Expresiones de la Aldea, Raquel Weinstock, San Luis

LA VIDA TRANSPARENTE

Por Raquel Weinstock (*)

Un día sabrás que fue posible regresar transparente nuevamente a la vida. Que la noche es segura, pero luego deviene el día. A veces turbulento, otros como el agua sin sabor, tedioso y largo.

Pero a veces, algo nos distingue. Una pasión nueva, una propuesta, una mirada que nos espera, o un encuentro inesperado. Una foto vieja que nos encuentra, porque no la buscábamos y descubrimos el recuerdo de otros días, en el que exactamente así fuimos.

Comprendemos entonces, que los recuerdos pueden burlar el tiempo.

El tiempo que nos hizo moldearnos diferente. Hechos de llantos y alegrías, de alturas y bajezas, pero humanos. Con una alforja ruinosa por el tiempo y adentro el tesoro de la música que escuchábamos, de los libros leídos, de los aromas inolvidables, de algún beso que nos robaron, o una caricia que no dimos. De paisajes lejanos tragados por la urbe, o el olor de un mar manso y transparente, y el otro, rugiendo contra los acantilados que acogieron a Neruda.

Y nos vamos, seguimos pasionarios sin dividir la noche de los días, degustando la vida voluptuosos, irreverentes como corresponde despertar, dispuestos a enfrentar con valor lo que nos ofrece el día o la noche, como un racimo de uva húmeda y fresca que nos seduce a sentir el chasquido en nuestra boca.

Sin dudar, ni preguntarnos por qué las elegimos, dispuestos al pago del placer que conseguimos.

Porque volvemos del barro y podemos descubrirnos transparentes en una acción, en una idea o entregándonos a un amor definitivo, que permite mirarnos sin vergüenza.

Collage. Artista desconocido.

(*) Publicada en La Opinión y La Voz del Sud el 31 de agosto de 2013- Hoy este texto es parte de un homenaje a su obra por el aniversario de su fallecimiento- La serie seleccionada se llama: Siete Veces Raquel.