Barrilete en la tarde
Olga Appiani de Linares (*)
El barrilete es una estrella azul sobre el azul más claro del cielo, un pájaro de papel que mi padre sujeta con su mano de hombre, con su risa de niño.
Mi hermano aplaude, los ojos se le van tras ese vuelo anclado, se enredan en los flecos multicolores, bailan en los estremecimientos de la cola, larga trenza de chino sobre las espaldas de la tarde.
Mi padre ríe y no puedo dejar de mirarlo; voy copiando su sonrisa y también que se me llenan los ojos de lágrimas; no sé, es como si no me alcanzara el cuerpo para meter tanta alegría y tuviera que sacar un poco afuera, con estas lágrimas. Que no son tristes, no, y son también tan mágicas como esta tarde de domingo, el sol de otoño sobre los árboles de la plaza, y la nube que huye, también ella pájaro y barrilete.
Me acerco a papá. Mi cabeza apenas le llega a la cintura, lo abrazo, alzo los ojos y encuentro un instante los suyos, sin sombras, brillantes.
-¿Contenta, pichona?-dice, y yo asiento en silencio.
Huele a tabaco, a colonia y ropa limpia, el sol inventa estrellitas en el vidrio de su reloj pulsera.
Ojalá pudiéramos seguir aquí para siempre, guardar en el bolsillo este momento como una fotografía que puede mirarse una vez, y otra, y otra…
Porque hoy papá está de vuelta, y ríe y remonta para nosotros, con nosotros, ese barrilete azul que tiembla en el aire como un sueño, un pájaro, una nube…
(*) Este texto de la autora de CABA, Buenos Aires. Argentina fue premiado con un primer premio, y conforma parte del libro: Antología Prosa Poética Homenaje a Raquel Weinstock. Su versión digital está disponible en: https://laopinionsl.com.ar/antologia-certamen/
Salir en el diario es importante, no estar en la página de policiales. FELICITACIONES EN MAYÚSCULA. Un abrazo te, te quiero y te odio. Mañana brindamos.
Gracias, y sí, tenés razón, en eso de no estar en la sección de policiales. Besos (y no me odies tanto, que vos me sacás varios cuerpos en publicaciones…)
Querida amiga, admirada profesional de las letras. Todos tus escritos están llenos de humanidad, de amor.
Te felicito por este texto y por todos los que te conozco. Maravillosos.
Mil gracias, Susy. Besos
Hermoso, Olga, al leerlo me has hecho viajar a mi infancia, con papá que era la exactitud en barriletes y mi adorado hermano menor.
Gracias, muchas gracias, por este paseo de domingos, en mi infancia.
Un abrazo, y gracias. Me alegra haberte hecho viajar a ese, tu lugar de felicidad
Felicitaciones querida Olga. Bien merecido. Hermoso, hermoso. Gracias por llevarme de paseo a mi infancia poblada de barriletes.
Un abrazo, querida Cristina. Ojalá siempre podamos volver a los lugares y momentos que nos hicieron felices