Expresiones de la Aldea, San Luis

Maridando contemplaciones

Ariel Esteban Párraga(*)

En el patio de tu casa hubo un sueño: Mi dedo índice curva en el aire un agujero, que queda atrapado en el hueco a medias, de una pared sin terminar.

La yema circunda aterida, el borde nido de tu sentir, mientras roza el hilvanado estéril de los placeres. Los sentimientos, que se riegan sobre la tierra incierta de este patio consagrado, nos contemplan pulcros y abyectos.

La pequeña huerta, que olvidó mostrarte los colores de la estación anterior, duerme en un costado; y su arcilla negra, espera el fragor de tus manos, para que se inhumen en su candor y pueda removerse entre tus piernas, hasta la llegada de mi partida.

La fiebre de tu pecho roba mi humedad y mis lágrimas decantan simulacros que hacen trueques con tu palpitar. Un corazón que yace de lado, despierta visiones sobre esta culpa bien merecida por haberte a mi lado.

Este sueño me muestra la ventana abierta de un patio abandonado que nunca dejó de llenarse de vida, una vez que me olvidó. El hueco en la pared viaja hacia mi pasado, en donde allí, de niño, morí un día, sin saberme condenado.

El jardín me corre de su centro. La muralla abierta se descansa en mis ojos de niebla.

Vos, por detrás, me tomabas de la mano.

“Jardín escondido”, ilustración de Daniel Salmieri.

(*) Este texto del autor de Villa María, Córdoba, fue premiado como Mención Especial, y conforma parte del libro: Antología Prosa Poética Homenaje a Raquel Weinstock. Su versión digital está disponible en: