Reportajes

Soledad Lucero -04-06-2023

Mi nombre es Soledad Lucero y tengo 37 años. Nací en Villa Mercedes y viví algunos pocos años en Mendoza cuando era niña. Mi madre se llama Claudia Moncada y yo soy la más grande de tres hermanos. Mi hermana se llama Florencia y mi hermano Matías.

Tengo un sobrino que está por cumplir un año, se llama Felipe y es el amor de mi vida. Mi mamá  es la persona que más amo en este mundo. Siempre fue muy cariñosa y es la persona que todo el mundo quisiera tener en su vida, y no existe alguien que la conozca y no la quiera fuerte. Vivo con mi pareja  y tenemos tres perros que nos hacen muy felices, a pesar de que se coman todo lo que encuentran…

Mi niñez la relaciono con mis abuelos. Amaba pasar mucho tiempo con ellos, llegar a su casa y sentir el olor a comida de mi abuela. Con mi abuelo salíamos mucho a andar en bici por el barrio, y a la noche jugábamos los a las cartas. Mi abuelo tenía una quinta y me gustaba mucho meterme ahí a ayudarlo.

Tenía varios amigos en mi barrio y en el barrio de mis abuelos también, que me esperaban los fines de semana. Jugábamos a la escondida en la cuadra o a la mancha. Mi mejor amiga vivía a media cuadra, jugábamos mucho a las muñecas y nos encantaba armarles una casita

Fui a la escuela Mariano Moreno en la primaria y al Colegio Nacional en la secundaria. Hice 3 años de la Licenciatura en Trabajo Social, pero decidí después estudiar el Profesorado de Matemática.

Mi amor por la Matemática viene desde siempre pero más que nada desde la secundaria. Y eso que tenía una profesora que era malísima (se ríe). Cuando decidí estudiar esta carrera no tenía muy claro que estaba estudiando para ser profe. 

Me recibí en el IFDC y al poco tiempo ya estaba trabajando. Doy clases en la escuela Normal y en la escuela Remedios Escalada de San Martín. Tengo los últimos  años de secundaria: 4°,5°y 6° año. Es un desafío trabajar con adolescentes, pero me hace muy feliz. Compartimos en el aula muchos momentos, no solo de temas de matemática  sino que también de la vida en general. Me gusta acompañarlos y formar parte del proceso de aprendizaje, en donde por supuesto aprendo yo también mucho de ellos y ellas y me divierto un montón. Me parece que las nuevas generaciones vienen a eso, a enseñarnos mucho y a replantearnos cosas que antes ni siquiera veíamos.

Momentos bisagras tengo dos (creo). Uno muy triste, fue la muerte de mi abuela primero y de mi abuelo después. Fueron las personas que marcaron mucho mi infancia adorada, en donde fui extremadamente feliz. Otro momento que considero que cambió mi vida es el nacimiento de mi sobrino. Nunca pensé que se pudiera amar así. Mi vida es otra desde que él está.

Si tuviera que definirme, diría que soy muy acuariana, me gusta vivir todo con mucha intensidad y creo que es justo eso lo que a veces me hace muy feliz y en otras me hace muy mal. No tolero las injusticias y me gusta mucho compartir momentos con cada una de las personas que amo y forman parte de mi vida.

Me emociona mucho mi familia, compartir momentos, los detalles, que alguien que te quiere se acuerde de algo que dijiste o de algo que hiciste, un rico vino, escuchar música, leer un libro que me guste, el teatro, la energía del mar y  correr. Me enojan mucho las injusticias y la falta de respeto.

Amo el rock nacional desde muy chica. Me acuerdo cuando era niña y mi mamá escuchaba mucho Soda Stereo y Fito Páez. Así que desde ahí ya me gustaba mucho. Me gusta el folclore también y me hubiese gustado aprender a tocar la guitarra, es algo pendiente. En cuanto a la lectura, me gustan las novelas que tengan que ver con algo de la realidad  o de historia. 

En mi tiempo libre me gusta ponerme los auriculares, las zapatillas y salir a correr. En el 2021 corrí mi primera media maratón de 21 km en Buenos Aires y fue una experiencia increíble.  En algún momento me gustaría poder correr los 42 km. Disfruto mucho también de compartir mates con alguien y charlar.

Me considero muy afortunada porque creo que me parezco mucho a mi mamá. Y siempre la admiré por sus valores y cómo los defiende. Siempre me dijo algo, que hoy se los repito a mis alumnos y alumnas, y que es que “uno puede decirle cualquier cosa a otra persona, siempre que sea con respeto”. Es decir, si algo nos molesta o no nos hace sentir bien, siempre podemos comunicarlo, pero con respeto.

Para mí la amistad es algo tan enorme que es un poco difícil de describir,  porque si decimos que se trata de incondicionalidad, siento que la estaría minimizando. Siempre pienso que no sé qué debo haber hecho tan bien para merecer los amigos y amigas que tengo. Son mi lugar seguro en el mundo, y son quienes siempre me van a cuidar la espalda. 

Amo mi provincia. Me gusta muchísimo, cuando era niña me tocó vivir algunos pocos años en Mendoza. Y tengo recuerdos muy tristes de eso porque yo extrañaba mucho. Me gusta cada rinconcito y siento que a veces nos cuesta valorarla.