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Juicio al fantasma

La Opinión/La Voz del Sud

La IA también es capaz de componer canciones. Una en particular, creada para clonar las voces de Drake y The Weeknd, se viralizó y causó una gran polémica. El tema musical, titulado Heart On My Sleeve (Corazón en la manga), simula un intercambio de versos -la mayoría haciendo referencia a la también cantante y actriz Selena Gómez, ex pareja de The Weeknd- entre las dos estrellas. La autoría la reclama un autor conocido como “Ghostwriter” (escritor fantasma en español), que se defendió diciendo que la creación era de la Inteligencia Artificial en base a su pedido.

En esos casos, ¿a quién reclamar ante un caso de plagio si la IA no tiene una entidad suficiente para poder hacerlo?

La IA opina que, cuando cualquier tipo de estas inteligencias crea canciones utilizando voces y ritmos registrados como derechos de autor, pero generando algo nuevo y distintivo con ellos, “surgen cuestiones legales y éticas interesantes”.

Como respuesta al interrogante planteado, IA opina que “en primer lugar, es importante tener en cuenta que los derechos de autor se aplican a las obras originales y creativas. Si la IA está tomando elementos existentes protegidos por derechos de autor, como voces y ritmos, y los utiliza de manera transformadora o novedosa, podría argumentarse que la obra generada es una creación original” y por tanto merece protección por derechos de autor, aunque no puede ser pasible de sanciones.

El dilema se da cuando se intentan proteger estos derechos por parte de los artistas reales y no existe persona física a la que reclamar.

Para la IA, al ser consultada al respecto, “la creación de canciones utilizando voces y ritmos registrados plantea desafíos legales y éticos complejos”.

El caso de la canción que combina artificialmente a los artistas Drake y The Weeknd no es el único. También en redes comenzó a circular un tema creado por la Inteligencia Artificial de Rihanna junto a Bad Bunny, que muchos seguidores pensaron que era real. Lo compartieron y republicaron en varias de sus redes.

Si bien hay un tema complejo con los derechos de autor, también existen oportunidades que abren este tipo de tecnologías. En este último caso, por ejemplo, sirvió para que los artistas vieran la reacción de sus seguidores ante una posible colaboración, que fue todo un éxito y podría serlo en la “vida real”.

Como respuesta a estas iniciativas, algunos artistas crearon la campaña “Arte humano”, que delineó ciertos principios para mejorar las prácticas con el uso de estas inteligencias y que estas no “erosionen” el trabajo de los verdaderos profesionales del rubro.

Por otro lado, las grabaciones siguen siendo de mala calidad, y por tanto nunca reemplazarán al hombre. O al menos por ahora no. En todo caso el desafío está en no traspasar los límites. Que las creaciones no violen el derecho de autor y que, en el caso de que esto suceda, exista algún responsable directo.

Hasta ahora, ni las canciones creadas son buenas, ni las herramientas legales existen. Tampoco la IA estaría dispuesta a hacerse cargo del asunto de los derechos de otros. Por su parte, sus creaciones tampoco están protegidas. ¿A nombre de quién se haría una presentación para garantizar derechos de autor?, ¿de quien pidió a la IA hacerlo, del creador de la IA, del dueño de la empresa responsable? Y a la inversa, ¿a quién demandaríamos en un caso de plagio?

El mundo de la Inteligencia Artificial tiene todavía muchos interrogantes y asuntos pendientes. Y es que, por más artificial que sea, sigue siendo una creación imperfecta de los hombres. Las fotos y canciones creadas por computadora son tan reales que merecen un tratamiento y consideración especial.

Las tecnologías imponen cada vez más desafíos legales y éticos en un mundo en el que no existen los seres físicos o reales, aunque detrás de cada ser digital haya una mano humana que lo respalde. El anonimato y las herramientas que ofrece la IA son un desafío y una oportunidad, pero hay que aceptarlo: ya no hay vuelta atrás.

Aunque, claro, siempre queda opción de planificar de aquí para adelante.

Los artistas Drake y The Weeknd cantando.