Decir y hacer
Beazley, el origen de un pueblo ferroviario del oeste sanluiseño
Por Cristian Funes (*)
“Ya no se ven esos trenes/ ni guardas bandera en mano/ ni obreros con sus barretas/
cuerpeando invierno y verano/ La campana que apuraba/ el beso de despedida/
también se quedó callada/ junto a Beazley aquel día…”
(Fragmento de la cueca “A mi pueblo ferroviario”. Letra y música: Pedro Palacio)
La Argentina termina su formación como Estado-nación a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX, con la consolidación cambios sustanciales en la vida social de todo el país. En este contexto, el ferrocarril fue un engranaje neurálgico y necesario pues modificó economías, paisajes y sociedades.
San Luis fue parte de este proceso fundamental. Un ejemplo de ello es la historia de la formación de la localidad de Beazley. Su creación comenzó en agosto de 1905, cuando Salvio Cadelago, por ese entonces diputado provincial por el partido “Unión Provincial”, hizo una cesión gratuita de 600 hectáreas de terreno al Gobierno de la Provincia para la fundación de un centro urbano.
En esos momentos era gobernador Benigno Rodríguez Jurado, quien había llegado a la gobernación en agosto de 1904, luego de la Intervención Federal que el Presidente Julio Argentino Roca enviara a San Luis.
La provincia fue intervenida después del levantamiento o asonada que derrocó el 13 de junio de 1904 al Gobernador Jerónimo Rafael Mendoza. Este violento movimiento armado puso fin al régimen de “los Mendoza”, familia que detentó el poder en la provincia durante casi tres décadas.
El Interventor Federal designado fue Francisco Julián Beazley, abogado y político roquista, quien favoreció la renovación política puntana y facilitó de esa manera la elección de Rodríguez Jurado por parte de una fuerza política que se denominó Unión Provincial.
El gobernador Rodríguez Jurado, mediante decreto del 10 de agosto de 1905, aceptó la donación de tierras hecha por Cadelago, destinando tanto esa fracción de terreno, como otra que el Banco de San Luis poseía contiguamente, para la erección de la futura localidad.
La superficie que poseía el Banco de San Luis, asignada ahora por el Gobierno de la Provincia para el asentamiento del pueblo, era de 1.349 hectáreas, y había pertenecido con anterioridad al señor Adolfo Sarmiento quien, por deudas contraídas con el citado banco, debió hacer en favor de éste la cesión y transferencia de sus derechos sobre la propiedad, el 20 de diciembre del año 1900.
Salvio Cadelago, además de haber sido Comisionado Municipal Interino de Beazley durante el año 1910, y tres veces diputado provincial por el partido “Unión Provincial” en representación del Departamento Capital (períodos 1905-1906, 1908-1909 y 1909-1911), era un importante poseedor de tierras en la zona de Beazley, llegando a tener en propiedad alrededor de 40.000 hectáreas de campo.
Casado con doña Vicenta Agesta, dejó una numerosa descendencia, que, según familiares suyos, fue de más de veinte hijos (alrededor de 22 o 23), aunque otras versiones, pertenecientes a la gente de la zona de Beazley, hablan de más de una treintena.

Era Cadelago un hombre emprendedor y de proyectos, activo en la iniciación de nuevas ideas, y comprometido actor en la militancia política de su partido. El afán emprendedor de este político y terrateniente de origen italiano, no sólo encontró realización en San Luis, sino también en la provincia de Córdoba. En efecto, Salvio Cadelago poseyó un campo de gran extensión en la zona de Del Campillo, localidad ubicada en el sur cordobés, entre Vicuña Mackena y Cañada Verde, el cual dividió en lotes, asignando los mismos a colonos que trajo a su propiedad con el objetivo de desarrollar allí la actividad agrícola.
No obstante esta iniciativa pobladora, la colonia del sur cordobés en terrenos de Cadelago, no prosperó.
No fue el caso de la iniciativa puntana. Su concreción puede seguirse por la trayectoria documental que dejó. El Decreto de fundación de Beazley, primer documento público que refiere a la localidad, establecía:
“San Luis, agosto 10 de 1905
Vista la solicitud del señor Salvio Cadelago, ofreciendo seiscientas hectáreas de terreno en el partido de Los Chosmes, para la fundación de un centro urbano, que está contiguo al que posee el Banco de San Luis, de mil trescientas cuarenta y nueve hectáreas, y estando esa zona en condición de poderse irrigar con el agua del Río Bebedero, donde se ha resuelto hacer estudios, y ser tierra apta para la agricultura,
El Gobernador de la Provincia-
Decreta:
Art. 1º. Aceptar la donación que hace el señor Salvio Cadelago, dándosele las gracias en nombre de la provincia, a cuyo efecto, el Escribano de Gobierno extenderá la escritura respectiva.
