Expresiones de la Aldea, Notas Centrales

BITÁCORA DE PANDEMIA


Hojear sin juzgar el cuaderno de bitácora de viaje en esta pandemia en el que diferentes y distantes personas escriben reflexiones y sentires de esta historia

La Opinión/ La Voz del Sud

Nos asomamos al cuaderno de viaje de Abril Bello, estudiante del último año de la escuela Paula Domínguez de Bazán:

El comienzo de la pandemia y las medidas tomadas por el gobierno fueron, sin duda, un disparador a una serie de cambios en mi vida. Sirvieron para entender otras formas de relacionarme y sobre todo aprender a estar conmigo, aprender más sobre mí por ridículo que pudiese sonar, pude descubrir música y escritores nuevos lo que me facilitó un poco más estar en casa todo el día, por otro lado, me bajoneó mucho porque iba a retomar una actividad que me encanta, y por esto no pude y eso me frustró un montón, además del cambio tan brusco en el ámbito escolar. Esto último siendo algo que sí me descolocó de sobremanera, porque era todo tan distinto y estresante, tanto profesores como alumnos y alumnas estábamos recién aprendiendo sobre esa virtualidad y a cómo sobrellevarla.

A mi entorno el tema del encierro y el aislamiento les tocó en diferente forma, pero indudablemente, y en mayor o menor medida, los ayudó a crecer personalmente, yo creo que a todos nos hizo más fuertes de alguna forma, lo cual me alegra mucho, más que nada cuando estas medidas comenzaron a ceder ya que podíamos compartir tiempo juntos y empezamos a formar parte, de forma tangible, del avance, o ayudar en los momentos de retrocesos del otro. 

Corté lazos muy significativos para mi, lo que me llevó a estar muy mal, a guardarme todo, para después entender lo importante que son los vínculos y el apoyo que nos brindan las personas que queremos y nos quieren.

Además, entre este sube y baja de emociones, estaba el hecho de que mi mamá, siendo personal de salud, tenía que salir a trabajar mucho más y con horarios duplicados, lo que me generaba miedo por ella, y también me agregaba la responsabilidad de quedarme con mi hermana, esto que al principio fue difícil, me ayudó a afianzar la relación con ella, y por suerte no pasó nunca nada con mi mamá hasta ahora.

En conclusión, puedo decir que a pesar de ser consciente del terrible golpe que fue este virus para el mundo en general, y nuestro país en particular, puedo sacarle las partes positivas.

Además de todo lo reflexionado se suma toda la incertidumbre que me generó esto, como supongo que a todos o a la gran mayoría, me cuesta pensar en una realidad tan distinta a la que vivimos hoy en día.

Ver fotos y videos de hace poco más de un año y pensar en cómo se podían dar tales aglomeraciones, el no salir con barbijo, entre otras situaciones más que hoy nos son tan cotidianas, pero si realmente lo pensamos, forma parte de una adaptación muy rápida de la que tuvimos que ser parte.

“La chica del espejo” (tiempos de covid), por Carlos Pun. 2020