Reportajes

Juan Carlos Fleita-28-05-2023

Soy Juan Carlos Fleita, nací el 17 de noviembre de 1966. Soy fisicoculturista, comencé a entrenar en el gimnasio Universo, en la estación Tropezón, en Buenos Aires, donde hasta ayudé a pintar las máquinas. Sigo siendo amigo de un atleta que entrenaba en ese gimnasio, el gigantesco José Lucandela, único campeón sudamericano sin ser campeón argentino, que jamás voy a olvidar. 

Lo veía como un dios cuando comenzaba a entrenar, a los dieciséis arranqué, hace cuarenta que hago fierros, soy pionero en la provincia de este deporte. Tengo platino en la rodilla y la clavícula en el aire, por un accidente de moto, que no me afectó porque según los médicos tengo una muy buena estructura muscular. Por mi contextura física mi idea era hacer algún deporte, recuerdo que hacía un ejercicio llamado “bandera del dragón”, una práctica del famoso Bruce Lee, que muy pocos lo hacen, porque requiere mucha fuerza abdominal y un tren posterior tremendo. 

En mis comienzos vivía en Buenos Aires, no había solvencia económica en mi casa, mi viejo era un empleado textil, si bien era encargado en la fábrica, después cuando vinimos acá fue gerente, pero en ese entonces no había la posibilidad de viajar diariamente, ni pagar la cuota del gimnasio. 

A los dieciséis años un amigo del barrio me invitó y me enganché. Cuando uno dice fisicoculturista, se piensa en alguien de un metro ochenta, y no es así. El fisicoculturismo es el desarrollo del cuerpo, de la musculatura y la vascularidad. Cuando estaba por ejemplo en la categoría juvenil o primera, no se dividía por peso, podía estar yo que pesaba sesenta kilos en máxima forma, y compitiendo con un pibe de 110 kg. 

Uno trata de desarrollarse dentro de su estructura ósea, me baso más que nada en la simetría del cuerpo,  en la calidad muscular, en la definición, en los detalles en las venas, en las estrías entre músculo y músculo o la definición entre ellos, y la vascularidad. Todo ello se logra  a través del entrenamiento, principalmente junto a la alimentación. No desmerezco a la gente que se suplementa, yo a lo sumo más que una proteína en polvo no tomo, es más que nada la constancia en la alimentación. 

Hay que ser estricto en la dieta para comer sano, si no es muy difícil bajar el peso. Por ejemplo, yo como sano, desayuno tres huevos enteros con un par de tostadas a las siete de la mañana, el primer café sí lo tomo con azúcar. Al mediodía como un bife con una papa hervida sin pan, a lo sumo con un poco de pan de salvado.

A media tarde una manzana con tres claras de huevo, y a la noche un bife, si estoy en época de torneo, con verdura, que prácticamente no tiene calorías, ni papas, ni batatas, menos pasta, o sea: zapallito verde, zanahoria, brócoli, cebolla, todo eso sí. Y si no, cuando estoy ya cerca de la competición, sigo dejando la papa al mediodía, que es el carbohidrato que me sustenta, que me da un poco de energía, y a la noche le meto verde. Mi cuerpo en invierno está helado, claro, porque estoy siempre con déficit calórico. Todos me dicen que soy un loco, pero es lo que amo, es lo que soy. 

Automáticamente donde voy dejo a un costado el pan, obvio que me gusta el dulce y las comidas con grasa, pero es automático, pero eso está en cada uno. Utilizo la sal, aunque no en exceso, porque todos los procesos químicos y orgánicos en el cuerpo son en presencia del sodio, hay atletas, sobre todo de fitness o gimnasia aeróbica, que han cortado la sal y han tenido problemas cardíacos, porque se produce un desequilibrio de sodio y potasio. Por ejemplo los diuréticos no son selectivos, barren el sodio, el potasio, la vitamina K, vitamina A, después vienen los calambres y otros inconvenientes cardiovasculares. 

El culturismo moderno no tiene las cinturas de antes, porque se usa la hormona de crecimiento, que no es selectiva, no te engorda solo los músculos, te engorda todo el cuerpo, por eso vemos los vientres dilatados. Ser culturista natural crea contras, porque se compite junto a otros que tienen ayuda química. 

Soy Campeón Argentino Juvenil 1987, Campeón Argentino Primera 1989, Campeón Torneo Apertura Primera Mendoza 1989, Campeón Nacional Torneo Aconcagua 2011, mismo torneo en Máster 2011, 2013, 2014, Campeón Nacional Máster y Primera, torneo puntano 2019. Competí setenta y seis veces, tengo veintisiete victorias, dos cuartos puestos, un sexto puesto y en todos lo demás estuve en el podio. 

Mi pareja se llama Delia, tengo mi “nene” de veintisiete años, mi máxima creación, se llama Jorge Iván Fleita. Soy el primer físicoculturista que compitió para San Luis, estoy buscando nuevos horizontes laborales, agradezco al gimnasio Gym Time donde siempre trabajé, fui instructor más de veinte años,  y donde me permiten seguir entrenando actualmente, a ellos mi agradecimiento,  también a mis viejos y a tanta gente que me conoce, es lo que uno cosecha a lo largo de los años, el reconocimiento de tanta gente en la calle.