Art. 2º. Destínase esa tierra junto con la del Banco de San Luis, para la fundación de un centro urbano.
Art. 3º. Este pueblo se denominará “Francisco Beazley”, en recuerdo de los servicios prestados a la Provincia en su carácter de Interventor Nacional.
Art. 4º. Pase a la Oficina Topográfica para que haga el croquis de modo que se divida en planta urbana y chacras en la parte más adecuada, con la reserva para plazas, calles, cementerio y edificios públicos, a cuyo fin se darán las instrucciones por el Ministerio de Gobierno.
Art. 5º. Anótese en Contaduría, en el registro de propiedades de la provincia, reservándose en esa oficina previa anotación de las escrituras.
Art. 6º. Comuníquese, etc.
RODRÍGUEZ JURADO
Francisco F. Sarmiento-Víctor Páez”
En el mes de septiembre del mismo año 1905, la Legislatura de la Provincia, mediante ley Número 266, autorizaba al Poder Ejecutivo “para invertir la cantidad de diez mil pesos moneda nacional, en la visita de campaña que debe efectuar en virtud el art. 53, inciso 14 de la Constitución”. Esa visita de campaña, según determinaba una resolución del 29 de octubre de 1905, empezaría por la región sur, más específicamente por la zona del Bebedero, a fin reconocer el área en la que se pensaban realizar las obras de riego proyectadas desde el río Desaguadero.
En el marco de esta gira, luego de recorrer la región que irrigaría el mentado proyecto hidráulico, el gobernador Rodríguez Jurado funda solemnemente el pueblo “Francisco J. Beazley”, que poco tiempo después uniría su destino al ferrocarril. El Acta labrada en ese momento fundacional estipulaba lo siguiente:
“En los Tamascanes, del partido del Tala, del departamento de la Capital, de la provincia de San Luis, a veintiseis días del mes de octubre de 1905, el señor gobernador, doctor Benigno Rodríguez Jurado, que hace la visita de campaña, prescripta por la Constitución, en el segundo año de su período de mando, y después de reconocer la región que va a irrigar el canal proyectado en el río Bebedero, y cuyas aguas alcanzarán a beneficiar a este lugar, y trasladado expresamente para este acto -acompañado de los señores Ministro de Gobierno, Justicia y Culto, doctor Francisco F. Sarmiento, Ministro de Hacienda, Agricultura e Instrucción Pública, Juan T. Zavala, Presidente de la Legislatura, Dr. Cristóbal Pereira, diputado provincial Salvio Cadelago, director de rentas José Gazari, Oficial Mayor, Víctor Páez, inspector general de Policías Vicente Ortiz, ingeniero Francisco Alric y repórter del diario “La Prensa” de Buenos Aires, Julio Cobos Daract- usando de la palabra dijo que, dando cumplimiento a las leyes del corriente año y al decreto de fecha b nm,nmn 10 de agosto que dispone la fundación del pueblo “Francisco J. Beazley”, en el terreno dedicado a este fin y aumentado en su extensión con la generosa donación de seiscientas hectáreas, hecha por el señor Salvio Cadelago, y convencido de la bondad de estas tierras y del porvenir, declaraba solemnemente inaugurada su fundación para que fuese poblado, debiendo distribuirse en solares para la planta urbana, en quintas y chacras las dos mil hectáreas, próximamente que comprende todo el terreno.
Firmóse esta acta para constancia por los presentes.
B. Rodríguez Jurado, Francisco F. Sarmiento, J. T. Zavala, C. Pereira, J. Gazari, S. Cadelago, José Romanella, Víctor Páez, Vicente Ortiz, Francisco Alric, J. C. Daract, E. F. Pereira, Pantaleón Sosa, José Ma. Romero, Agapito Rodríguez, Rogelio Cornejo, Atanasio Robledo, Pantaleón Fernándes, Santiago Albornoz, José Calero, Agustín González, Adrián Rosales.
San Luis, Octubre 30 de 1905.
Publíquese y archívese.
Sarmiento Víctor Páez (O. M.)”
