Expresiones de la Aldea, La Aldea y el Mundo

El guerrero que acompaña

Martín Azcurra/Editorial Chirimbote

El Kun Agüero no pudo jugar el mundial porque le diagnosticaron una cardiopatía.

Era SU mundial. Desde lejos, alentó a la selección, no quiso interrumpir su concentración, ni invadir sus espacios, hasta que su mejor amigo le hizo el llamado de gracia. “Sos mentiroso porque te invité”, le dijo Lio cuando hablaban por streaming de su ex habitación compartida… “NUESTRA pieza”. Fue el reclamo amoroso del ídolo.

Fue como decirle: qué hacés ahí, te necesito acá. Y así fue, desde entonces, el Kun ACOMPAÑÓ a Messi en el momento más difícil y emocionante de su carrera.

Te voy a necesitar si perdemos. Te necesito en la victoria. Necesito tus bromas que me despejan la cabeza en este momento de caos emocional. Necesito tu mirada simple y tu sonrisa sanadora.

 Y ahí estuvo, no se despegó de su lado. Cuando Montiel mete el gol ganador, el Kun corre a abrazarlo. “Te amo, la concha de la lora”, se escucha en el audio del video. Lio, y todo el equipo que comparte esa amistad, le piden que levante la copa con ellos.

Así se demuestra el amor este grupo de compañeros que se quieren. Cada quien ayudando a su manera y como pueden.

Lio lo dio todo para que su amigo se sienta parte de este triunfo. Y así fue. El Kun fue el jugador 27. Jugó de apoyo, de compañero, de sostén. Puso sus hombros grandes para que el ídolo levante la copa. Messi y el Kun pueden andar tranquilos, saben que ninguno va a dejar caer al otro, nunca.