Una estafa une a jóvenes solteras de Austria y Alemania, con vinculaciones en Viena. La noticia, publicada en 1923, tiene un final inesperado

La Opinión, septiembre de 1923

En las estaciones balnearias de Alemania y Austria, antes de la guerra, -escribe Vossicsche Zeitung- hacía furor un joven que decía llamarse Otto Grimm. Era de una elegancia, de una belleza y de una distinción excepcional, y todas las mujeres volvíanse locas por él, tanto más cuanto que parecía también muy rico.

Pero Otto Grimm no buscaba fáciles aventuras: al contrario, aspiraba al matrimonio y lo declaraba con cándido entusiasmo. ¡Figúrense pues, los lectores, cuántas muchachas corrían tras él!

Un día, en Konigsberg, el teutónico Adonis conoció a una señorita riquísima. La cortejó y logró comprometerse con ella. Le estableció una fecha próxima para esposarse, y el hermoso Otto afirma que será padrino un tío suyo residente en Viena y con muchos millones, viejo decrépito de quien era el único heredero y de quien recibiría  fuertes sumas de dinero para sus diversiones.

Una noche Grimm se presentaba en la casa de la novia muy triste. Tiene disgustos, desde hace algunas semanas espera una suma de su tío equivalente a 20.000 francos y el dinero no se ve. ¡Qué fastidio con tantas cuentas que tiene que pagar al dueño de la pensión, al sastre y a otros proveedores de su elegancia!

La novia sonríe, se mueve a compasión y desembolsa la suma.

Pasan siete u ocho días: el Adonis aparece todo desconcertado con un telegrama en la mano. El tío millonario se encontraba “in extremis” y esa era la causa del retardo de la suma esperada.

Ahora hay que correr a Viena a recoger la herencia. Pero se necesita dinero;  y mucho esta vez… Hoy la suma que precisaría sería equivalente a 200.000 francos. Y esa perla de novia le entrega el dinero que Otto Grimm embolsa partiendo sin dejarse ver más.

Después de largo silencio y larga espera la señorita temiendo una desgracia acude a la policía. Se efectúan las averiguaciones del caso y el hermoso Otto es pescado mientras está ocupado en repetir el juego del novio rico y sobrino del tío millonario con otra muchacha rica. Desde hace cinco años el estafador no vive más que de promesas matrimoniales; ha burlado de esa manera a 20 novias comiéndose un millón en cifras.

Pero ahora llega lo más gracioso del caso. Otto Grimm es arrestado y se descubre que su nombre verdadero es Marta Pieske. Él era… una joven mujer con traje masculino.