El río San Luis, en su tramo frente a la ciudad capital, está siendo víctima de una silenciosa contaminación como consecuencia de constantes derrames cloacales que ponen en riesgo la salud del cauce, de varias poblaciones y de todo el ecosistema.
De forma recurrente hay quejas de los vecinos sobre el colapso de la red en distintos barrios de la ciudad (por los ríos de aguas sucias que suelen convertirse muchas calles), pero la magnitud del problema quedó bien ante los ojos de todos los puntanos a través de la acción de un grupo de concejales, que mostró el lugar donde las aguas servidas se incorporan a su cauce del ex río Seco.
Lo hicieron con la compañía de ambientalistas y luego difundieron a la prensa la correspondiente documentación e imágenes.
“Se ha constatado un derrame cloacal que puede tener sus implicancias en la salud; y, además, un daño ambiental porque no se debería permitir que los desechos cloacales se mezclen con el agua del río”, explicó el ingeniero en Recursos Naturales y Medio Ambiente, Nicolás Bistolfi.