Reportajes

Jesica Flandes-30/05/2021

Mi nombre es Jesica Ivonne Flandes Delicia. Tengo 33 años. Nací en Lomas del Mirador, La Matanza, Buenos Aires. A los 6 meses me vine a San Luis y crecí en “La Calera”, Departamento Belgrano. Ahora vivo en Juana Koslay. Mi madre Gladys Delicia (1953-2010) nació en San Luis, creció en La Calera. Mi padre Iván Flandes (1944, oriundo de Chile, radica en Argentina desde los 17 años, y en San Luis hace 33 años). Mis hermanos: Darío Delicia (48), Alejandro Flandes (31) Anabela Flandes (30). Mi compañero es Rocco, un boxer, dueño de mi corazón. Apareció en mi vida el año pasado en plena pandemia y me conquistó el alma.

Me crie en el campo, en La Calera. Me gusta la comida casera y las costumbres tradicionales como comer asado, puchero, empanadas fritas, queso casero, mates con torta al rescoldo.

Crecí en la casa de mi abuela materna, “Doña Evelia”, era modista, pero también era una mujer que poseía experiencia de la vida de campo.  Recuerdo que solía amasar grandes cantidades para hacer pan. Mi abuela y mi mamá cocinaban bien, con ingredientes básicos, hacían recetas tradicionales.

La Calera es un pueblo que posee un carácter geográfico inolvidable. El clima árido me agrietaba la piel de la misma manera que lo hacía con el suelo. Los mejores cielos los he visto ahí. Mi infancia la viví en La Calera. Me considero del campo.

Me gustaba merodear, subirme a los árboles, tocar las texturas de las cortezas, jugar con barro, hacer comidas con hojas, hacer fuego, andar en bicicleta.

Hice la primaria en el Centro Educativo N°7 Geólogo Román Guiñazú, de La Calera. Allí hice hasta octavo año del secundario. Cuando cumplí 14 años, nos mudamos a San Luis con mis hermanos y mi papá. Mi mamá y mi abuela se quedaron porque mi madre trabajaba como agente sanitario.

Comencé el secundario en la Escuela Pública Autogestionada Nº2 “Puertas del Sol”. Disfruté mi formación, hice amigas, siempre tuve buena relación con los profesores. Desde chica me sentí atraída por el arte y las Ciencias Sociales.

A los 14 me sumé a un taller de teatro en la escuela. Luego seguí haciendo teatro de manera independiente con otros grupos. Después en 2006 empecé a estudiar el Profesorado de Teatro. A los 21 años, escribí y dirigí mi primera obra. Se llamaba Gloria: la máquina, y la presenté en Hugo del Carril. Formé el grupo de teatro “Código Mutante” integrado por: Sandra Andrada, Sabrina Delicia (mi sobrina), Paola Lucero, Marta Medina, Jony Migliozzi, Miguel Rezzano y Sergio.

En 2010, me fui a Mendoza a estudiar Arte Dramático en la Universidad Nacional de Cuyo, pero me volví a San Luis, mi mamá estaba complicada de salud, al poco tiempo falleció, y decidí quedarme. En 2011, a mitad de año abren la carrera de fotografía, y fue como una señal, no dudé en inscribirme. El arte fotográfico despertó una pasión por el lenguaje visual y por el documentalismo fotográfico. También he realizado algunas especializaciones como Coaching, marketing político, y actualmente estoy estudiando Sociología.

En 2012 comencé a trabajar en Agencia de Noticias como fotoperiodista. Uno de mis maestros fue Tino Videla, jefe del área de fotografía gubernamental, un gran amigo.

Hace 9 años que pertenezco al staff de fotógrafos gubernamentales, soy la única mujer, y siempre me he desempeñado en un ambiente donde predomina el trabajo masculino. Como mujer la cosa cuesta un poco más, uno tiene que demostrar el doble de qué es “capaz”.

Me considero una intelectual con cámara en mano, soy una narradora visual, mi materia prima el espacio–tiempo, una máquina, la luz y los píxeles. Soy una chica de oficio. Sé que mi aporte lo hago a través de mi mirada, porque de alguna manera estoy escribiendo la memoria de mi pueblo, mi relato va dejando una huella en la historia de San Luis y eso me llena de orgullo.

Me considero una mujer valiente, aventurera, un poco ermitaña. Disfruto del silencio, de la soledad y de las pequeñas cosas. Me gusta mirar a los ojos y dejarme llevar por una buena conversación.

Soy una mujer de carácter, decidida, honesta y frontal. Llevo una vida tranquila, coherente y eso fortalece mi salud. Me gusta rodearme de personas interesantes, inteligentes y sabias.

Soy perfeccionista, lo veo como un defecto, porque quizás tardo mucho tiempo en concluir mis proyectos. Me enojan las injusticias, el maltrato, la desvalorización, y la incoherencia. Mi poeta favorito es Almafuerte (Pedro Bonifacio Palacios), y mi debilidad son los siete sonetos medicinales.

Me gusta leer textos académicos relacionados con arte, comunicación, fotografía. Disfruto de salir a caminar, leer, escuchar música, ver alguna serie.

Mis padres me inculcaron buenos hábitos de estudio, respeto, compromiso y responsabilidad. De chica he sido independiente, así que agradezco que ellos depositaron confianza y estimularon mi autoestima. 

Tener amigos es un verdadero tesoro. En la actualidad, mis amigas más cercanas pertenecen al ámbito laboral, son periodistas, comunicadoras, editoras, camarógrafas. Compartimos pasiones.