EL ALGARROBO EN LA HISTORIA DE SAN LUIS
Iris
Nena, nena, lo bueno de estos tiempos es que tengo mucho tiempo libre para leer. En realidad, hace años que tengo mucho tiempo libre. Pero queda progre que lo atribuya a la cuarentena. Vos sabés que tengo unas colecciones hermosas de San Luis Libro. Encontré del maestro Jesús Liberato Tobares, nacido en el Departamento San Martín de la provincia de San Luis el 15 de octubre de 1929, “El algarrobo en la historia y el folklore de San Luis”. Una joya. Atendé: “Algarroberos en la Provincia del Conlara”. “…En las nacientes de nuestra historia provinciana, el algarrobo ya era presencia vital que amasaba los vientos, tendía su sombra al caminante y brindaba su dulce alimento para acallar el hambre de los hijos de esta tierra. Pero antes estuvo en la prehistoria, y entonces el primitivo habitante lo erigió en deidad tutelar, y en la “algarrobiada” fincó en buena medida su posibilidad de subsistencia. En esta instancia vital del habitante autóctono, estuvo también presente el maíz, amén de otros frutos cultivables o silvestres.
El mítico Valle de Concarán y la legendaria Provincia del Conlara (dos cosas distintas según Aníbal Montes), estuvieron habitadas por indios algarroberos. Cientos de pleitos se entablaron en los tribunales cordobeses por la posesión de estos indios entre los encomendados de Chile, Córdoba y Mendoza.
Esos indios pertenecieron a la etnia comechingona y hablaban el dialecto camiare. No eran, como se ha dicho, salvajes, insociables y trogloditas, sino por el contrario, hombres socialmente organizados, empeñosos labriegos, criadores de llamas, tejedores y artesanos del cuero…Según Aníbal Montes la provincia de Conlara estaba limitada al oeste por las nacientes del río Conlara (falda oriental de las Sierras de San Luis, donde corren el Chutunza y El Luluara), por el sur el cauce de aquel río que pasa frente a Paso Grande; por el Este, siempre el curso del Conlara que pasa por el actual Dique de San Felipe, Renca, Concarán y Santa Rosa; y por el norte el Río Guanaco Pampa que corre al sur de San Isidro, muy cerca de la ruta provincial número 6 que une a San Martín con Concarán.
Podrá discutirse la afirmación de Aníbal Montes. Pero lo cierto es que en la zona occidental del Río Conlara, entre Paso Grande y Naschel, en el Departamento San Martín, y en el ámbito geográfico donde Aníbal Montes ubica a la Provincia de Conlara, existe un viejísimo topónimo que parece recordarnos algo: CONLARA. Allí vivían en 1964 don Justo Barroso que en aquellos días andaba por los 76 años y don francisco Bessone, agricultor, de 70 años. Dos siglos antes ésas fueron las posesiones del cacique don Juan Chilote. Pero hay algo más.
El Departamento San Martín está formado por cinco partidos: San Martín al norte, Guzmán al centro, Conlara al sur; Rincón del Carmen al este, San Lorenzo al oeste. El Partido de CONLARA se superpone con la antigua Provincia de CONLARA, y esta es otra sintomática coincidencia. En la parte central de Conlara –seguimos a Aníbal Montes- existía la comarca llamada LOLMA, que significa “algarrobal” en dialecto camiare y donde en 1579/1580 señoreaba el cacique COT CUTA. Lolma se llama ahora ‘El Algarrobal’…”
Espectacular. Estas cosas tan bien escritas, se leen solas. Yo no sé con qué estudian en estas épocas en las escuelas, pero acá hay un compendio de Historia, de Geografía, Literatura, de Puntanidad. Un deleite. Un homenaje al algarrobo. Y ahora que viene todo eso de forestar, y cuidar la tierra, estas palabras son un himno.
Me paso al deporte. ¿Viste que recientemente el Barcelona se comió 8 pepinos? Hum…qué desastre. Y dos partidas muy tristes en el periodismo deportivo. Un relator cordobés, Osvaldo “el Turco” Wehbe, todos los domingos en mi patio que da justo al patio de don Ataúlfo que lo escuchaba siempre. Un gran hombre de radio: Marcelo Baffa, muchos años en la noche de Radio La Red. Además era medio historiador. Muy queridos los dos. No soporto el “Cantando por un sueño”…intolerable. Lo miro porque me encanta ver a Pepito Cibrián…me divierte mucho.
Un comentario sobre «EL ALGARROBO EN LA HISTORIA DE SAN LUIS»