La Aldea Antigua

Un sueño previsor

Viernes 11 de febrero de 1921

En su rúbrica de ciencias ocultas y médicas “La Revue Mondiale” refiere sacándolo de un volúmen de recuerdos de Niedmeler sobre Sienkiewiez este caso singular de presentimiento que muchas veces contaba el célebre escritor polaco:

“Durante mi estadía en Bearritz -es Sienkiewiez quién habla- encontré a una joven inglesa con quién tuve frecuentes conversaciones sobre espiritismo.

Una noche después de uno de estos coloquios me fui a acostar y soñé que veía delante de otra casa un coche fúnebre cerca del cual se hallaba un joven rubio, con ojos muy claros, y con traje azul con botones de metal. Este sueño me obsesionó durante varias noches al punto que me dejó desconcertado.

Pasadas algunas semanas fui a París y en el hotel en que me alojé encontré a mi joven amiga inglesa. Al día siguiente, mientras estaba por tomar el ascensor, vi de repente, delante de mí el ‘groom’ puesto de servicio del ‘lift’, era el retrato exacto del joven que me había aparecido muchas veces en sueño. Para invitarme a entrar hizo el mismo ademán que el otro cuando me invitaba a subir en el coche fúnebre, esto bastó para que me decidiera a subir a pie.

Ansioso me precipité en el salón de lectura y fue aquí que, después de pocos minutos, se oye un ruido espantoso, quedé tan aterrado que perdí los sentidos. Cuando volví en mi vi a varios cuerpos tendidos en el vestíbulo. El ascensor había caído al suelo deshaciéndose y causando varias víctimas entre las que se encontraba ‘el groom’”.