Juan Funes.

El día 23 de ese mismo mes, el Teniente Gobernador de San Luis, Vicente Dupuy, recibe 12 (doce) ejemplares del Acta de la Independencia de parte del Gobernador Intendente de Cuyo Coronel Mayor don José de San Martin, quien le escribe: “… haga interpretar Ud. esto como la carta de libertad política que debe siempre acompañarnos”.

(*) Segunda parte