San Luis, Tribuna Pública

LA JUSTICIA TAMBIÉN EN EL BANQUILLO

Soledad Tallaferro Ledesma

El maltrato a la mujer siempre existió,  pero había negación por parte de las víctimas y de la sociedad, para algunos era algo común ver  maltratos y decían son cosas de la vida privada, cuando una mujer se animaba a realizar una denuncia, nunca faltaba la pregunta desubicada: qué hizo usted para que él reaccionara con esa violencia.

Los tiempos cambiaron y hoy gracias a Dios las mujeres tenemos más derechos, el abuso del hombre tiene pena aunque no siempre se logre o esto no alcance, porque así mismo las cifras de víctimas por femicidios en nuestro país son cada vez más alta, vivimos en una sociedad inmadura donde el machismo está todavía por encima de todo.

El triste caso de “Romina Celeste Aguilar” de La Calera es un ejemplo claro del poder real que tienen algunos personajes principales de este caso, al conocerse el veredicto quedó en evidencias de cómo una vez más no se hizo  justicia.

Mi opinión y conociendo el caso a través de los medios, es que el exintendente algo tuvo que ver en el caso, la pregunta es qué ganaba uno de los acusados al ensuciar al funcionario de ser quien encargo el crimen, no me entra por ningún lado la versión de que tenía enemigos en la política, una cosa es que te pinten las paredes de tu casa o las chapas del auto, y otra es que te incriminen con un asesinato.

No creo que ese tipo de mafias existan en nuestra provincia, me suena a una exageración o una maniobra de distracción, los sms en el celular de la víctima dejan evidencia necesaria para  sospechar que algo no andaba bien entre ellos, aparte uno de los testigos dijo que el exintendente no reaccionaba desesperado ante la esposa cuando ella todavía agonizaba. Ojo que el fallo no dice inocente, no es lo mismo. Para mí fue un femicidio no un asesinato al azar.

Gloria Olga Peralta

El grito de “Ni Una Menos” suena cada vez con más fuerza y desesperación, lamento mucho que cada día que pasa se suman más víctimas a las estadísticas del dolor por los femicidios en nuestro país. Las leyes, los juicios, los espacios de contención para ocultarse del agresor son deudas pendientes de los estados y provincias.

El espantoso caso de la localidad de La Calera es terrible por donde se lo mire, pero me parece más terrible que la justicia por querer dar una buena impresión ante la sociedad, resuelva una investigación enfocándose en una sola hipótesis,  que siempre se busque el camino más corto o el más conveniente para el momento.

El exintendente de esa localidad a mi buena impresión, o a mi humilde opinión, no tuvo nada que ver, los mismos familiares de la víctima declararon siempre a favor del viudo, y la mayoría de los que los conocieron siempre manifestaron que veían una hermosa familia, con sus problemas como los que tiene cualquier pareja.

Hoy con la absolución de marido queda demostrado todo el daño que puede causar una mala investigación, el apresurarse en la justicia le puede arruinar la vida a una persona o a una familia, que además perdió a un ser querido, a la madre de un hijo. Este caso fue aberrante por el homicidio de una mujer en manos de malvivientes, pero que además tuvo polémicas por todos sus rincones, debido al mal accionar de la justicia. Esto no nos da tranquilidad por si alguna vez dependemos de su aplicación.

El femicidio debe terminar de una vez por todas, y de eso debe tomar nota la justicia, no intentando poner inocentes tras las rejas sino exclusivamente en la prevención de los casos que ya están denunciados, resguardando a las víctimas de violencia de género, basta de matarnos, “Ni Una Menos”.