La Aldea Antigua

107 hombres por cada 100 mujeres

La Opinión/ Octubre de 1921

¿Han de permanecer para siempre solteras dos millones de mujeres? Hoy se encuentra en Inglaterra esa cifra de mujeres superfluas, debido como es natural, a las bajas ocasionadas por la gran guerra. ¿Cuál es la respuesta mejor a esa pregunta?

¿Cómo resolverá Inglaterra ese problema de las mujeres?

Sobre tema de tan palpitante actualidad, Margery Rex ha escrito un notable artículo, cuyos párrafos más interesantes extraemos a continuación:

Lord Nortelifje, recientemente entrevistado por una joven periodista contestó sin vacilar:

Dígale a su jefe que busque una solución y nos diga qué debe hacerse de los dos millones de mujeres superfluas que tenemos ahora en Inglaterra. Es una cuestión que interesará al mundo entero.

Las mujeres americanas, preocupadas por los problemas sociales, han ofrecido varias soluciones, entre las que figuran éstas:

La emigración a los países en que hay más hombres.

Que las mujeres se hagan valer como material matrimonial para conquistar a los hombres de otros países.

Satisfacer sus instintos maternales cuidando y preocupándose de los niños de su patria, hijos de mujeres que han encontrado esposos.

Y mantener la creencia de que hay siempre una “media naranja” para cada una y que si no se encuentra, la mujer está mucho mejor sola.

Mrs. Olive Scott Gabriel considera ese sobrante de seres femeninos en Inglaterra como una fortaleza de la nación, y cree que no existe ningún grave problema en ese predominio numérico de la mujer en Inglaterra.

Dos millones de mujeres en cualquier país son un capital activo y uno pasivo. Las mujeres son iguales a los hombres cualquier actividad, política, económica y constructivamente. Me refiero a la organización de los países después de la guerra. Los hombres juzgan a las mujeres vulgares cazadoras de maridos. Los hombres se preocupan más de lo que quieren las mujeres que de lo que hacen. En las condiciones modernas yo creo que las mujeres se casan para tener hijos y educarlos en los más altos ideales. No se casan ya para tener que comer. Muy pocas quieren casarse a no ser que den con el hombre que les conviene moralmente.

Mrs. Raymond Brow, notable sufragista y directora de la revista “Woman Citizen” ha exclamado:

Dos millones de mujeres “extra” ¡Inglaterra es rica de verdad! La mujer, casada o no, tiene el instinto maternal. Si esta cualidad no se dedica a los propios hijos, las mujeres pueden ayudar a su país en mucho.

Le ha propuesto que emigren las jóvenes inglesas a Estados Unidos y se casen con el sobrante de la población masculina estadounidense.

El censo de 1920 demuestra que en dicho país hay 107 hombres por cada 100 mujeres. Las últimas cifras de la población dan un sobrante de 2.692.288 hombres de más de 21 años que excede en 2.443.397 el número de mujeres sobre esa misma edad.

“The Woman Citizen” fue producido por NAWSA desde 1870 (cuando se tituló The Woman’s Journal) hasta 1931. El periódico se transformó en The Woman Citizen en 1917 bajo la dirección de Carrie Chapman Catt. Durante la Gran Guerra, las sufragistas utilizaron la salida como una forma de promover la idea de la ciudadanía femenina. Trató de explorar todas las vías de noticias
de mujeres en lugar de solo noticias de sufragio.