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Entre la realidad y las interpretaciones

Por Alejandro Olmos Gaona

Siempre es bueno el diálogo entre personas que opinan de diferente manera, cuando discuten con argumentos que pueden compartirse o no, pero que de alguna manera sirven para justificar la posición que tienen. Lo difícil es argumentar sólidamente contra las cifras de la realidad, excepto proceder con una inocultable mala fe y el propósito de chicanear.

Lamentablemente respecto a lo que ocurre en la Argentina, hay mucha opinión fundada en creencias personales, en criterios marcadamente ideológicos, pero que se dan de patadas con las cifras. Además, se producen interpretaciones sesgadas y no se recurre a las evidencias empíricas, ya que es más fácil cultivar el discurso fácil, que el rigor de los datos comprobables. Al respecto, cómo no recordar el dicho de ese viejo ministro de la corona británica, que al ser cuestionado decía “no me molesten con los hechos, déjenme con mis interpretaciones”.
En la Argentina de hoy existe poca data y mucha interpretación de acuerdo con el sector en que alguien se posicione.
Aunque esto es algo que se trata de disimular, especialmente en los medios audiovisuales, hay que tener presente que uno de los claros objetivos de Javier Milei es destruir al Estado, que para él es una organización criminal, y a tales efectos pretendió en su momento liquidar el Banco Central, dolarizar la economía, y ahora se ha propuesto aniquilar la inversión pública dejar todo en manos privadas, terminar definitivamente con “la casta”. Debo reconocer que la candidatura de Massa era más de lo ya conocido, pero los planteos de Milei, además de inaceptables, eran la muestra más acabada de la irrealidad, ya que ninguno de los países más importantes se ha desarrollado sin un Estado fuerte, y EE.UU. es la mayor evidencia de ello.
Al torpe libertario le creyeron muchos desesperanzados de una casta política que había defraudado al pueblo desde hace años, otros que se convencieron que iba a cambiarlo todo y un gigantesco conjunto de analfabetos políticos e iletrados de diversa especie, que lo siguieron a pesar de sus conocidos embustes, y el cultivo de falacias de diversa factura.
Como más allá de su constante hojarasca dialéctica carecía de un plan económico y político ¿a quién recurrió cuando fue elegido? A lo peor de LA CASTA. Porque eso son Petri, Bullrich, Caputo, Bausili, Francos, Scioli, Barra, Sturzenegger, Cuneo Libarona, Menem, etc, etc. No pudo liquidar el Banco Central y archivó definitivamente el proyecto de dolarizar, dejando de lado a su mentor Emilio Ocampo.

El inicio de la decadencia

En su absoluta ignorancia histórica fechó el comienzo de la decadencia argentina en 1923, olvidando que un año antes el presidente Alvear había nombrado al general Mosconi como director general de la fundada YPF, que se convirtió en un símbolo del desarrollo argentino y que, al irse Mosconi, a partir de 1932, fue dirigida por un gran argentino, el ingeniero Ricardo Silveyra, que llevó a YPF a ser una de las petroleras más importantes del mundo.
Así en su palabrerío insustancial que solo pudo convencer a los ignorantes, comenzó su prédica que está llevando a la Argentina a convertirla en un país inviable. Y lo mejor para poner en evidencia las consecuencias de lo que está haciendo es mostrar cifras, que están sacadas de los organismos oficiales, excepto las de la pobreza que provienen del Observatorio de la Deuda Social de la UCA.
Dijo Milei, que no iba a emitir un solo peso más durante su gobierno, y cuando asumió la base monetaria era de 10 billones de pesos. Al 23 de agosto es de 22.1 billones, es decir que la duplicó.
Se iba a cortar la mano si aumentaba los impuestos y lo hizo sin que le temblara la mano.
El superávit de enero a junio fue ficticio, porque se fundó en postergar pagos, cortar transferencias a las provincias y licuar salarios y jubilaciones, ya que el ajuste no recayó sobre los grandes patrimonios, sino sobre aquellos que menos tienen.


Pero vayamos a otros datos:

