Reportajes

Eric Weigel-17-07-2022

Soy Eric Weigel, nací en la ciudad de San Luis el 26 de febrero de 1978, tengo dos hermanas mayores: Liliana y Adriana, hijo de Alberto Weigel y Lilian Carreño. Mi infancia fue muy feliz, particular propia de que mi mamá, que era docente, iba avanzando en su carrera y por consiguiente mudándonos. Vivimos en la ciudad de San Luis hasta 1983, luego en Los Molles donde fue directora, vivíamos en la casa contigua a la escuela. En 1986 nos mudamos a La Toma, allí fue designada como Inspectora. En 1987 nos trasladamos a Paso Grande porque nos gustó, viví allí un cambio importante en lo social, coseché grandes amigos que hasta el día de hoy  recuerdo y a veces veo. 

En 1991 nos trasladamos a La Toma, donde comencé mis estudios secundarios, en 1995 nos constituimos nuevamente en San Luis hasta la actualidad. Las tareas que cumplo en mi actividad profesional son diversas y varían según el proyecto en el que me encuentre: a veces soy sonidista, a veces entrevistador y a veces productor, trato en lo posible de ser productor y entrevistador, el oficio de sonidista lo heredé de una primera carrera que estudié en la universidad, lo hago por esa vocación que me ha quedado, pero no es una de las que más prefiera en el mundo audiovisual. 

Hice la carrera de producción musical en la UNSL, de chico tuve afinidad por la música, mi madre tocaba el piano muy bien, nunca me lo inculcó de manera directa pero sí me dio información con respecto al arte y la literatura, siempre estuve nutrido en mi infancia de esos colores. Cuando terminé la secundaria decidí estudiar una carrera, en ese momento dudé entre comunicación social y producción musical, me definí por producción. Cuando se abrieron las carreras de cine y televisión en la ULP comencé a cursar con la idea de reafirmar mis conocimientos, había una materia que era sonido directo para cine. Me atrajo bastante, encontré un nuevo mundo audiovisual como concepto más abarcativo y general, con la posibilidad de contar una historia a partir de ese nuevo lenguaje, no solo el sonoro, ni musical. Cursé esa carrera e ingresé a trabajar una vez recibido en el área de audiovisuales de la ULP. Realice trabajos informales, me gustaba mucho ser productor y entrevistador, así comencé y esa fue mi principal escuela. 

En 2011 arranqué produciendo contenido para Canal 13 de San Luis, y fue un gran aprendizaje. Conocí a Facundo Sartes, con el cual emprendimos un camino que sostenemos hasta hoy, en este momento nos encontramos realizando dos producciones, una llamada “Génesis”, que es sobre historias de vida, otra llamada “Arca” con la cual arrancamos la quinta temporada en septiembre. Es un trabajo que me apasiona y gusta mucho, trato de vivirlo con ese cariño y respeto, me ha marcado mucho desde lo humano y tiene algo de relación de haber vivido en pueblos, esa parte social es lo que también me atrae de mi trabajo, compartir historias y vivencias. Hacemos una especie de relevamiento arquitectónico histórico de la provincia, es una mirada muy importante de la historia. Es también un nexo entre los hechos y el público, es para mí y todo el grupo una gran responsabilidad. Me gusta la historia y la sociología en general, cómo la historia afecta a lo social y recíprocamente, me parece muy interesante y San Luis es una provincia con historias, de gente, vidas, construcciones a lo largo del tiempo, es muy rica en ese sentido. Cuando no estoy trabajando trato de despejarme lo máximo posible, en esta fracción de la vida trato de compartir tiempo con mis hijos, me gusta mucho cocinar, pretendo indagar en ese mundo. 

Me gusta tocar el piano, me ha quedado esa faceta de músico que no llegué a desarrollar de manera profesional y ha marcado mi vida. En este momento estoy leyendo “Hábitos Atómicos”, sobre un sistema a partir de pequeños cambios para poder generar un sistema de hábitos sostenidos en el tiempo. Respecto a los sueños creo que con el tiempo van mutando, y se van pareciendo más a la vida en general. Cuando se es niño se ve en un sueño algo fantástico o mágico, y cuando crecemos nos damos cuenta que, (por lo menos eso me pasó a mí) lo que sucedía en mi vida estaba bien, y que anhelo poder seguir viviendo de esta manera. Tiene que ver con cuestiones que hacen a mi felicidad: mi trabajo, mis hijos, amigos. 

Sueño que toda mi vida siga siendo así. Siento que tengo y tuve todo lo que una persona quiere tener en su vida: una familia amorosa, mis padres que me inculcaron el amor, mis hermanas que supieron cuidarme, mis hijos: Felicitas de ocho y Benito de veinte. Si pienso condensado en estos cuarenta y cuatro años, me parece que tengo que estar agradecido por lo que vivo todos los días. Siento que la vida superó mi imaginación y pude lograr más de lo que yo pretendía.