Reportajes

Rafael Roque Costa-31-07-2022

Mi nombre es Rafael Roque Costa. Nací el 31 de mayo de 1973 en San Juan. Mi infancia la viví en Río Cuarto donde llegamos cuando tenía tres años, allí comencé a jugar al básquet en el Club de Acción Juvenil a los seis años, también practiqué fútbol y al tenis. Somos cuatro hermanos, mi hermano mayor jugó en la selección de Córdoba y en la preselección Argentina. Marcelo Spertino hizo un reclutamiento en Río Cuarto y vinimos cuatro chicos a jugar al Club La Merced: Medina, Aldo Rizo y Ponce de León. Nos instalamos con las ilusiones de comenzar en el profesionalismo, eran épocas donde recién comenzaba la Liga Nacional, años 90. Mi primer torneo lo jugué para La Merced. Después jugué para el Club Aviador Origone una temporada, donde fui base titular, experiencia que pude capitalizar en la temporada 91-92 para G.E.P.U., donde de a poco comencé a tener minutos en cancha, perdiendo la final contra Atenas de Córdoba.

En la temporada 92-93 salimos campeones, era el equipo de Juan Spil, el ¨gallo¨ Pérez, el ¨lobito¨ Fernández, Carl Amos, Elnes Bolling, Roland Houston, Sergio Dacuña, entre otros. Yo era parte de los jugadores que rotaban para estar en cancha y fue inolvidable la final del sexto partido contra Atenas en Córdoba. Jugué también la última temporada, la 93-94 donde quedamos en el quinto lugar. Recordando aquellos momentos, no puedo dejar de mencionar la semifinal 92-03 contra Comodoro Rivadavia, perdiendo nuestro primer partido de local, dimos vuelta el segundo encuentro, donde sentí que había hecho un gran partido, anotando 20 puntos. Este triunfo fue fundamental para poder mantenernos en carrera, al ganar el cuarto duelo de visitante y logrando imponernos de local. Fue una serie muy difícil y fue un momento para mí muy importante, que me dio mucha confianza sabiendo que podía jugar a ese nivel, es un partido que no me olvido más. Después que se terminó todo en Gepu fui a jugar en Andino de La Rioja, Racing de Avellaneda (Liga Nacional), Independiente de Neuquén (TNA), Echague Club de Paraná (TNA), Independiente de Zárate, luego estuve un año sin Jugar.

Retomé en la Liga B de Río Cuarto, y después pase a Pico Fútbol de La Pampa en (Liga Nacional), Argentino y Ciclista ambos de Junín Buenos Aires, Central Entrerriano de Gualeguaychú (Liga Nacional), La Unión de Formosa, donde ascendimos a la Liga Nacional; además jugué un año en el Torneo Federal para Banda Norte de Río Cuarto, y en San Luis jugué dos temporadas para El Chorrillero, ascendimos al Torneo Federal. Junto a mi señora, Fabiana Sánchez siempre tuvimos la idea de vivir en la provincia, me siento puntano y parte de esta tierra.

La época del Gepu quedó muy marcada en la gente, le cuento siempre a mis hijos los momentos inolvidables. Después todo lo que vivimos en el Ave Fénix, los momentos previos al partido, llegar a la cancha y ver algo parecido a lo que vivimos en el Emilio Perazzo en estos últimos días, lo he vivido pocas veces, mi relación con la gente siempre ha sido muy buena y muy fuerte. Mi familia siempre me acompañó, y es invalorable, en 2010 ya estábamos con un pie acá, mis hijos estaban en la escuela y mi señora instalada en nuestra casa. Para un jugador, el posbásquet no es fácil, cuesta adaptarse al día a día. Intenté otras actividades, otros proyectos, pero al final seguí con lo que entiendo y sé. Volví al club como entrenador de las categorías formativas más chicas de Gepu, U15-17 y 19, rendí lo que tenía que rendir para obtener el carnet y dirigir.

Hoy tengo licencia para dirigir Liga Nacional si quisiera. Después de seis años donde me fue muy bien, salió una camada de chicos que están jugando en distintas partes del país. Hace cinco años que estoy trabajando en la Secretaria de Deportes, hace cuatro años que soy dirigente de Gepu, tuve dos mandatos como presidente y ahora soy vicepresidente, manteniendo este proyecto de poner al Club en el nivel más alto.

Trato de perfeccionarme siempre haciendo cursos y ver lo nuevo. Mi objetivo personal es que Gepu vuelva a jugar la Liga Nacional, mi sueño es que juegue torneos internacionales que antes no había, eso implicará estar en los primeros planos a nivel nacional. Tengo cuatro hijos: Valentín, Santiago, Joaquín y Julián, dos de ellos están jugando al básquet, el más grande juega Liga Argentina y es profesional. Que mis hijos vivan parte de lo que me tocó vivir, para mí es un sueño.

El año pasado en los binacionales fui el entrenador donde nuestra provincia salió campeona de básquet por primera vez en Los Juegos Binacionales. Ver el Emilio Perazzo a pleno como estuvo en la semi y en la final, fue maravilloso y muy importante. Como puntano, como hombre del básquet, conseguir ese título con chicos de nuestra provincia pasó a ser uno de los logros más importantes para mí, en corta trayectoria como entrenador. Creo en los procesos que se mantienen en el tiempo, y que los resultados son consecuencia de lo que uno hace en ese proceso, por eso estoy muy feliz con lo conseguido.