Reportajes

Ana María Abrahin – 7/03/2021

Soy Ana María Abrahin, puntana, docente y peronista. Nací el 2 de septiembre de 1957, en la ciudad de San Luis. Mis padres: María Hernández (hermana de Rosendo Hernández) y Julián Modesto Abrahin. Soy la menor de la familia, hermana de Julián y Carlos Eduardo. Mi padre se dedicaba a la actividad agropecuaria y mi madre era docente. Mi abuelo paterno, Julián, vino de Siria y se estableció en Villa General Roca, donde tenía un negocio de ramos generales. Mi abuela Modesta, era criolla. Mis abuelos maternos, Rosendo y Ana, eran españoles, de Granada y de Almería. Se establecieron en San Luis capital, y mi abuelo tenía una empresa de transporte. Tengo un solo hijo, Justo, y una nieta, Pilar. Ellos son la luz de mi vida.

Mi madre era maestra en la Escuela Nacional de El Chorrillo, desde muy chica me llevaba a su escuela, donde aprendí a leer muy pronto. Recuerdo que ingresé a primer grado un año antes, rindiendo un examen. Disfruté muchísimo mi escolaridad junto a mis compañeras, no solamente en la escuela, sino fuera de ella. Compartíamos mucho en familia. En primaria hacíamos mucho deporte y una de las actividades que nos convocaba, era la Feria de Ciencias; ya en la secundaria, esperábamos con ansias los campeonatos de vóley, la participación del Fogón de San Pedro y San Pablo, y para el 21 de septiembre: el picnic, la carroza (que la realizaba 5to. Año), y participar del baile y elección de la reina del estudiante, entre otras actividades.

Dedicábamos muchas horas al estudio, la división política de África y Europa, por ejemplo, y ahora, con un clic y Google se puede encontrar con muchísima información adicional, y se puede ocupar ese tiempo en otras cosas que son de mayor utilidad. Se privilegiaba la cultura general y la formación humanística, en nuestra escuela y en la realidad educativa de ese momento. Tal vez eso nos marcó mucho y por eso nos cuesta entender, a veces, ciertas improntas de la sociedad actual.

Recuerdo en primaria, como detalle curioso, que los mapas los hacíamos con papel vegetal y tinta china. ¡Cuántas horas dedicadas a eso! Mi madre me envió a estudiar inglés, francés y bellas artes. No tenía tiempo para aburrirme.

Ingresé a la Universidad Nacional de San Luis, en la carrera de Licenciatura en Física, y después me cambié al Profesorado de Matemática. Desde el año 1976 comencé a trabajar en la docencia, y no paré nunca. Fueron años de mucho sacrificio. Estudiar, trabajar, capacitarme y criar un hijo. Tuve la suerte de contar con la invalorable ayuda de mis padres, que me contuvieron en todo momento.

Obviamente que la impronta de la actividad docente viene de mi madre que con su ejemplo de vida me marcó para siempre. Atesoro los dichos y refranes españoles de su madre, que siempre

repetía en el momento oportuno.

Los distintos cargos que ocupé me permitieron conocer y aprender de personas que, desinteresadamente, me enseñaron y formaron. Pasé por las tres etapas educativas del país: Ley 1420, Ley Federal de Educación y Ley de Educación Nacional. Todas ellas desde distintos momentos de mi vida. Durante 16 años fui docente y directora del bachillerato Técnico de Fraga, posteriormente centro educativo. También fui Directora de Hogares Escuelas, donde aprendí a valorar más aún la tarea del docente rural, y finalmente el hito más importante de mi carrera docente fue cuando el Dr. Alberto Rodríguez Saá me convocó para ser Ministra de Educación, por lo que estaré por siempre agradecida.

Actualmente soy la Rectora del Instituto Superior de Seguridad Pública “Cnel. Juan Pascual Pringles”, donde se me plantea un desafío de romper con paradigmas establecidos respecto de la formación de las fuerzas de seguridad, orientada a la formación más humanística, profesional y basada en la defensa y respeto por los derechos humanos.

Me gusta leer, disfruto de novelas y de vez en cuando, vuelta a los clásicos. Me gusta escuchar música siempre, no me gusta el silencio total, disfruto enormemente de los viajes, amo el sol y la playa. A pesar de mis casi 46 años de servicio, quiero seguir trabajando, estudiando y aportar siempre mi granito de arena para la educación de mi provincia. Y por supuesto, militando en el peronismo.