Expresiones de la Aldea, San Luis

LEVO TRISTÁN

Por Jorge Sallenave

SILVIA ENFERMA

Gumersindo creyó, en los primeros días que Silvia permanecía sin salir de la cabaña, que seguía con la idea de dedicarse a ser ama de casa. También supuso que los mil billetes ganados, la alejaban de su trabajo hasta que apareciera otro hombre adinerado.

Dejó de pensar en esas posibilidades al notar su piel blanquecina que magnificaban sus ojeras y la dificultad que tenía al moverse o sentarse.

Silvia estaba enferma y una mañana se quedó en cama, quejándose de dolor en los riñones. Gumersindo le pidió al Pela que fuera hasta la cabaña con la esperanza que lo aconsejara.

El Pelado no tardó en hacerse presente.

—Tenés razón —dijo—. Está enferma y según mi criterio, muy enferma.

El Pela no se había dado cuenta que los hijos estaban en el dormitorio. Recién lo advirtió cuando uno de ellos preguntó:

—¿Se morirá mamá?

—No lo creo, se apresuró a responder, pero nos conviene llevarla al hospital público. Yo no sé nada de medicina y si tu madre se siente algo mejor, irá a consultar una curandera.

—¿Qué es una curandera? —preguntó Jorge.

—Alguien que sabe menos que yo.

Gumersindo intervino.

—La ciudad queda muy lejos. ¿Cómo hacemos para llevarla? En este pueblo no existen los ómnibus.

—Conozco a Andrade, que es dueño de una chata. Si le pagamos unos pesos y la nafta nos trasladará. Por supuesto que nos llevará varias horas el viaje.

—No perdamos más tiempo —afirmó Gumer.

—Los niños vendrán con nosotros, Silvia solo los tiene a ellos —comentó el Pela.

Al llegar al hospital público, los atendió el único médico presente.

—Esta mujer agoniza.

Pela y Gumersindo lo siguieron. Andrade y los niños quedaron afuera. Apenas el médico subió a Silvia en la camilla se limitó a decir:

—Ha muerto.

Óleo sobre lienzo de Henri Rousseau (1897), Museum of Modern Art, (New York).

Pela le preguntó si sabía lo sucedido.

—Supongo que la peste la mató. Hablaré a Salud Pública para que vengan a verla. No la toquen mientras regreso.

Apenas el médico se retiró de la sala de guardia, Gumersindo le dijo al Pela que quería llevar a Silvia a su pueblo. Que Andrade vaya con los niños, nosotros acompañaremos el cuerpo atrás. Si Andrade se niega, ofrecele más dinero, la envolveremos en una sábana, antes que el matasanos se niegue.

Tardaron más horas en llegar, pero al final estuvieron en Levo Tristán.

Los niños miraban cada tanto hacia atrás y no dejaban de llorar. Como Gumer hacía otro tanto, se escondía para que ellos no lo vieran.

A la mañana siguiente, al amanecer, el cuerpo de Silvia fue enterrado en el mismo lugar donde antes estuviera la choza.

Los niños se acercaron a Gumersindo.

—Mamá murió. Ahora solo te tenemos a vos. Se abrazaron los tres y lloraron con ganas.

A LA MALA SUERTE HAY QUE PELEARLA

Dormían los tres juntos. Tardaron en hacerlo. Gumersindo pensaba que era muy injusto de su parte negarles la posibilidad de ir a la ciudad. Al final comentó para sí.

—¡La mala suerte se puede ir al carajo!

Al día siguiente fue a decirle al Pelado que se iba a la ciudad. Que no estaba en su poder negarles a esos niños tener progreso. También le comentó que encontraría alguna forma de ganarse la vida, de dedicarse a la limpieza o a otro tipo de porquería.

El Pelado, por su parte, le dijo que estaba demasiado viejo para hacer grandes distancias y comprar productos para el almacén. Que contara con una comisión si se encargaba de ello.

—Necesito que me hagás un favor, hablá con Andrade así nos lleva.

Dos días más tarde, frente al negocio, se habían reunido el Pela, Toby, el maestro Cecil y Andrade que oficiaría de chofer.

Cuando Gumersindo y los niños llegaron, cada uno de los presentes le donaron los pocos billetes que tenían.

Al final, la chata arrancó. Alfredo le preguntó a Gumer qué era una ciudad.

Lienzo de Henri Rousseau (1896). Detroit Institute of Arts, EE. UU.

FINAL


Buenas historias, buenas noticias
Luego de nueve entregas la historia que transcurre en Levo Tristán ha llegado a su fin. Aquellos que deseen releerla o si perdieron alguna de las entregas, en la página web www.laopinionsl.com.ar podrán encontrarlas por separado o bien dispondrán de todos los enlaces accediendo por ejemplo a este capítulo final.
Como sostuvimos desde el principio, en tiempos de pandemia Sallenave continúa escribiendo y es algo para celebrar. Por ello transmitimos la buena noticia que desde el próximo semanario llega un nuevo cuento del escritor.
Vuelta y media es la obra que nos acompañará durante nueve entregas. En esta oportunidad la amistad es eje de la historia que transcurrirá en una ciudad pequeña, además están las historias mínimas cargadas de los buenos gestos, las luchas internas que enfrentan algunas personas, lo económico afectando las conductas de los ciudadanos que intentan resguardarse en tiempos de crisis. Vuelta y media, un tiro de suerte para el que se requiere también algo de talento y perseverancia. Todo conjuga una mezcla, nuevamente exquisita, para disfrutar otra historia imaginada por Jorge Sallenave.

Dejamos aquí los accesos a otras entregas por si te lo perdiste o querés releer.

1era entrega

2da entrega

3era entrega

4ta entrega

5ta entrega

6ta entrega

7ma entrega

8va entrega