Reportajes

Rita Almada Pardini. 17-07-2022

Mi nombre es Rita Darsie Cledía Almada Pardini. Cumplo 65 años, nací el 31 de mayo de 1957 en Villa Mercedes, donde resido actualmente. Mi padre fue Enrique Almada, era concertista de guitarra, oriundo de Ayanco, un paraje de San Luis en límite con La Pampa. Mi madre Irma Pardini de Almada, era profesora de piano, de acordeón a piano, y musicóloga, oriunda de Villa Mercedes. Tengo un hermano fallecido, Jorge Almada. Dios me bendijo con el nacimiento de mi hijo Carlos Enrique Perinetti Almada, 32 años, es comerciante. Heredó la vocación de su familia paterna, su bisabuelo don Luis Perinetti fundador de la primera ferretería de la ciudad. Estoy en pareja desde hace 16 años, nos encontramos en el camino de la música, Dios me bendijo con la compañía de este gran hombre: Pepe Villegas, cantor, autor, y compositor. 

De mi niñez recuerdo de ver a mi madre y a mi padre conmigo haciendo percusión, con tan solo 4 años ya en la batería, mi madre era jazzista y mi padre folclorista, ambos docentes, jugaba a tocar un instrumento. A los 4 años nos a Buenos Aires. Hasta que regresé a la ciudad a los 31 años.

Siempre fui a la escuela de Nuestra Señora del Buen Consejo, un colegio de monjas, y al Sagrado Corazón, ahí nos recibimos con mi hermano. Me casé a muy temprana edad, a los 17 años, ya finalizados los estudios.

Mi inclinación es desde niña, mi madre con el piano en casa, el arpa india, la batería, el acordeón, yo tenía un amor profundo por mi padre, entonces me atrajo él con su guitarra, me quedé con la guitarra y viajaba a las giras suyas desde muy chiquita. Ahí nace mi gran amor por la guitarra, siempre le pido Dios que me lleve al cielo mientras esté tocando arriba de un escenario, sin arruinarles la actuación a mis compañeros, pero yo quiero partir haciendo música.

Desde los 14 años que he grabado para los sindicatos de Buenos Aires. Con la marcha peronista entre otras, decían allí que mi voz se parecía mucho a la de Nely Omar. Trabajo de música y también de docente. Mi padre tuvo el primer sello grabador puntano en Buenos Aires. Se llamaba AYANCO, ese era su negocio. Soy maestra de guitarra y de vocalización, recibida con el profesor Alvarado, un tenor del Teatro Colón, la docencia es lo más maravilloso. He enseñado en Casa de la Cultura, en la Universidad de La Punta, en Bellas Artes, en muchísimos comedores barriales, hace más de 30 años que llevo de carrera. Estoy por grabar (siempre digo) mí último disco, con Hernán Medaglia, en ese trabajo voy a insertar las dos personalidades de mi padre y de mi madre, voy a grabar jazz, tango, “folclore, cuyano y norteño”, de todo un poquito.

Momentos que marcaron mi vida fue cuando falleció mi padre: dejé de tocar y de cantar por lo menos 10 años, fue terrible, fue devastador. Otro momento fue en 1989 cuando nace mi hijo, que me cambia la vida y le meto para adelante, comienzo a trabajar sin parar, con las actuaciones, y ahí comienzo otra grabación, y desde ese momento nunca paré, tengo que agradecer la buena disposición que ha tenido Cultura, nunca me faltó trabajo, siempre me tienen presente.

Soy una persona de tener mucha fe en Dios y en la virgen, de proceder, en lo posible, bien.

Me emociona cuando se pone de pie un Cosquín, un Jesús María con las Cien Guitarras Mercedinas, se me caen las lágrimas, soy la primera mujer fundadora desde la hora cero, esta última Calle Angosta fue apoteótica. Mi pasión está repartida en la música, la docencia, la familia, mi hijo. Me molesta la deslealtad, entre que me amen y me sean leal, prefiero la lealtad.

Me gusta mucho el rock nacional, el folclore, la música inglesa, particularmente. Enseño y escucho todo tipo de música, no se puede descartar ninguna expresión musical. Cuando era más joven leía mucho, supe escribir mucha poesía.

Disfruto mucho de mi tiempo libre paseando con mi pareja, y después agarramos la guitarra, no ponemos a practicar, improvisamos, nos reunimos con amigos.

Actúo desde los 6 años, desde muy niña estuve frente al público, y la enseñanza de mis padres fue que siempre había que ensayar y mucho, el ensayo es primordial y fundamental para cualquier músico, cantante, o para cualquier artista. 

La amistad ocupa un lugar primordial en mi vida, aquel que fue leal conmigo puede contar en todas conmigo para siempre.

En el año 1988 volví a mi provincia sin mi padre, solita, desde ese momento con mi hijo de dos años, comencé a trabajar en esta bendita provincia, siempre conté con el apoyo y he tenido la bendita suerte que nunca me faltó trabajo. Veo una provincia pujante culturalmente. Villa Mercedes no tiene los cerros, pero tiene la cultura, la danza, la poesía, la literatura, la música, los diferentes instrumentos que toca la gente de todas las generaciones, qué maravilla, amo la Casa de Cultura, siempre digo: esa es mi casa. Amo esta provincia, se han comportado conmigo excelentemente.