Por Adriana Toledo Pedroza

Parece que en nuestro afán de complicarnos la vida los artistas plásticos siempre estamos buscando originales maneras de decir, materiales que nos llamen la atención o nuevas formas de contar las historias de siempre.

Hace unos años han llegado a Galerías, Museos y Bienales del Mundo obras, muchas veces de medidas descomunales, realizadas en base a nudos y costuras. A pasos agigantados avanza el Arte Textil o Fiber Art y se instala decidido, hasta el punto de crearse bienales específicas. Ancestralmente América Latina fue siempre prodigio en esta especialidad gracias a las obras maestras que aún hoy crean los nativos originarios, desde pequeñas muñecas para diversión de sus niños hasta detallados murales como memoria histórica de un acontecimiento particular u homenajeando a algún Dios o cacique.

En tanto que en Europa son famosos los murales que diseñaron grandes artistas (siempre me pregunto qué hubiera sido de Goya si no hubiera trabajado como diseñador de alfombras, donde fue conocido y valorado por las autoridades reinantes), maravillosas creaciones admiradas como artes aplicadas, como objetos utilitarios o subordinados a disciplinas como la arquitectura, moda o la decoración.

Nuestra provincia fue un punto destacado con las creaciones que se hacían en la fábrica de alfombras, eran tan admiradas que durante mucho tiempo para la presidencia argentina era regalo obligado a los embajadores y distinguidos que visitaban el país. Esta fábrica fue recuperada en 2018 por un sueño de nuestro gobernador Alberto Rodríguez Saá y se gestiona a través del Programa Cultura. Emplazada en la ciudad de La Punta, allí se realizan exposiciones de la temática, capacitaciones y seminarios específicos.

Testimonios de expresión

Pero, volviendo al tema, me llama la atención el protagonismo de este campo denominado como Arte textil Contemporáneo, y que abre invaluables e infinitas posibilidades de expresión con elementos humildes, desde un pequeño costurero y al alcance de todos.

En esta categoría instalada en el mundo del arte podemos ver obras esculpidas con gigantes volúmenes que cuelgan o emergen realizadas con todo tipo de tejidos, formando una imagen etérea, como la realizada en Madrid en 2018, momento en que apareció una nube roja creada por redes de pesca sobre la Plaza Mayor, o las maravillas de puentes y parques de juego colgantes o planos de planetas multicolor creadas por Ernesto Neto y Toshiko Horiuchi MacAdam, pintando con hilo o collages de textiles reciclados.

Destacan también las obras realizadas con maestría hasta en la expresividad de sus rostros de nuestro artista Daniel Boggio, de Estancia Grande, en su colección “Mala Educación”, o bordadas al detalle, como las obras de Graciela Artaza de Villa Mercedes. Myriam Aguirres, de San Luis capital, realiza obras con apliques y cuentas multicolor, o también encontramos obras sobre fotografías seleccionadas, como las postales de Florencia Miranda, o mixtas, como las obras de Teresa Lorenzoni que, sobre un bastidor, arma mandalas realizados con botones, sin olvidar las maravillas realizadas en vellón, con una impresionante exactitud tonal y cromática tal que hay que acercarse para verificar si están realizadas a pincel o la versión más tosca de la lana, con la maestría que realizan las chicas que conforman al grupo artístico de San Luis “La Madre del Borrego”.

Es bueno aclarar que la palabra ‘textil’ proviene del latín texere, que significa ‘tejer’, ‘trenzar’ o ‘construir’. El tejido más simple es el fieltro, compuesto de un conglomerado de fibras y confeccionado mediante un tratamiento por vapor de agua y presión. La mayoría de los textiles se fabrican a partir de hilos o cuerdas, dependiendo de su grosor, confeccionados por torsión o trenzado de las fibras. Los hilos se tejen, tricotan o enlazan para formar una tela o paño que puede utilizarse para hacer ropa y otros objetos.

Una de las exponentes de este tipo de arte es Joana Vasconcellos, que se convirtió en la primera mujer en exponer sus impactantes obras en el Palacio de Versalles. Es una artista plástica portuguesa contemporánea, residente en Lisboa. Considerada por algunos medios la mejor artista del año 2019.

Las artes textiles también incluyen las técnicas utilizadas para su decoración: las telas pueden pueden teñirse e imprimirse para añadir colores y dibujos; o decorarse mediante el bordado y otros tipos de costura y encajes. Estos métodos de costura, así como las herramientas, las técnicas empleadas y los objetos confeccionados entran en la categoría de las “artes textiles”.

Otros ejemplos de este tipo de arte los podemos encontrar en obras como “Recto” y “Verso”, de Cayce Zavaglia, un trabajo que fue bordado a mano por la artista estadounidense; “Cal to prayer”, de Sylvie Franquet /(2012-2015), una obra hecha con lana, acrílico y lurex sobre lienzo de algodón; “Cáscara de plátano Andy”, de Alicja Kozlowska, una escultura de fieltro bordado; o “Beenoutsincethismorning”, de Francesca Cramer, cuyos trabajos están bordados a mano sobre postales antiguas.

También puede destacarse el trabajo de artistas como Audrey Walker, con  “Simple pleasures: Red wine” (2014); los argentinos Leo Chiachio y Daniel Giannone, con sus bordados a mano como “HeArtBreakers” (2015/2016); Alexander Henry con “Selva Blanca” (2015); José Romussi, con sus colecciones “Newserie” y “HaLo”, en donde el artista chileno trabaja en la experimentación con materiales.

Algunos combinan el arte con el mundo digital. Es el caso de Julie Cockburn , que con su muestra “Moonscape” (2019), hace bordado sobre fotografía. Las obras “TellingitSlant”, en Flowers Gallery (Nueva York) y Messums (Londres), son ejemplo de ello.

Mana Morimoto también se define como una artista textil y digital, combinando en obras como “Mt. Rushmore”, “Lady Exerciselsers” el bordado sobre impresiones fotográficas.

Por último, este tipo de arte también recicla: Ulla-Stina Wikander borda en punto aguja sobre objetos vintage (como en “SwanChair” y “Dialog”).La artista sueca convirtió sus esculturas en objeto de deseo de coleccionistas.

Lyndie Dourthe, en cambio, recicla trabajos previos y crea obras etéreas, como en las series “Anatomía” y “Botánica”.

Así, las creaciones textiles se instalan como última tendencia de vanguardia y avanza a pie firme en el Mundo del Arte, desde joyería hasta performances, instalaciones y esculturas.