La Aldea y el Mundo, Notas Centrales, San Luis

Falta rumbo y sobra frustración

El discurso que el pasado lunes 1° de abril dio en la Legislatura Provincial el gobernador Claudio Poggi fue muy pobre, vacío, con una mirada muy acotada e impregnado de un gran revanchismo.
La expectativa que siempre despierta la presencia de un mandatario provincial en la apertura de sesiones ordinarias, para rendir cuenta de sus acciones y de sus planes, en esta ocasión terminó en una tremenda frustración. En un fiasco. Sin alegría. Sin felicidad. Sin esperanzas.
Desperdició un valioso tiempo que podría haber aprovechado para hablarle y llevarle tranquilidad a toda la provincia. Quedó en claro que seguirá con la política de ajuste sobre los trabajadores y que no tiene pensado hablar de recomposición salarial.
Entonces, una vez más Poggi no estuvo a la altura de las circunstancias.

No estuvo a la altura porque:

No hubo una autocrítica después de sus tormentosos 113 primeros días de gestión. Ocurrió todo lo contrario, se dedicó solamente a tirarle culpas a la anterior gestión.

No hubo un pedido de disculpas por los atropellos cometidos con los empleados públicos. Por el pago sueldo histórico -algo que nunca ocurrió en San Luis-, por las persecuciones, por los despidos, por los traslados injustificados, etc.