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O SEA, SI QUERÉS LLORAR…¡LLORÁ!

Iris

Ahora que recién se ha marchado noviembre quiero presentar una queja formal. Antes, no sé cuánto antes, el 1 y el 2 de noviembre eran feriados.

“…El 1 de noviembre se celebra en varias partes del mundo el Día de Todos los Santos, una fecha católica que busca rendir homenaje a todos los santos que han existido a lo largo de la historia e incluso aquellas almas que ya han pasado el purgatorio y se encuentran en el reino de los cielos.

Todos los fieles difuntos, también llamada Día de Muertos o Día de los Difuntos, es la conmemoración que se presenta en la fe cristiana como recuerdo de aquellas personas fallecidas que en vida creían en Jesucristo. Se realiza el 2 de noviembre complementando al Día de Todos los Santos (celebrado el 1 de noviembre), cuyo objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal y, en el caso católico en específico, por quienes se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio…”

Escuchame…no es para polemizar. Y es medio una mezcla. Lo cierto que yo me acuerdo bien que el 1 es de los santos, y el 2 de los muertos, y los dos eran feriados. No me explico en qué momento me distraje y se volvieron laborables. Peor lo voy a revisar, y voy a encontrar al desalmado irresponsable que sacó dos feriaditos espectaculares. En realidad, me importa un pepino, hace rato que estoy jubilada y la verdad que feriado o no feriado a mí me da lo mismo. Pero es una cuestión de principios (qué bien queda esta frase).

Otro tema. Y quiero ser bien sincera y decirlo clarito, clarito. Me tienen repodrida los que lloran en público. Ya sé que Saúl Edolver Ubaldini, Secretario General de la CGT, allá por los 80, inmortalizó la frase: “Llorar es un sentimiento y mentir es pecado”. Un compañero de lujo, una linda frase, pero paren la mano. Sobre todo en la televisión.

Basta. Cocinan una empanada gallega. Aclaro, sin cebolla. Y de golpe un mar de lágrimas. ¿Qué pasó? Un accidente. “No, me acordé de mi vecina de la infancia, que hacía empanadas salteñas, y me emocioné”. Bueh…dale.

Otra: una madre le habla al hijo, y le dice cualquier pavada, en la otra punta, una que nada que ver, llora. “No, me acordé de que mi tía me decía esa misma frase, y me emocioné”. Bueh…dale.

Yo sé que es un momento difícil. Sé que se trata de exteriorizar un sentimiento, que puede ser un gesto de desahogo y de sinceridad, pero cortenlá muchachos.

Un diputado recita el Preámbulo en el recinto de la Cámara de Diputados y también llora por el recuerdo y porque llora. Ponele.

Empieza un ciclo y lloran por la novedad; termina y lloran porque se van. Sacan una tortilla del horno: si se quemó lloran de bronca, si no se quemó lloran de emoción. Dios Santo. Paren un poco.

Antes, por lo menos, llorábamos con las novelitas de la tarde. Ahora es todo el día y por cualquier cosa. Ahora, mirá lo que pasa. Se me complica, porque todos estos tipos sabios dijeron estas cosas de las lágrimas. (No puede ser…serán otras lágrimas).

Muy frecuentemente las lágrimas son la última sonrisa del amor. Stendhal.

No sé yo que haya en el mundo palabras tan eficaces ni oradores tan elocuentes como las lágrimas. Lope de Vega.

Las lágrimas son la sangre del alma. San Agustín.

Porque ninguna lágrima rescata nunca el mundo que se pierde ni el sueño que se desvanece. Juana de Ibarbourou

Dos especies de lágrimas tienen los ojos de la mujer: de verdadero dolor y de despecho. Pitágoras de Samos

Cada lágrima enseña a los mortales una verdad. Platón

Debe haber algo extrañamente sagrado en la sal: está en nuestras lágrimas y en el mar. Khalil Gibran

El ojo ve bien a Dios solamente a través de las lágrimas. Víctor Hugo

Después de la propia sangre, lo mejor que el hombre puede dar de sí mismo es una lágrima. Alphonse de Lamartine

Las lágrimas son inútiles, a menos que esté el marido presente para verlas derramar. Hilda Owlsley

Ninguna persona merece tus lágrimas, y quien se las merezca no te hará llorar. Gabriel García Márquez

Las lágrimas que no se lloran, ¿esperan en pequeños lagos? ¿O serán ríos invisibles que corren hacia la tristeza? Pablo Neruda

 O sea, si querés llorar…¡llorá!