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Hay que resistir en tiempos complicados…

IRIS

Mirá la verdad que estoy indignada y recaliente. El gobierno de La Libertad Avanza nos negó el aumento que habían aprobado en el Congreso. No era gran cosa, pero yo ya me había ilusionado y con las chicas estábamos bastante ilusionadas. Lo vetó, o algo así, el presidente Javier Milei y unos pocos diputados no quisieron insistir, pero fue suficiente para embromarnos. Por supuesto que de los de acá de San Luis, el Pipi Alí y la Natalia Zabala Chacur, que son de los míos, acompañaron a los jubilados de todo el país, los otros no. Encima vos podés creer que se fueron a la quinta de Olivos a comer un asadito para festejar. No alcanzo a entender que rábano festejan, para qué se juntaron. Qué caraduras. Van en una combi todos juntos, salen del Congreso, se creen que es un picnic. Se hacen los que pagan veinte lucas con tarjeta de débito. Se creen que somos pajaronas, abribocas o papanatas, yo soy vieja y jubilada, pero no duermo ni me chupo el dedo. Estos desgraciados y desgraciadas, con todo respeto, con $20.000 no pagan ni una botella del vinito que se toman cuando se juntan a cenar.

Te digo si hay algo que no me banco en la vida es la hipocresía.

En tantos años, he visto muchos grandes y pequeños granujas, pero por lo menos daban la cara, y no festejaban los terribles desbarajustes que hacían. Y estos botarates, después vienen a nuestros centros de jubilados a hacerse los que bailan y festejan con nosotros. Caraduras. Nos tienen que dar lo que nos corresponde. Ojalá les suba el colesterol con las achuras y el chimichurri, y tengan que tomar las pastillas que tomo yo y son carísimas. Otra cosa: dejensé de embromar con cortarnos los descuentos en los remedios. Están carísimos. Ya no podemos hacer más milagros en las farmacias. No se puede aguantar más.
Hablando de lo caro que está todo y como suben las cosas. Nena, este verano nos quedamos todas en San Luis. Ya vamos a organizar esos hermosos paseos que hacemos nosotras. Nos iremos unos días al río, o a algún otro lado. Puede ser El Volcán, el Potrero, Trapiche (a mí me encanta Siete Cajones), o pagamos la nafta entre todos y nos vamos a San Francisco, a Cortaderas o a algún otro dique.

Volvió Susana Giménez. Yo comento porque corresponde, pero la verdad que me la banco mucho menos que antes.

Y nunca la quise mucho. Me parece que ya son muchos años. Dicen que es la época del streaming, las plataformas y todas esas cosas modernas. Yo no pesco mucho, no entiendo de qué se ríen, pero la onda es la onda. La Susana ahora cruza el charco y se va a la Banda Oriental. Nada de Pando, ni Canelones, ella va a Punta del Este. Además, habla mucho de gusto, de política y esas cosas. No sé. Hay confusión porque unos dicen que el domingo pasado la miró mucha gente, otros dicen que no tanta. Te digo la verdad: la veo muy repetida, siempre lo mismo. Que juega al truco, que va Guillermo Coppola, que los Susanos. Igual, si no te gusta cambiás de canal y listo. Ponés una película vieja, un canal de recetas veganas o el documental del oso en la pradera de África, y chau pinela.
Me hace observar mi vecino Don Euclodio que ahora muchos jugadores de fútbol rezan a cada rato. Cuando entran a la cancha, cuando salen, cuando hacen un gol, cuando erran un gol, cuando los cambian, cuando le tienen miedo al bar. Sobre todo, los colombianos son muy de rezar. Se arrodillan y todo. Borja, el centrodelantero de River Plate es muy de rezar. Hablando de eso que lío en Boca, parece que el arquero Chiquito, que es muy grandote, cuando salía de la cancha, se la agarró con uno de la hinchada que lo insultó. Después pidió disculpas, dijo que estaba recaliente porque perdió el partido y que lo perdonaran que lo iba a hacer más.

Bueno, empezó la primavera. Día del Estudiante y todas esas cosas.

No se vieron grandes festejos. Lo que sí el paisaje de San Luis está hermoso. Unas fragancias, unos colores increíbles. Me encanta. Disfruto mucho estos días, porque después viene mucho calor y me sofoco. No hay ventilador que me alivie.