Expresiones de la Aldea, San Luis

Milagro

Javier Calamaro

Kimika, 2003 (reversión 2020)

Rock Argentino


(Cuando te vas)
 Cuando te vas queda una herida
 y sé que todo es prestado en esta vida
 y no me importa sí me traicionó la suerte
 porque lo que no me mata me hace más fuerte.
  
 No te puedo arrancar de mi cabeza
 y ahora vago como un perro siguiendo tu olor,
 y se arrastra por el suelo mi alma en pena
 esperando que un milagro apague de una vez tu voz.
  
 Ya me perdí y tengo miedo
 de quedar a la deriva en el desierto.
 Hoy quisiera olvidarte para siempre,
 irme lejos y enterrarme entre la gente.
  
 No te puedo arrancar de mi cabeza
 y ahora vago como un perro siguiendo tu olor,
 y se arrastra por el suelo mi alma en pena
 esperando que un milagro apague de una vez tu voz.
  
 Me desangré por esta herida
 y sé que todo es prestado en esta vida.
 Ya no creo en estas cosas de la suerte
 porque lo que no me mata me hace más fuerte.
  
 No te puedo arrancar de mi cabeza
 y ahora vago como un perro siguiendo tu olor,
 y se arrastra por el suelo mi alma en pena.
 Ya no queda más sangre en mis venas y en mi corazón.
 No te puedo arrancar de mi cabeza
 y ahora vago como un perro siguiendo tu olor,
 y se arrastra por el suelo mi alma en pena.
 Ya no queda más sangre en mis venas y en mi corazón
 Ya no queda más sangre en mi corazón.
 
 (Cuando te vas).
   

Por Polaco Altavilla

Reinventarse para resaltar en la escena cultural fue la gran lección que aprendieron los artistas en la pandemia de coronavirus, por las restricciones que hubo de no presentarse en vivo durante muchos meses. A mediados de 2020, Javier Calamaro realizó un show por streaming desde su casa, en un formato íntimo y acústico con el pianista Leandro Chiappe -“el Maestro Chapa” como lo nombra siempre- y con invitados especiales.

“Hice varios ‘vivos’ de Instagram, de Facebook y por YouTube. Como momento íntimo compartido con los fans estuvieron muy bien, pero con las redes sociales siempre se padece una imagen pobre y una calidad de sonido horrible: ésa fue la primera diferencia con este show”, dijo Javier, y contó que como previsión técnica tocaron cada canción sobre un loop para estar en sincro.

“Fue en caso que existiera algún delay entre nosotros, y algunos de esos canales que disparaba el Chapa incluyeron a ‘invitados-colados’ al concierto”, hizo referencia en broma ante la inclusión de “el Maestro Charly” en Sweet Home Buenos Aires y No Me Nombres con su hermano Andrés, “después de más de 15 años que no la cantamos juntos”.

La voz del rock nacional repasó sus mejores temas, que se volvieron clásicos y marcaron una época, y presentó de forma exclusiva su videoclip “Milagro”, que fuera editada en “Kimika” en 2003. 17 años después lo relanzó en un audiovisual en el que la palabra transformación está a flor de piel: masculino-femenino; hombre-mujer, combinaciones binarias que están en cada una de las personas. ¿Cuál queremos mostrar? ¿Cuánto nos censuramos o callamos por miedo a la mirada del otro? ¿Cuál vas a mostrar hoy?

“Cuando grabé aquella versión rapidita y popera no quedé conforme… sentía que daba para mucho más, aunque en ese momento no se me ocurrió cómo encaminarla. Tardé todo este tiempo en darme cuenta que la canción se luce cuando es mucho más lenta, fuerte, visceral  ¡así brilla, es intensa!” refirió Calamaro de su última creación, en pleno aislamiento social.

“Tal era mi emoción al descubrir que Milagro se convirtió en un tema enorme y épico, que sentí que podría ampliar su significado, bajar línea, ‘desnudarme’ para que el trabajo artístico se complete. Acorde con los tiempos que corren pude cumplir -y compartir- la eterna fantasía de convertirme en mujer, fantasía que todos los hombres tuvimos alguna vez, lo reconozcamos o no”, aseguró el recordado líder de Los Guarros.

Con aquella formación editó 7 álbumes que dejaron para el cancionero nacional hits como Bajo Tu Piel, Mujeres y Vino, Rosas En Tu Pecho y Vamos A La Ruta. También hizo propios temas ajenos -reversionados a su manera- como Bienvenidos al Tren (Sui Generis), Imágenes Paganas (Virus), El Corralero (Hernán Figueroa Reyes) y la recreación argenta de Sweet Home Alabama de Lynyrd Skynyrd en Sweet Home Buenos Aires con Charly García, y reconocidas cortinas de las telenovelas Vulnerables (Navegar) y Soy Gitano (Mi Religión).

En 1998 con Diez de Corazones inició una carrera en solitario, y en este formato grabó 10 discos, siendo el último Cuarentennial, el livestreaming junto al Maestro “Chapa”.

Javier se presentó en San Luis en varias oportunidades en diferentes formaciones y con otros formatos musicales.

Uno de ellos fue en una fecha del Festival del Río. Sólo para algunos pocos testigos, y porque las inspiraciones aparecen en momentos impensados y sin prepararse de antemano, en camarines coincidió con Rubén Juárez, quien también era parte de la grilla -en conciertos distintos, cada uno por su lado- pero la fascinación artística que sentían mutuamente logró que, a modo de entrada en calor, cantaran varios tangos. En el set de Calamaro, fuera de la lista de temas que armó para el público puntano, hizo un corte y explicó el porqué del motivo a cambiar sobre la marcha su performance, y acto seguido, invitó al Maestro Juárez con su bandoneón a cantar a dúo algunos clásicos arrabaleros del 2×4.

En 2020 se cumplió una década de la desaparición física del gran bandoneonista y Javier lo recordó. “Viví muchas noches eternas e intensas con el gordo Juárez… ¡aprendí tantas cosas del Hendrix del Tango!”, elogió el cantor al instrumentista. ”Tuvimos muchos shows compartidos, como aquel del festi del Río. Eran noches eternas emocionándome cuando tocaba para mí y sus amigos: cada vez que cantaba ‘Desencuentro’, ¡yo terminaba llorando a moco tendido!”, reconoció Calamaro.