  • La pobreza en noviembre de 2023 era de 41.7% y la indigencia del 11.9%. A junio la pobreza es de 54.9% y la indigencia de 20.3%
  • El costo de la canasta básica aumentó desde enero a julio 119% y se perdieron 6 puntos del PBI.
  • El consumo ha disminuido mes a mes: el promedio mensual es de 4.6%. 33.7% en recreación y cultura, el 12.4 en transporte, el 26% en indumentaria, la inversión se redujo un 23.4%.
    ¬- La desocupación aumentó un 8.4% en las mujeres y un 7% en los varones, lo que significa 1.700.000 personas sin trabajo en los últimos 7 meses.
  • El Banco Central informó que se eliminaron 330.000 cuentas sueldo hasta el 30 de junio, lo que significa pérdida de trabajo registrado.
  • Al 30 de julio hay 600.000 aportes menos a la seguridad social de personas que lo hacían regularmente.
  • La inflación de noviembre de 2023 fue de 12.8. Cuando asumió Milei se disparó al 25%, debido a la feroz devaluación del 100% respecto a la que muchos se hacen los distraídos al analizarla.
  • La deuda pública creció de los 370.500 millones de dólares que dejara Alberto Fernández a 452.071 millones al 30 de julio, habiendo aumentado en el último mes 9.555 millones de dólares.
  • El desfinanciamiento de la educación, merece un capítulo aparte al que en otro momento me referiré, y el repudio fue de tal magnitud a esa política de gobierno que la marcha que se hizo le demostró al presidente que no se iba a consentir su política depredadora de la educación y de la cultura.
    Como ejercer la crueldad es una de las características del actual gobierno, se intervino la institución que entregaba medicamentos oncológicos y, con el pretexto de auditarla, se suspendieron entregas que eran urgentes. Además, tuvo que intervenir la Justicia para que entregaran comida que estaba en los depósitos y que dejara el anterior gobierno. Al ser denunciados, primero dijeron que eran para casos de catástrofe, después cambiaron el discurso y dijeron que solo era leche en polvo y yerba, hasta que el juez de la causa demostró que mentían. Hay que recordar las palabras de Milei y de Mondino, que si la gente tiene que morirse, habrá que aceptarlo, lo que coincide con las demenciales teorías de su mentor Murray Rothbard, a quienes deberían leer quienes justifican a Milei.

Irrespeto a la democracia

En medio de todas estas políticas no podemos dejar de incluir el desprecio al orden constitucional, para pretender gobernar con facultades delegadas, emitiendo reiteradamente decretos de necesidad y urgencia, aun cuando funcionan ambas Cámara del Congreso. Estos señores que supuestamente hablan a favor de la libertad y la democracia no la respetan y no vacilan en violar la legalidad. Uno de los tantos ejemplos es el de Macri cuando al comienzo de su mandato pretendió nombrar ministros de la Corte Suprema por decreto. Y en este tiempo, un aventajado discípulo del fundador del Pro, el actual gobernador Claudio Poggi, a las pocas horas de asumir intervino por decreto la Universidad de La Punta, allanándola con la policía, lo que no había ocurrido nunca en una universidad pública, desde “la noche de los bastones largos”.
No podría terminar este apretado resumen sin hacer referencia a los personajes en quienes Milei confía que van a hacer despegar al país que son los inversores privados, los grupos empresarios, aquellos que lo han apoyado y lo siguen haciendo.
Hay empresarios que han trabajado denodadamente, han invertido y muchas de sus ganancias las han reinvertido en el país, porque tienen conciencia nacional, pero lamentablemente son los menos.
La gran mayoría es la que defraudó al pueblo argentino durante toda la década del 80. La deuda privada que transfirieron a todo el pueblo a cifras de hoy es de 156.000 millones de dólares, y los beneficios ilegales obtenidos a través del Banco Central en la misma época, actualizados a hoy, son 247.000 millones de dólares.
Esos señores empresarios han acumulado una fortuna que ha llevado a que el 10% de la población tenga el 58% de la riqueza total del país, y que, de las 16 más grandes fortunas, 12 de ellas las tenga en paraísos fiscales para evitar impuestos y otras contribuciones.
Esos señores se llevaron del país entre 2016 y 2019: 86.000 millones de dólares.
Además de que muchos de ellos se negaron pagar el impuesto a las grandes fortunas, tienen el descaro de pagar los impuestos inmobiliarios sobre la base de la valuación fiscal no la real, aunque cuando hacen operaciones inmobiliarias para beneficiarse las hacen por lo que valen en realidad.
En 2020, incrementaron sus patrimonios en un 6% y en 2021, plena pandemia, un 22.4%.
Los miembros de la casta que integran el Poder Ejecutivo: Caputo, Bausili, Francos, Sturzenegger, Mondino, Cuneo Libarona, Menem, etc. tienen sus patrimonios depositados en el exterior, aun hoy cuando gobiernan ellos, ya que parece que no creen en sus propias políticas, aunque las enuncien como exitosas.
Cómo no recordar en estos momentos a ese padre de nuestra patria que fue el general Manuel Belgrano cuando dijo hablando de esos hombres: “Los grandes monopolios que se ejecutan en esta capital, por aquellos hombres que, desprendidos de todo amor hacia sus semejantes, solo aspiran a su interés particular, o nada les importa el que la clase más útil al Estado, o como dicen los economistas, la clase productiva de la sociedad, viva en la miseria y desnudez que es consiguiente a estos procedimientos tan repugnantes a la naturaleza, y que la misma religión y las leyes detestan”.