Reportajes

Benito Yarichime- 12-03-2023

Mi nombre es Benito Yarichime, nací el 12 de enero de 1982 en el municipio de  Apolo, sección Franz Tamayo, departamento de La Paz, en Bolivia. El lugar está a dieciocho horas de La Paz, aproximadamente, es otro viaje más al llegar. Desde San Luis a la frontera son casi mil kilómetro. Es que para llegar son caminos feos de montaña, con selvas,derrumbes, crecida de ríos, y otras dificultades.

A la provincia llegué cuando tenía veinticuatro años, invitado por mi cuñada a un bautismo, ella vivía aquí hacía varios años. En San Luis mi señora se encontró con compañeros de la infancia y del colegio, con ellos entable amistad y me invitaron a trabajar en la construcción. Nos íbamos a Río Cuarto donde alquilábamos una pieza y volvíamos regularmente, aprendí las diferentes ramas de la albañilería porque yo no sabía nada al principio, fue en 2006 donde la situación laboral estaba muy dura.

Trabajar en la construcción se me hizo fácil, aprendí lo que necesitaba aprender y seguí trabajando en San Luis, mi señora  volvió a Bolivia para poner en venta su negocio y volvimos, actualmente tenemos un kiosco en el barrio primero de mayo y yo sigo trabajando en la construcción, nos ha ido muy bien y la verdad es que no me puedo quejar. Integro la comisión de la colectividad boliviana, a cargo de la revisión de cuentas, y hasta el momento las cuentas están claras, soy muy tajante con la plata.

Me dieron ese puesto porque al trabajar en la construcción tengo obreros y soy ordenado, si digo sábado es sábado, si digo viernes es viernes, me gusta respetar lo acordado y mantenerlo, es una conducta. No me quiebro fácil, cobro lo que corresponde y siempre fui así, gracias a Dios me va bien.

Tengo un grupo de amigos con los que trabajamos juntos hace diez años, son doce personas fieles. Trabajamos permanentemente,  a veces empezamos con trabajos chicos y después ese trabajo recomienda a otro trabajo y así se hace una cadena. Hace tres años que estoy en la comisión de la colectividad trabajando, y gracias al gobierno hemos podido tener progresos importantes en nuestra comunidad, somos muy activos en nuestra gestión y acompañamos a nuestro presidente en la toma de decisiones.

Creo que atravesamos un momento complicado en la economía del país que nos perjudica a todos, el problema es la inflación, porque no se puede presupuestar algo que después al momento de realizarlo tiene otros valores superiores, complican también los aumentos en los precios del gasoil, de las cubiertas, y los insumos para trabajar, es muy caro todo. A los constructores se nos dificulta aumentar el precio de la mano de obra, porque la gente se asusta y no lo hace.

Hemos cambiado la forma de trabajar, lo hacemos por ítems por el cambio constante de precios, además a los obreros hay que aumentarles el sueldo también. Pero como todo, trabajando duro se puede progresar, hay que trabajar firme y ser creativos. Yo me levanto a las siete de la mañana, vuelvo a las seis de la tarde y salgo a comprar para el negocio, termino como a las once de la noche, es la forma de progresar un poco, de lo contrario no se puede lograr.

Mis sueños están relacionados a mi familia, es que mis hijas estudien, una de ellas se va a estudiar abogacía, estoy tratando de que sea en Villa Mercedes, porque es más cerca para buscarla o ayudarla si lo necesita. Mi otra hija se recibió de bioquímica y está en la lucha, la más chica está en primer año de la secundaria y le va muy bien, estoy muy orgulloso de mis hijas.

Somos felices aunque siempre hay algún problema con la gente del barrio. A uno lo ven comprarse algo y surge la envidia y las habladurías, no entienden que uno trabaja.

Muchos están sin hacer nada o bebiendo y opinan o se preguntan cómo se hace para cambiar el vehículo y ampliar el negocio, todo se hace con trabajo y mucho esfuerzo. En cambio con los profesionales no tengo ningún problema, con los ingenieros y arquitectos me llevo súper bien, trabajamos perfectamente, los profesionales de San Luis son excelentes personas.

Mis padres siempre me enseñaron el respeto como primera medida, respetar a todos de la misma manera, y enseñamos esos valores a nuestros hijos. Mis hijas por ejemplo no salen a la calle, están educadas en el respeto y las buenas costumbres, yo soy muy tajante pero lo hago por su bien y con mucho cariño, agradezco al semanario por esta nota y por contar como son nuestras vivencias.