Reportajes

Maximiliano Alexis Llano-20-02-2022

Soy Maximiliano Alexis Llano, nací el 16 de diciembre de 1990 en San Luis. Me crie en la zona de San Roque, allí cursé la primaria en el Colegio 139 Bartolomé Mitre, parte de la primaria en Las Chacras y el secundario en el Colegio Roberto Moyano, en el Chorrillo, actualmente vivo en Los Puquios. Durante el último año de la secundaria empecé con el ingreso a medicina en Mendoza, por entonces trabajaba en mantenimiento en Flay, todos los sábados me iba a las clases de repaso que se hacía para las personas del interior, para las clases de lunes y martes, en la Universidad Nacional de Mendoza. Con el apoyo de mi papá, que en ese momento tenía trabajo.

Cuando faltaba un mes y medio para rendir el examen de ingreso, mi papá se quedó sin trabajo, me habló y me explicó que no me podía mantener, así que en ese momento dejé en stand by la carrera. Comencé a trabajar en una agencia de vehículos, después me casé y mi esposa empezó a estudiar Enfermería, en tres años se recibió de Enfermera Universitaria, e ingresó a trabajar en la Clínica Rivadavia, pasó a Carrera Sanitaria y me propuso que yo siguiera  mi sueño de estudiar medicina, allí ingresé a la Universidad Católica de Cuyo.

 He trabajado de mozo en La Punta, en un restaurante de la Avenida Illia y  en la cocina de la terminal vieja. La cuota de la facultad era alta pero llegaba con lo que había juntado y el sueldo de mi esposa, cuando pasé a segundo año aumentó casi el doble y se me imposibilitó seguir. La facultad me dio la posibilidad de un préstamo educativo, cobrándome el 50% del valor de la cuota, con el compromiso de devolverlo durante seis años al finalizar la carrera. Aun así era alta para mí, pero salieron las inscripciones a plan solidario donde me inscribí y entré gracias a Dios. Uno de los obstáculos es el dinero, sobre todo cuando no se tienen los recursos, ni familiares que puedan ayudar. 

Somos trabajadores humildes, tanto de mi esposa como los míos, además yo ya tenía mi propia familia y en ese momento no estaba la carrera en una universidad pública de San Luis, a los tres años se abrió la Universidad Nacional en Villa Mercedes. A veces no se piensa en el resto de los costos como por ejemplo el estetoscopio, las fotocopias, los libros, el traslado hasta allá, y gastos que no se prevén, algo que noté incluso en la carrera de mi esposa.

Terminé mi última materia de cursado en marzo de 2021, después durante un año se hace el internado, acá se llama Prácticas Finales Obligatorias, donde se rota por diferentes servicios como obstetricia, pediatría, cirugía,  durante 6 semanas, además, se hace una rotación anual en emergencias en el hospital, para luego rendir un múltiple choice de cien preguntas, lo que habilita para rendir el examen oral. El examen duraba diez minutos en consultorio en diferentes asignaturas como gineco-obstetricia, donde entraba me presentaban un caso clínico y debía resolverlo en diez minutos, sonaba una campana y pasaba a otro caso, son seis postas en consultorios, así finalizó la carrera, eso fue el 18 de diciembre. 

Oficialmente estoy recibido de médico y ahora viene el proceso legal del pedido de título.  En Villa Mercedes estoy en un servicio de emergencias en ambulancia, haciendo prácticas para tener experiencia prehospitalaria. Mi esposa trabaja en el hospital, una semana antes que yo rindiera mi último examen de la carrera se recibió de Licenciada. Ella  se llama Dayana Muñoz, y nuestro hijo de seis años es Ian Gael. 

A mí me gustaba escalar, algo que antes lo practicaba seguido, ahora ya no tanto. Mi mensaje para los jóvenes es que si pensamos un poco siempre nos podemos frustrar, el tema es como se sale, derrotado o levantándonos. Uno estudia y trabaja, a veces ni tiempo para estudiar, tenés que cursar, trabajar, cumplir horarios, en el plan siempre me han apoyado, pero tampoco quería descuidarlo por respeto a los compañeros. Hay que buscarle la vuelta a los impedimentos, buscar que todo encaje, es difícil pero si se va a dar todo va a encajar, así que a los jóvenes que están en el plan y quieren estudiar, de mi parte los aliento a que hablen con sus referentes para que los apoyen. 

Hay una película que se llama Manos Milagrosas, es muy inspiradora, las circunstancias de su vida le decían que jamás iba a ser médico, terminó siendo uno de los mayores neurocirujanos pediátricos de Estados Unidos y uno de los referentes del mundo en cirugía de siameses, pensé que si él lo logró, yo también podía. A mí me gusta la parte más activa, lo quirúrgico, donde se está entre la vida y la muerte. Me gustaría dejar una impronta en la medicina, descubrir algo, hay muchas enfermedades que son de nuestra zona, buscaría la forma de investigarlas. Un sueño como persona es que mis pacientes me recuerden y vean la diferencia.