Expresiones de la Aldea, Tertulias de la Aldea

Dr. Nicolás Jofré

Por José Villegas

El Dr. Nicolás Jofré no pudo, no hizo tiempo o sencillamente no quiso escribir un libro. Quizá sea una asignatura pendiente de sus biógrafos. No me considero un biógrafo suyo, pero sí un admirador profundo de su ideario y praxis. 

Luego de leer estas pocas citas de las tantísimas que he recogido de sus trabajos, y que hoy pongo a disposición de nuestros y nuestra lectoras, creo que queda muy claro cuál fue su pensamiento. Pues entonces lo defino como un valiente intelectual quien, luego de una formación liberal regresa a su San Luis natal (1885) donde ve y siente la injusticia, el avasallamiento y el terror que aún dejaban huellas en la memoria de aquel pueblo humillado. Así se convierte en uno de los primeros revisionistas de esa historia escrita por los “ganadores” de Pavón. Además, es uno de los primeros en reclamar por los derechos de la mujer, y deconstruir historias y conceptos engañosos y pérfidos.

CITAS 

  • ¡La mujer ha sido creada para compañera y no rival del hombre! Y debéis estar orgullosas del puesto que ocupáis porque sois la madre de los grandes hombres, sois las vestales que alimentáis la llama en el pecho de los genios; sois la fuente hipocrene de todos los poetas. Sin Angélica y Leonor no existirían Ariosto ni el Tasso; sin Laura ni Beatriz no existieran ni el Petrarca ni el Dante. (1888)
  • San Martín: ¡Entré triunfante en la ciudad de los Reyes; ordené las campañas que debían asegurar la independencia del Perú y del Ecuador… y en el mapa inmortal de la “Expedición Libertadora”, dejé escritas y ubicadas las batallas de Ayacucho y de Junín!

Pringles: Me sahumé en el humo de todas las grandes batallas, y me cubrí con el polvo y la sangre de los más encarnizados combates. La “Playa de Pescadores” fue la culminación gloriosa de los granaderos a caballo; si el triunfo esquivó sus favores, no pudo empero arrebatarnos la bandera de Los Andes, cuya honra salvamos en las aguas del pacífico, con el escudo del Vencido y no Rendido. (Pringles y San Martín: el brazo y el pensamiento. Diálogo imaginario. 1912)

  • “Bárbaro fue el asesinato del Gral. Peñaloza, benemérito de la Patria; que fue perseguido, y combatió contra la tiranía: bárbaro fue porque rendido y prisionero en su propia casa, atado de manos y al lado de su esposa, fue cruzado de lanzazos, degollado, mutilado en miembros que por pudor no nombro, y puesta su cabeza en un palo de la placita de Olta. ¡Y ese crimen fue aprobado por el Delegado Nacional Don D. F. Sarmiento!  (El Gral. Juan Saá, alias “Lanza Seca”. Apuntes para su Historia – 1915)
  • “Por eso, cuando después de medio siglo de prejuicios, se vuelve la mirada para recoger la tradición y releer los amarillentos papeles, es posible que nos formulemos esta interrogación: ¿Por qué se han escrito estos libros? ¿Por qué se nos ha dado a mamar leche de mistificación? ¿Por qué aparecen páginas en blanco y tumbas silenciosas y sin flores? ¿Fue acaso por arte de la pasión demoledora?” (El Gral. Juan Saá, alias “Lanza Seca”. Apuntes para su Historia – 1915)
  • Está claro que hay una diferencia sustancial entre un “lancero” y un “lanceador”. El primero es un combatiente heroico que pelea muchas veces en inferioridad de condiciones con una lanza o pica frente a un arcabuz, carabina o un sable. de acero y filo. Lanceadores fueron esos jefes que desde 1861 en adelante mandara el Gral.
  • Mitre para “pacificar” las montoneras: tales como Arredondo que hacía apalear y fusilar a sus soldados; lanceador era Rivas, y lo era Iseas, gaucho cobarde que todas las mañanas, después de libar sus copas, se presentaba a media rienda al patio de su cuartel (en Villa Merdedes), hacía formar los presos para almorzarse uno, y cuando no había de estos, uno de sus propios soldados; lanceador era Sandes que vino a esta provincia como el más feroz latigazo de crueldad. ?” (El Gral. Juan Saá, alias “Lanza Seca”. Apuntes para su Historia – 1915)
  • Así peleó, dicen, aquel lancero, trayendo su lanza, como su sable .chorreando la sangre del entrevero… Lo que resultó de esa lucha ya está escrito en libros de textos, muchas veces llenos de mentiras, pues, siempre se ha dado a la juventud a mamar leche de mistificación. (El Lancero Ayala- 1937)
  • Los historiadores nos hablan de Cabral, que al morir tuvo la fortuna de gritar .Muero contento, hemos vencido al enemigo… Pero nada nos dicen de Baigorria, el humilde puntano que, mientras caía Cabral, se batía denodado quitando con su brazo los sablazos y lanzadas hasta sacar a San Martín debajo del caballo, que es como decir: salvar la libertad de América!! (Los cuatro Hermanos Videla – 1937)
A la derecha, el Dr. Nicolás Jofré, con el diario “La Reforma” en la mano, hacia 1930, en la terraza del edificio de Casa de Gobierno.
Foto: José La Vía.