San Luis, Tertulias de la Aldea

“LANZA SECA”

Por José Villegas

Datos biográficos del Gral. Juan Saá

El gobierno de Buenos Aires comunica al Cabildo de San Luis en una circular fechada en 1813, que pasan confinados a esta ciudad algunos ciudadanos españoles, en virtud de los temores de un posible levantamiento de sus coterráneos.

De modo que, las autoridades porteñas disponen internar o confinar a muchos europeos sospechosos. Entre ellos vino a San Luis, en mayo de 1813, don José de Saá, ciudadano gallego, quien luego de permanecer en la ciudad algunas semanas (según Núñez) o hasta 1816 (según Píriz Olivera), pasa a radicarse en La Punilla, donde desempeñó tareas agrícolas en una de las estancias de don Bernardino Domínguez, en Achiras y luego actuó como maestro particular, debido a que era, además de comerciante, un hombre culto.

Existe otra versión acerca del arribo a San Luis de la Punta, de Don José, que citamos a continuación, aunque creemos que no es exacta.  La misma pertenece a Reynaldo Pastor en su libro “San Luis, su Gloriosa y Callada Gesta”, reeditado recientemente por el Subprograma San Luis Libro (2014). No obstante, cuando Pastor cita informaciones filiatorias acerca de la posterior familia formada por aquel español, da datos tan veraces como interesantes.

Escribe en su profusa obra que “Don José de Saá, español europeo, cayó prisionero en Chacabuco junto con Ordóñez, Morla, Morgado, Carretero y Primo de Rivera. Por disposición del Director Supremo del Estado, en 1817 fue confinado en la Guardia de Luján desde la que se lo trasladó algún tiempo después a San Luis”.

Es, precisamente, analizando heurísticamente esta aseveración, que nos encontramos con una inexactitud que es preciso advertir a nuestro lector. Don José de Saá no era militar, y mucho menos combatiente en Chacabuco.

 Además, en nuestra pesquisa, no hemos encontrado ni un solo dato que nos indique algún tipo de vínculo con aquellos oficiales españoles quienes, vale la pena recordar, fueron los hacedores de la conspiración del 8 de febrero de 1819, en la que pretendieron asesinar al gobernador Vicente Dupuy.

Sin embargo, y tal como lo sostenemos anteriormente, Pastor revela testimonios coincidentes con las investigaciones y posteriores exposiciones de otros historiadores, cuando escribe lo siguiente:

“Don José Camilo Domínguez, hacendado de Achiras y padre de José Camilo, José Narciso, José Segundo, María Dominga y María Lucia, solicitó que se le permitiera llevar a su casa de Achiras al español José de Saá para ser maestro de sus hijos, solicitud que fue resuelta favorablemente en consideración a que el peticionante había prestado importantes servicios a la causa de la independencia. Ahí se matrimonio don José de Saá con doña Jacinta Domínguez, hija adoptiva del dueño de casa, trasladándose más tarde a San Luis donde ejerció la docencia, dejando a su fallecimiento tres hijos que fueron Francisco, Juan y Felipe, en orden a la fecha de su nacimiento”.

Luego de conocer e iniciar un profundo vínculo con los Domínguez, ricos hacendados de la zona, es que se convierte en el preceptor de los hijos de don Bernardino en La Punilla (*), entre ellos el joven Benigno quién, por esos designios de la vida y la Historia, posteriormente se convertirá en preceptor, maestro y guía espiritual de sus hijos Juan, Francisco y Felipe.

Contrae entonces matrimonio con doña Jacinta Domínguez (posiblemente en 1817), y adquiere tierras con el objetivo de iniciarse como hacendado. De aquella ilustre familia también proviene la gran educadora Doña Paula Domínguez de Bazán.

(*) Como se puede advertir, existe una notable diferencia a la hora de dar el nombre de Domínguez. Para Pastor es Don José Camilo Domínguez, mientras que, para Nicolás Jofré, Walter Píriz, Hipólito Saá y Camilo Domínguez, aquel famoso hacendado (“pudiente colonial”) se llamaba don Bernardino Domínguez Montiel.

(Primera Parte)

Libro citado en la nota