Notas Centrales

Señora de nadie

Florentina Gómez Miranda fue docente, abogada y política argentina. Luchó por los derechos de la mujer y la igualdad de género

Por Majo Corvalán

En diciembre del 2020 se debatió nuevamente la legalización del aborto en Argentina, que finalmente se convirtió en ley. En ese momento uno de los discursos más sólidos e impactantes fue el de la diputada radical Brenda Austin. 

“Le digo a mis compañeros de bancada, qué orgullosa estaría Carolina Urtea de esa juventud tan valiente que está en la calle sin miedo, pidiéndole a su partido que haga historia”.

Por último recordó a tres mujeres que hace más de cien años también estaban haciendo historia para que pudiéramos votar: Alvira Rawson, Alicia Moreau de Justo y Julieta Lanteri, pero citó textual a Florentina Gómez Miranda, una legisladora nacional radical que en 1989 presentó el primer proyecto para despenalizar el aborto en Argentina, cuando el Congreso apenas estaba integrado por un 10% de mujeres.

Florentina decía en sus argumentos: “Hay quienes dan un remedio a esta situación, entregar el hijo en adopción, pero si aceptamos esto, ¿qué es la madre?, ¿una cosa?, ¿algo equivalente a un fundo sirviente, un estuche vacío?”. Ella dijo que las leyes se hacen para hombres y mujeres, no para héroes, “entonces por qué después de tantos años le siguen pidiendo a las mujeres que tengan un acto de heroísmo, que dejen de lado sus sueños (…) por qué creen que se necesita la tutela del Estado para definir cuándo es moralmente correcto interrumpir un embarazo”, completaba Austin. 

Inicios

Florentina Gómez Miranda nació el 14 de febrero de 1912 en Olavarría, a los 17 años se recibió como maestra normal y fue en esa oportunidad que conoció a Hipólito Yrigoyen, por quien tenía una gran admiración. 

A los 34 se recibió de abogada y un año después empezó su carrera política que la llevaría a ser una referenta del feminismo y del radicalismo, logrando recién una banca legislativa a los 71 años.

La falta de oportunidades para acceder a cargos y bancas por el solo hecho de ser mujer le generaba fuertes contradicciones, y por eso fue muy crítica hacia su propio partido, la Unión Cívica Radical y también hacia el socialismo. “A Alicia Moreau de Justo nunca la eligieron diputada ni nada, solo entró al Congreso en un cajón, cuando la velamos”, solía advertir.

Hablaba sobre los derechos de las mujeres pero no solo civiles, sexuales, reproductivos y no reproductivos, sino también políticos, y podía ver claramente los privilegios que tenían los varones, la consecuencia directa de la desigualdad por razón de género, más aún en su época.

Florentina Gómez Miranda fue elegida en 1983 diputada nacional. Extendió su mandato hasta 1991.

En 1983 estaba tercera en la lista como candidata a la Cámara de Diputados del Congreso de la Nación, pero por algunas negociaciones la bajaron al onceavo lugar. 

“Descubrí que de alguna manera había que llamar la atención y que era más rápida que mis compañeras y mejor lectora, entonces fui poco a poco siendo en todos lados una de las primeras, pero que se entienda bien, nunca fui primera sola, siempre fui primera con otras”, asegura en el documental del Instituto Moisés Lebensohn (2018).

Brenda sobre Florentina

En un breve diálogo con la diputada nacional Brenda Austin, tratando de buscar el significado de la figura de Florentina para quienes hoy son mujeres, ocupan bancas e impulsan leyes libertarias, dijo: “En primer lugar quiero rescatar que fue una de las mujeres de nuestro partido y pionera en la agenda del feminismo en las últimas décadas, generando la ruptura de que lo público estaba solo reservado para los varones.

Florentina Gómez Miranda viene con los albores de la recuperación democrática a plantar firme la bandera de los derechos de la mujer. Fue parte de un grupo de diputadas que fueron capaces de articular de manera transversal acuerdos entre distintos bloques políticos para lograr sancionar la ley de cupos, sin la cual Argentina hubiese demorado mucho más la presencia de las mujeres en el Congreso”.

Las leyes de Florentina

“Nunca bajé la vista ante los hombres. Cuando votamos la ley de autoridad compartida de los padres éramos sólo seis mujeres diputadas. Hicimos la gran revolución”.

