Expresiones de la Aldea, San Luis, Tertulias de la Aldea

El odio… y la ira. La caída… y el ultraje

Por José Villegas

Para una interpretación cabal del significado del Golpe de Estado de 1955 y los sucesos en San Luis, hay que relacionar las acciones civiles con las militares. Para ello realizaremos el análisis desde el punto de vista de los sucesos y la participación de los civiles en ellos, y cuáles fueron las conexiones y participación de hombres políticos de San Luis.

Mientras el Gral. Arandía y su grupo de golpistas presionaban al Gral. Raviolo Audisio para que abandonara la conducción de la columna que venía de Mendoza con el objeto de desembocar en Córdoba y sofocar la sublevación de Lonardi, el gobernador Víctor W. Endeiza se mantenía en la Casa de Gobierno aquel 17 de septiembre, rodeado de sus funcionarios más leales, confiando en que estos militantes eran leales al Gobierno. 

Se desconocía prácticamente lo que sucedía en la sede del comando, y sólo se tenía la noticia que el coronel Trucco y el Gral. Sosa Molina habían marchado hacia Córdoba, en una especie de vanguardia con los pocos hombres que quedaban, para intervenir contra los sublevados.

Casi no hubo resistencia. Todo empezó con un llamado telefónico desde el cuartel comunicando al gobierno que vendrían hacia la Casa de Gobierno un grupo de militantes a “reforzar la guardia” para “custodiar mejor al gobernador y sus funcionarios”. En conversaciones (de las que aún conservo las cintas grabadas) allá por agosto de 1993, con Don Mauricio Zoppi, dirigente peronista de la primera hora y testigo presencial de aquellos sucesos, me relataba: “La guardia que teníamos del Ejército ya había marchado para Córdoba y no había quedado nadie, solo algunos policías de la Provincia y Federales, cuya jefatura ejercía Alfi Menéndez. Llega este grupo, piden hablar con Endeiza quien accede, ignorando la real intención, como todos nosotros, de este grupo. Lo increpan, y le piden la rendición. Ahí es cuando empezamos todos a ir presos. Lo detienen al gobernador y en ese momento toma real conciencia de la traición, ya que él mismo había ordenado a la guardia de la policía, que en ese entonces dirigía Nicolás Jofré, que los dejara entrar”.

El 19 de septiembre de 1955 el Diario “La Opinión”, publicaba la noticia del nombramiento de las nuevas autoridades de la provincia. Como Gobernador Interventor Provisorio fue nombrado el Coronel Carlos Trogliero (uno de los conspiradores). Se designó al Mayor Lindor Sosa Gutiérrez como jefe de policía, y como jefe de la División Seguridad, al Mayor León Santamaría. Por el mismo tiempo el presidente golpista Lonardi designaba también a los gobernadores interventores en Mendoza: Gral. Nazar; y en San Juan: Tte. Coronel Mario Fonseca.

El día 20 de septiembre el nuevo gobernador dispuso la disolución de la Legislatura Provincial y ordenó desmontar los bustos de Eva Perón que se encontraba en el hall de la Casa de Gobierno, en los locales públicos y en las calles de la ciudad.

Con respecto a los civiles que formaron los “comandos revolucionarios” y que más adelante formarían parte de la “Junta Consultiva de la Provincia”, algunos nombres son: Fernando Navarro (ex dueño de la tienda La Yolita); Blas Ortiz Suárez (por el PC); y otros dirigentes “sueltos”.

(*) Continuará

Víctor Waldino Endeiza fue un empresario y político argentino, gobernador de la provincia de San Luis durante la segunda presidencia de Juan Domingo Perón, a cuyo partido pertenecía. Depuesto por el golpe militar que encabezó el General Eduardo Lonardi en la llamada “Revolución Libertadora”.