Reportajes

Jorge Germán Sepúlveda-18/07/2021

Mi nombre es Jorge Germán Sepúlveda, aunque todo el mundo me conoce como Germán o “Sepu”, apodo de mis días de estudiante de la secundaria. Tengo 29 años, soy nacido en la ciudad de Villa Mercedes, así como mis padres, Jorge y Sonia, quienes me han sabido guiar (y me continúan guiando). Además, tengo dos hermanos menores: Camila y Ariel, que son mi orgullo más grande.

Hoy comparto mi vida junto a Carolina, que además del gran amor que me brinda es mi gran apoyo diario, mi compañera.

Inicié mis estudios en el Colegio Madre Cabrini, en su antiguo edificio de la calle Suipacha en el Barrio Estación. Hice el secundario en el colegio Nº15 “Ing. Agustín Mercau”, conocido como “La Industrial”. De aquellos años, el fútbol en el potrero del barrio se lleva el mayor recuerdo. Supe jugar en la liga infantil, vistiendo la camiseta de una filial de Rosario Central. Cursé mis estudios universitarios en la UNSL, recibiéndome de abogado en agosto del año 2015. Actualmente realizo una Maestría en Economía y Negocios, también en la UNSL.

En los turbulentos 17 años, edad en la que uno se topa con la primera decisión adulta que debe tomar en su vida, mi mente, como la de todo adolescente, era un caos. Fui averiguando por internet y me entero que la FICES acaba de abrir la inscripción para la carrera de Abogacía. El primer día de cursado cambió todo. Recuerdo estar en clases de Historia Argentina y decir “cómo me gusta esto”. Me enamoré de la profesión, los contenidos, pero, sobre todo, nace el sentimiento de sentir la justicia como una necesidad impostergable. Destaco la importancia en mi desarrollo académico de la Dra. Gloria Trocello, mi profesora de Ciencia Política y además, promotora de tantos proyectos de investigación.

En los últimos tiempos mi camino ha tomado un rumbo un poco alejado del ejercicio diario de mi profesión. Pero aún recuerdo esos primeros años de ensayo, de inserción en un mundo totalmente nuevo: pasar de trabajar haciendo la procuración de un estudio jurídico a intentarlo solo; desde formar parte de la cátedra de Derecho Constitucional en la FCEJS, pasar por proyectos de investigación, a formar parte de la Cámara de Comercio de la ciudad, presidiendo la Comisión de Jóvenes; o integrando el Comité Asesor de la Escuela de Economía y Negocios de la UNSL; como Secretario de la Comisión de Jóvenes Abogados del Colegio de Abogados de la ciudad, entre otras. Finalmente, la vida me juntó con un grupo de personas, que hoy puedo tener el honor de considerar mis amigos y compañeros, con los cuales hemos compartido militancia y hemos desarrollado muchos trabajos bajo un mismo concepto: la igualdad de oportunidades y la justicia Social. Hoy, la vida me ha dado una función dentro de la Gestión Municipal. Si bien ya contaba con experiencia en la función pública a nivel provincial, el hecho de trabajar con grandes equipos y sobre todo bajo la conducción de Maxi Frontera, han propiciado mi desarrollo profesional.

Siempre me defino de una forma: soy hijo de laburantes. Mis padres son el ejemplo de mi vida, en esa incondicionalidad y presencia permanente en absolutamente todo, en el jamás darse por vencidos. Soy eso.

La falta de justicia en todas sus formas, la ingratitud, la exclusión, la falta de responsabilidad, son las principales causas de mis enojos.

De mi emoción, los pequeños detalles que pueden cambiar el día, la vida de una persona.

Sin embargo, también hay un componente que mueve mi pasión desde sus cimientos: la montaña. El sentimiento de libertad, soledad e inmensidad que se sienten al practicar montañismo, ha sabido darme de las mejores lecciones de mi vida.

Musicalmente, el rock argentino es mi preferido. Por otro lado, desde pequeño, dedico gran parte de mis días a la lectura. Dependiendo la época del año, paso de la ficción a textos académicos, pero jamás me voy a dormir sin haber leído al menos unas hojas del libro que tenga de cabecera.

Mi tiempo libre está dedicado en gran parte a mi familia y a mi pareja, donde encuentro esa intimidad y tranquilidad tan necesarias.

Por otro lado, jamás abandoné la práctica deportiva, siempre que la situación sanitaria lo ha permitido. Desde hace unos años el kickboxing forma parte de mi vida.

En el proceso de crecer, todos llegamos a una etapa donde creemos tener todas las respuestas. Mis padres siempre han sabido y, se podría decir, que yo he sabido escuchar.

Vivimos en una provincia hermosa, que ha tenido un gran crecimiento y desarrollo. La conducción ha sido impecable: autopistas, viviendas sociales, reservas de agua, salud, educación, innovación tecnológica y digital.

Soy nacido en esta tierra, el arraigo y el amor por ella son parte de mi vida. Una provincia con buena gente, llena de oportunidades. En una época donde el discurso de algunos menosprecia nuestra tierra y propone la emigración, yo invito a que, ante la existencia de problemas determinados, lo tratemos de arreglar entre todos. No nos dejemos engañar, estamos en el mejor lugar.