Expresiones de la Aldea, San Luis

POEMA AL PORTADOR

Por Nazarena Pérez


Que el título no exista. Que desaparezca como excusa. Que el estar juntos sea compartir amor. Dos personas que se quieren.
Que el tener y necesitar se fumiguen. No somos objetos.
Que el encuentro con el otro se torne en un descubrimiento, un aprendizaje y que nos inspire a dar.
Yo hoy me quiero y por eso mismo elijo quererte bien. Elijo verte con mi tiempo, el cual es irreemplazable. Elijo eso porque me gusta hacerlo, elijo eso porque no sos un gasto ni deber.
Ni vos sos mío ni yo soy tuya, ni te completo ni me completas.
Quiero mirarte por horas y besarte también, escuchar toda tu historia, conocerte bien.
Quiero que conozcas mis secretos y hasta los lunares que esconde mi piel.
No te necesito y sin pedir nada me querés, y te quiero sin querer.
Es puro.
Sin intención.
Sin querer. Nace querernos.
Bizcochuelo de mandarina
 
Te extraño tanto, tanto que por momentos duele.
 Y la distancia no ayuda mucho, me va pesando el doble.
Pero te conocí así y no puedo quejarme.
Efímera y libre, dulce y poderosa.
Te quiero tanto. Sos una caricia al alma.
Esta tristeza que me invade por las mañanas va mudando en melancolía.
No te preocupes, de vez en cuando es alegría.
Veo que estas bien y se me escapa una sonrisa.
Es todo lo que mereces amiga mía.
“Somos instantes” me dijiste.
“Porque somos enseñanzas” te respondí.
Pero yo quiero volver a verte más instantes. Quiero escuchar más de tus enseñanzas.
Unos mates en invierno o nuestros tereres en verano.
Tu bizcochuelo de mandarina o mis budines quemados.
Por ahí vos ya te despediste y no queda más que decirte, que tu amistad fue de la más dulce y sincera.
Muchas se olvidan, sin distancia que las separe.
Y a vos estando lejos, te recuerdo a cada instante.
Y si suman los kilómetros, y se hace difícil
solo espero en otra vida poder volver a verte.

(*) Nazarena Pérez, estudiante mendocina en psicología. Integrante reciente en el taller literario Silenciosos Incurables de Viviana Bonfiglioli. “Escribo cosas para sanar, creo que es un arte y terapia que se comparte”

“Esperando su amor” de Najmaddin Huseynov.