La Aldea y el Mundo, Notas Centrales

INVESTIGACIÓN “PODEROSA”

Los derechos no se aíslan: Historias que marcan vulneraciones en el acceso a derechos sexuales y reproductivos en todo el país durante la pandemia de la COVID-19

Majo Corvalán

La ONG Chicas Poderosas lanzó hace unas semanas una investigación colaborativa y federal que busca visibilizar el mapa de la vulneración de derechos de mujeres, adolescentes y personas LGTTBIQ+ en Argentina durante la pandemia.

Un equipo de 45 profesionales de la comunicación elaboramos 24 historias que muestran la falta de respuesta del Estado, pero también la fortaleza de las luchas feministas y las redes que se tienden como estrategia y contención.

“Una chica de 22 años muere como consecuencia de un aborto inseguro en el hospital de Formosa. Un muchacho trans es maltratado por sus compañeros en San Luis, donde el acceso a la Educación Sexual Integral (ESI) es todavía un reclamo estudiantil. Una chica de 21 años de Salta muere tras un parto, y su familia –de la comunidad wichí– no recibe información certera sobre lo ocurrido.

A una mujer le niegan atención para el cáncer de cuello de útero en Chubut, una provincia donde trabajadores estatales pasan meses sin cobrar sus salarios. Un grupo de mujeres se organiza en Corrientes contra la violencia obstétrica, que toma la pandemia como excusa para impedir el acompañamiento en el parto.

Estas son algunas de las historias que marcan vulneraciones en el acceso a derechos sexuales y reproductivos en todo el país durante la pandemia de la COVID-19” escriben Sonia Tessa (coordinadora editorial), Nicole Martin (directora general) y Carla Nudel (directora operativa)

Las reporteras por provincia, seleccionadas entre quinientas postulaciones, no solo debimos trabajar en la propia historia sino gestionar pedidos de información a los ministerios de salud de cada uno de los gobiernos provinciales, aunque las respuestas fueran en ocasiones insuficientes.

“Pedimos datos al Estado y a las provincias, pero sólo tuvimos siete respuestas satisfactorias, cuatro respuestas parciales y catorce pedidos sin respuesta. Esta falta de respuesta nos alertó sobre posibles explicaciones: que esos datos no existan, que su recolección sea tardía o deficiente, o que se decida no mostrarlos por estrategias de diversa índole.

Un exhaustivo trabajo de investigación y recolección de datos del equipo de la investigación federal #LosDerechosNoSeAíslan llevó a concluir que, tal como se suponía desde el punto de partida, y como lo habían anunciado organismos internacionales, la pandemia, sus restricciones y el aislamiento social vinieron a hacer más inaccesibles los derechos sexuales reproductivos y no reproductivos, que vale decir, nunca fueron de fácil ejercicio.

Respecto a datos federales sobre anticonceptivos “se destaca la drástica disminución en la distribución de preservativos, que cayó seis veces entre 2019 y 2020. Desde la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva, atribuyeron esa caída a la insuficiente producción nacional, y aseguraron que el Estado compró 40 millones de preservativos al Fondo de Población de Naciones Unidas (UNFPA), un lote que “se demoró por la pandemia” y ahora esperan la autorización del Instituto Nacional de Tecnología Industrial (INTI) para repartirlos. De ese total, 20 millones se destinarán a Salud Sexual y otros 20 a la Dirección de Enfermedades de Transmisión Sexual.

La ONG Chicas Poderosas Argentina lanzó su investigación “Los derechos no se aíslan”.

Del análisis de los números entregados, se evidencia un incremento del 23% interanual en la provisión de métodos anticonceptivos hormonales y del 242% en Dispositivos Intrauterinos”.

Una de las herramientas que tiene la Dirección de Salud Sexual y Reproductiva es la línea 08002223444 que “En los primeros ocho meses de 2020, recibió más de 11 mil llamadas, de las cuales la mitad se referían a Interrupción Legal del Embarazo”.

La ILE o Interrupción Legal del Embarazo es el aborto no penalizado que se realiza en el sistema de salud público cuando el embarazo es causado por abuso sexual, o cuando pone en riesgo la vida o la salud de las personas en un sentido muy amplio que implica no solo situaciones extremas sino la afección al equilibrio físico, emocional y hasta social de una mujer o una persona con capacidad de gestar y abortar.

Si bien aumentó un 735% la provisión nacional de Misoprostol en las provincias, un informe elaborado por la Campaña Nacional por el Derecho al Aborto legal Seguro y Gratuito da cuenta que “no hay acceso pleno a la ILE: el 55% accede con dificultades y el 45% refiere que se ha complicado el acceso durante la pandemia”. 

Según respondió el Programa de Salud Sexual y Reproductiva de San Luis, mirando comparativamente, en mayo de 2019 en San Luis se hicieron 4 ILE y en mayo de 2020, se realizaron 36. Sin embargo aclaran que hay un gran subregistro, ya que “El Programa solo registra las ILE que se realizan con la medicación que es entregada por el programa y cuando los que indican envían el formulario de registro (por lo tanto, hemos distribuido más de lo que está registrado)”.