En la Cámara de Diputados de la Nación, Florentina promovió la creación de la Comisión de Familia, Mujer y Minoridad y fue su primera presidenta. Fue legisladora por dos períodos en los que trabajó con perspectiva feminista elaborando leyes que apuntaban a la igualdad de género, de responsabilidades y de oportunidades.

Durante su gestión legislativa logró la sanción de leyes tan importantes como el divorcio, la patria potestad compartida, la igualdad de los hijos extramatrimoniales, el derecho de las mujeres de seguir usando el apellido de soltera luego de casada, y la pensión de la concubina y el concubino.

Para repasar algunos contextos y cuantificar el avance que implican sus proyectos de ley vale reparar los de “divorcio vincular” y “patria potestad”.

Alfonsín y Florentina Gómez.

El Código Civil argentino permitía el divorcio por incumplimiento de deberes conyugales pero no por decisión de las partes, hasta que el 12 de junio de 1987 se publicó en el boletín oficial la ley de divorcio vincular. Durante el debate del proyecto en el Congreso la Iglesia amenazaba a legisladores con excomulgarlos si votaban a favor, e  hicieron masivas manifestaciones en contra de la iniciativa con sectores aliados como la Ucedé, el Partido Unión Popular y el MID.

En Argentina, la patria potestad compartida había sido establecida en 1949 pero fue derogada por proclama militar. En 1974 hubo un nuevo intento pero María Estela Martínez de Perón vetó la ley, hasta que en 1985 se logró esta ley igualitaria que se basa en establecer que los hijos e hijas de una pareja son responsabilidad de ambos y requieren del cuidado compartido sin que el varón tenga la última palabra en relación a la crianza y las autorizaciones. 

Hablemos de aborto

“Si se embarazaran los hombres hace rato que tendríamos aborto legal”.

Florentina Gómez Miranda impulsó el debate que se tuvo en Argentina en estos tiempos, 30 años antes, cuando presentó el proyecto de aborto legal para las niñas, adolescentes y mujeres embarazadas producto de abuso sexual.

Si bien el art 86 del Código Penal ya establecía desde 1911 las causales por las cuales se puede acceder a un aborto sin ser perseguida por la ley como un crímen, al ver que no se aplicaba decidió reforzarlo con un proyecto de ley. En una entrevista del programa “Hora Clave” https://www.infoeme.com/nota/2019-11-22-10-21-0-video-florentina-gomez-miranda-y-la-despenalizacion-del-aborto-en-1990 Florentina defiende su proyecto y asegura: “antes que nada quiero aclarar dos cosas: la primera es, que esto no es obligatorio. Si una mujer quiere tenerlo el Estado debe acompañarla”. Y agrega que no quiere polemizar con la Iglesia porque es una institución que defiende sus dogmas pero contestando al otro entrevistado afirma “yo no quiero imponer nada con mi proyecto, en cambio ustedes si nos quieren imponer tanto a quienes creen como a quienes no”.

Austin analiza cómo el proyecto de Florentina en el 89 recién logra su fin con el fallo F.A.L. emitido por la Corte Suprema de Justicia de la Nación: “Fíjense cómo en 1989 ella estaba buscando poner en agenda una deuda histórica que tenía el Congreso y la Justicia con la interpretación del alcance de ese artículo del Código Penal y queriendo dejar bien a salvo que cuando el embarazo era producto de una violación el aborto no era punlible”.

Florentina presente

Murió el 1 de agosto del 2011 dejando trunco su sueño de celebrar los 100 años en el Luna Park, pero con la satisfacción de haber recibido en vida reconocimiento y una gran cantidad de premios y homenajes. 

“Florentina no solo era excelente en su técnica legislativa, sino en haber visto cosas que hoy son naturales, era de avanzada y una gran innovadora” (Margarita Stolbizer).

“La ley de divorcio vincular nos sirvió de base para el debate de matrimonio igualitario y hasta para la reforma del Código civil y comercial, es increíble lo que logró” (María Luisa Storani).

“Ella nos preguntaba siempre: ¿qué es una mujer liberada?” y después nos decía, “la mujer que se maquilla, que fuma, que maneja, que va a la facultad es una mujer moderna, una mujer liberada es la que decide” (Leticia Apfelbaum).