Cristian Miguel Rasmussen-11/07/2021
Soy Cristian Miguel Rasmussen, nací el 2 de marzo de 1982 en la ciudad de Río Cuarto, Córdoba. Soy el quinto de siete hermanos, me crie siempre rodeado de ellos, aprendiendo de los más grandes y jugando con los más chicos, pude experimentar todo tipo de situaciones; ya sean propias o las de mis hermanos en todos los ámbitos y circunstancias, algo que se valora mucho al momento de acumular experiencias.
Mi padre, Miguel Ángel, es contador público ya jubilado y además de ejercer la profesión, dedicó, en simultáneo, toda su carrera a la docencia, al igual que mi madre, Graciela, que fue profesora de Biología y desde 1999 nos cuida desde alguna estrella.
Soy Arquitecto, estudié en la Universidad Nacional de Córdoba y desde 2006 empecé a ejercer. Trabajé en un estudio desarrollando proyectos y obras, y algunos años en la docencia en la Universidad de Mendoza, también trabajos de manera particular. Hace algunos años llegué a la provincia y comencé como inspector en el Ministerio de Obras Públicas e Infraestructura, viendo de principio a fin la obra “La Pedrera”, posteriormente estuve a cargo del Programa Obras de Arquitectura, realizando entre otras obras el “Centro Oncológico Provincial”, encomienda que en lo personal significó mucho.
En la actualidad estoy a cargo del Programa Grandes Obras de Arquitectura, en donde tuve la fortuna de poder estar en gran parte de la obra del “Hospital Central Dr. Ramón Carrillo”, un desafío que nos llevó todo el 2020, con sus contratiempos, pero gracias al trabajo en equipo del ministerio y de la administración del gobierno llegamos a concluir algo histórico, que nos llena de orgullo y satisfacción.
Me gusta pasar tiempo con mi familia: Silvia, mi esposa, es arquitecta y es con quien además trabajo, y Allegra es nuestra hija, de casi 2 años. Visitamos a la familia, vamos al campo, caminamos, ando en bicicleta.
Me gustan mucho las herramientas, poder arreglar o instalar lo que sea; desde armar muebles, instalaciones eléctricas, sanitarias, también tocar la guitarra, dibujar, leer, lo que ayude a descubrir algo nuevo. Leí hace poco “El Jugador” de Fiódor Dostoievski, muy interesante y descriptivo, contado por alguien como con “mucha calle” y en lo musical, voy cambiando de manera permanente; pero voy desde lo instrumental (clásico, tango, cubano), hasta la tonada cuyana, que conocí gracias a mi suegro José, también música de todos los tiempos, Spinetta, Charly García, Mercedes Sosa, James Brown, David Bowie, Prince, Queen, Pink Floyd, entre otros.
Tengo la suerte de ser parte de un gran equipo de trabajo en donde todo el tiempo llegan nuevos desafíos, y siempre son con el mismo objetivo, hacer algo que pueda beneficiar a mucha gente, tanto desde el producto en su etapa proyectual, su construcción y su función para el futuro.
Lo interesante es que nacen de ideas generadoras y que se traducen en trazos sobre un papel, y terminan siendo espacios para alojar esperanzas, sueños u oportunidades para el crecimiento de otros.
A lo largo de toda mi vida, tuve la suerte de haber tenido, en cada etapa, personas que significaron y siguen aportando mucho a este camino que se va transitando; desde mis padres, abuelos, hermanos, la familia en San Luis que me recibió de una manera increíble, profesores, amigos, jefes, colegas.
Soy un convencido de que personas importantes hay en todos lados, solo hay que encontrarlas, saber escuchar y aprender. A pesar de que todos y cada uno de ellos siempre están, en la forma que sea, la mayor de las enseñanzas es que todo es posible, lo único que hace falta es creer en lo que haces y trabajar mucho para alcanzarlo, no hay otro camino.
Mis momentos felices son cuando conocí a mi esposa Silvia y el nacimiento de nuestra hija Allegra. Yo tuve la oportunidad de llegar a San Luis de grande, descubrir un lugar único, lleno de bellezas naturales muy cercanas para visitar y una forma de vida muy agradable y contenedora. Más allá del entorno que me tocó, tanto familiar como laboral, San Luis es un lugar muy especial y lindo para vivir, doy gracias a Dios por todo.