Tengan a mano aparceros,
Estuve un tiempo dormida,
Pero son tantos los tufos 
malolientes que circulan, 
que se despierta la avispa
y empieza a picar de una.

¿Qué tienen de malolientes?
¿Por qué despertó la avispa?
No me alcanza la nariz,
Ni el corazón, ni la vista,
Viendo a tantos “peronistas”
Que están cambiando de pista.

Y tomaré mucha fuerza
Para volar sin descanso
Oteando en el horizonte
Buscando, como hacen varios,
Poder encontrar un chúcaro
Para acollarar a un manso.

Algunos desesperados
Buscan atarse al caballo
Ni siquiera se imaginan
Cómo vivir sin conchabo
No importa que en el intento
Renieguen de su pasado.

Otros más precavidos
Arreglaron con más tiempo
Se aseguraron morral
Para ellos y sus hijos.
Pareciera que no viven
Si no tienen sueldo fijo.

Y para colmo de males
Según dicen los más viejos
Levantando polvareda
Los custodios del proyecto
Por derecha y por izquierda
Se fueron corriendo, lejos.

Y qué podemos decir
de todos los que se quedan?
Siempre buscando el calor
Y no digamos del fuego
Descubren calores nuevos
Para cambiar de color.

¡La pucha, qué desazón!
¡Y qué tristeza, canejo!
Ayer juraban lealtad
Y hoy, cuando cambian los vientos
Se atropellan por jurar
Renegando de lo “viejo”.

Moraleja:

Y como el “viejo Vizcacha”
A todos los renegados
Cumplo en esta ocasión
Dejando un consejo sabio:
“Vaca que cambia querencia 
¡Se atrasa en la parición!”