Entrevista realizada en el semanario del 12 de julio de 2014

Soy Jorge Fernández, nací  el 10 de julio de 1959 en San Pablo sur, entre San Pablo y Tilisarao, en el campo de mi padre.  Mi padre Jorge Primitivo Fernández tiene 86 años y es nativo de Tilisarao, él y mi abuelo fueron diputados conservadores. Mi madre Ema Martínez. Mis hermanas: Adriana y Graciela.

Tengo en mis recuerdos, una niñez hermosa, jugábamos en la calle, salíamos a las dos de la tarde y volvíamos a la nochecita y los padres sabían que no había peligro. Conservo amigos de esa época, teníamos una ingenuidad absoluta.

Estudié en la entonces escuela pública N° 1 Leopoldo Lugones. En el ’83 me recibí en Santa Fe de Abogado. Volví a Tilisarao a ejercer. En el ’85 me casé con Mónica Ciancio y tuvimos a: José Lisandro, José Manuel y Jorge Federico, todos estudiando en la universidad.

En el ’81 en Santa Fe, comenzamos a organizarnos pidiendo el retorno de la democracia; en nuestro caso, identificados con el justicialismo. No éramos dirigentes pero militábamos y participábamos de la Multisectorial. Ya en Tilisarao, Me afilié al justicialismo, construimos una agrupación que llamamos Línea Verde para disputar la interna, fuimos de candidatos a concejales y ganamos. Representamos una revolución política local con Don Rolando Ochoa como intendente.

Mi trayectoria en política tiene varios pasajes, he sido: concejal de Tilisarao, Subsecretario de Gobierno y Culto del doctor Adolfo Rodríguez Saá, Secretario General de Gobernación,  Secretario Legislativo y Administrativo del Senado convocado por Mario Bartolucci -uno de los dirigentes más importantes que ha tenido el Departamento Chacabuco-, Ministro de Progreso convocado en 2006 por Alberto Rodríguez Saá; ministro de Obra Pública; en 2007 integré la lista como suplente del don Mario (Bartolucci) que debió asumir como Senador Nacional quedando yo como Senador Provincial. Desde el 2011 ejerzo el cargo de Senador Provincial por el Departamento Chacabuco.

Fui intendente entre 1999 y el 2007. Es la gestión que más satisfacciones me ha dado. Realizamos muchas obras y acciones de transformación e innovación. Fuimos la primera  y única Municipalidad que certificó Calidad de los servicios a través de las normas ISO, contaban con un procedimiento que debía cumplirse. Todos los esfuerzos siempre buscaban transparencia.

Creo en la política como herramienta de transformación de realidades. Muchas veces la política ha sido devaluada, pero la siento como “una vocación que implica servir, no servirse de la política”. Mi señora hace 20 años que trabaja en una fábrica a la que va todos los días en bicicleta. Ambos consideramos que ése es el camino y con estos gestos vivimos hace 54 años en Tilisarao.  Me enseñaron y aprendí de Perón que en el justicialismo se conduce, (apasionado). Quien esté en desacuerdo tiene oportunidad de presentarse a una interna. Si la militancia es paga se desnaturaliza. No puede ser que alguien milite en función del cargo que le van a dar, porque ahí se está sirviendo de la política.

El Gobierno Nacional revaloriza a Eva y oculta a Perón, no es casual, por aquellos imberbes que corrió de la plaza y que hoy se identificarían como La Cámpora. Es un error conceptual tremendo. Si hay un conductor, estratega y formador político fue Perón y Eva su ejecutora ciega.

Ha habido en San Luis un claro norte de identificación, desde lo administrativo a lo político con objetivos claros. La política es síntesis de la gestión. Si se hace un plan hay que definirlo desde nuestros postulados ideológicos: como producción, trabajo… Hay que saber explicarlo con contenido político, sino sólo haces una administración burocrática. Tanto Adolfo como Alberto en cada decisión explicaban el por qué. Por qué las viviendas, las autopistas, los diques y no tenían miedo de copiar lo que estaba bien hecho de otros lados.

El futuro tiene sentido si los jóvenes conocen su historia, así van a cuidar y defender lo hecho.  ¿A quién se le ocurriría gastar más en gastos corrientes que en inversión de capital? A nadie ya está internalizado y avalado por leyes.

Mi refugio es la familia, pero los preservo de mis problemas. Adoro leer, lo hago permanentemente. Leo también noticias de Internet.

Comparto con mi padre el gusto por la pesca, nos subimos a un bote y nos vamos al medio del dique, a veces acampamos. Compartir ese espacio con mi padre y mi hijo, escuchar las charlas entre ellos, no tiene precio. Él es un gran lector de política e historia, con un montón de anécdotas.

Soy un hombre común, un abogado discreto muy malo para cobrar, (ríe), apasionado por aquello en lo que me comprometo. Disfruto de mis amigos y me emociono hasta las lágrimas fácilmente.