Nogolí: Pocho, un amigo de todos
Nogolí Prensa / Sección de Gabriel Calderón Santander
Hay personas y personajes que escribieron importantes páginas en la historia de un pueblo. Uno de ellos es “el Pocho” como todos los conocen, esta persona baluarte de Nogolí. Es uno de tantos que engalana la plaza o en un banco frente a su casa.
De mirada pensativa y lento caminar guarda en su memoria un millar de cosas. Testigo también de infinitas festividades rodeado siempre de sus perros, inclusive, dentro de la iglesia.
Cuenta la historia, y algunos que lo conocen, que es de sangre gitana, de allí tal vez su tez blanca y el color sus ojos.
Según acta de nacimiento su nombre es Manuel Rey, nacido en San Luis capital el 6 de enero de 1949. Por ello el nombre de “rey”. Sus padres adoptivos fueron Audelina Nievas de Ledezma y Conrado Ledezma comisario del pueblo.
De semblante serio, pero de sonrisa contagiosa y ronca, comenta diferentes historias que fueron parte de su vida. Su domicilio anterior era en la esquina de 24 de septiembre y Sarmiento. Un día venía de trabajar del cementerio. Le gustaba hacer fuego, con la idea de poner una pava para el mate… avivó las llamas con unos troncos y ramaje y las llamas alcanzaron el techo… quemó parte de este que era de paja; algunos vecinos se acercaron para apagarlo.
Así vivió un tiempo hasta que la jueza de paz Licet Amieva arbitró los medios para que saliera de ese lugar, dado que vivía casi a la intemperie.
El (intendente) comisionado municipal Gustavo Melián en su gestión le brindó un lugar nuevamente con sus pequeñas comodidades (calle Funes, a metros de Pringles).
Pese a sus singularidades, vive a su manera y tiene un grupo de gente que vela sus cuidados secundariamente. En el haber de su vida habrá sumado infinidades de anécdotas que cada uno de los lectores puede saber. Lo cierto que este hombre es un eslabón más del bello Nogolí.
La palabra de La Toma
Despedimos a don Mario Tello.
Noticia triste, se va un colega difusor de nuestras tradiciones, un defensor de lo propio, un conocedor de lo autóctono, del folclore nacional y de las culturas originarias.
En charlas me comentó de un trabajo en ciernes sobre antecedentes históricos de la Virgen del Rosario del Conlara, de su niñez en esos pagos, de sus familiares originarios de la zona, numerosos y luego diseminados.
Jugoso fue recitar juntos, a Federico Garcia Lorca, citar a Gabo García Márquez, saber de sus dotes de actor, de sus escenarios en la gran capital, de su sensibilidad humana y de vasta cultura.
Oportunamente tuvo su paso y residió tambien en Tilisarao, atendió la concesión de la confitería de la vieja Terminal de Omnibus de este pueblo.
Recuerdo sus recorridas repartiendo su revista por todo el Valle del Conlara, luego su programa en Radio Municipal: “La Palabra de La Toma”.
Honor me brindó de compartir micrófonos junto a su director actual Walter Maurino, ocasión de la foto.
Como nadie desmenuzaba un tema, explicaba su historia, interpretaba su intención, celebraba su existencia, hilvanaba hasta el final para que brotara nuestra cultura.
Se va un maestro, cuánto lamento tu partida amigo querido.
Mis condolencias a la familia, QEPD Mario!!!
Remigio Aimale