Y de hecho son muchas más, pero gracias a la articulación del activismo feminista, la Regional San Luis, ADEM, la Red de profesionales de la salud por el Derecho a Decidir y las Socorristas en Red que sólo entre mayo y junio acompañaron 6177 interrupciones de embarazo en todo el país. 

Y aquí viene un dato de verdad revelador, de todas las ILE acompañadas por las socorristas en lo que va del año, 400 fueron embarazos causados por varones que se negaron a usar preservativo durante toda o parte de la relación sexual. 

Las Historias

La reportera de la Ciudad de Buenos Aires escribió: CABA Un “detector de giles” propio, por Mariana Fernández Camacho. “La protagonista de esta historia es Nel, tiene 28, es de Balvanera y trabaja como cajera. En 2015 fue diagnosticada con VIH positivo que contrajo en una violación en grupo en un recital. Ella no empezó de inmediato el tratamiento porque como nos dijo, solo quería que la enfermedad avanzara y morir”.

Cuando conoció a la RAJAP (Red Argentina de Jóvenes y Adolescentes Positivos) “su vida cambió, tanto que decidió iniciar su tratamiento”. El acceso a la medicación nunca fue fácil, pero durante la pandemia se complicó aún más de forma tal que abandonó el tratamiento durante tres meses.

La obra social tampoco le cubrió la atención con su psicóloga y debió hacer varias presentaciones administrativas para lograr respuestas. Mariana Fernández Camacho cuenta que no tenía experiencia en periodismo colaborativo “y menos tan federal, como estamos acostumbrados en este país, las noticias surgen y rebotan en la Ciudad de Buenos Aires, pero esto fue algo distinto.

El objetivo era lograr una gran foto de punta a punta del país y lo que más me interesaba eran esas voces distintas, esas miradas diferentes, esas lecturas y códigos culturales diversos que surgen a partir de 24 crónicas. Fue intenso y una gran experiencia de aprendizaje.”

La historia de la vecina provincia de San Juan escrita por la periodista Gisel Sánchez demuestra lo que puede lograr el conservadurismo cuando ocupa espacios de poder, contada desde la experiencia de una joven de 24 años embarazada porque le falló el método anticonceptivo y busca acceder a su derecho a abortar en una provincia que no adhiere al protocolo para la Interrupción Legal del Embarazo de Nación, no tiene protocolo propio y en donde la venta de Misoprostol está limitada a centros asistenciales y por ende prohibida en farmacias a través del decreto provincial N°1133 Q.

Por  Mendoza Sabina Nallín cuenta la historia de “más de 2000 personas con VIH ya que las dificultades de convivir con un virus del que rara vez se habla, se suma la COVID-19, que mostró la debilidad del sistema sanitario”. Sabina asegura que muchas personas desconocen que tiene VIH y por ende no acceden al tratamiento, y que es muy necesario contar las barreras para acceder a la medicación antes y durante la pandemia de COVID-19.

“Esta nota cuenta la historia de tres personas, dos mujeres y un varón, porque el VIH no distingue género y porque las cifras han aumentado. Como la gente no se muere como antes, entonces no se habla del tema, pero hay que hacer hincapié en la prevención y en la educación sexual para entender que todos somos susceptibles de adquirir el virus”. Las organizaciones que se citan en la nota están cubriendo el vacío que deja el Estado y dan la información que muchas veces ni los profesionales médicos tienen, advierte la periodista.

La historia de San Luis es triste, genera impotencia, pero también refuerza el valor y la importancia de la construcción colectiva, solidaria y amorosa, que a veces no puede reemplazar otras ausencias desde el Estado y las instituciones,  pero sí viene a crear sentidos, a aportar en contenido y a mostrar que es posible pensar en un mundo donde nadie deba ser maltratado, excluido, insultado y discriminado como lo demuestra la historia de Noah y del grupo del @ForoxlaESI .

Chicas poderosas: Los derechos no se aíslan logra exponer la realidad federal de forma igualitaria y no permite que sean las estadísticas las que primen en importancia sino las personas. Es así que la experiencia permitió un aprendizaje conjunto de las reporteras, las editoras, las directoras, las community manager, la ilustradora y cada persona entrevistada. Se respetó cada identidad autopercibida y hasta se brindó la oportunidad de aparecer con un pseudónimo pensando en lo difícil que es contar estas experiencias y sufrir la condena social por vivirlo y por denunciarlo.

Un periodismo colaborativo con reuniones de mucha escucha, con herramientas de autocuidado feminista y sororidad en vez de competencia. Por último, la investigación logró impacto mediático en la mayoría de los medios y fue replicada por la “INTERNATIONAL CAMPAIGN FOR WOMEN’S RIGHT TO SAFE ABORTION”.