SIN DIPUTADO, PERO CON DIRECTOR SUPREMO
Por José Villegas
Había sido confinado en San Luis. A su llegada a la ciudad revolucionaria, 1 de enero de 1813, la primera del actual territorio argentino en acatar en un todo la conformación y las resoluciones de la Junta Provisional de Mayo, la encontró envuelta en el entusiasmo de su pueblo por la causa libertaria. Don Juan Martín de Pueyrredón se dispuso a seguir de cerca la causa y, ante la intuición de lo prolongado que iba a ser su confinamiento, instaló una pulpería y compró tierras en “La Aguadita”, donde construyó su casa.
Don Juan Martín es elegido Director Supremo de las Provincias Unidas, debiendo renunciar a su cargo de diputado por San Luis ante el Congreso de Tucumán. Y por ello, el Cabildo de San Luis debía con suma premura elegir al nuevo representante al Congreso que ya se encontraba sesionando. Pero nuestra provincia se encontraba envuelta en intrigas y situaciones anárquicas entre sectores reaccionarios y progresistas. Nuevamente Marcelino Poblet (quien había vuelto de su confinamiento) enfrentado a Fray Isidro González y algunos seguidores.
Ahora el debate era quién debía representarnos. Marcelino Poblet era el candidato natural, pero Fray González se opone, llegando a argumentar como excusa para impedir la elección de Don Marcelino, que San Luis no disponía de renta para costear el viaje y la dieta de un diputado.
El flamante Director Supremo, promete que el viaje y la dieta serán costeados con recursos del Tesoro Nacional, como forma de acelerar la designación y el traslado del representante puntano a Tucumán. Mas, el grupo comandado por Fray González propone que quien nos represente sea el doctor Tomás Godoy Cruz (diputado por Mendoza), intentando evitar que las ideas progresistas de Poblet, lleguen a destino. Intertanto, los Congresistas ya estaban firmando el Acta de la Independencia.