EL ENCARECIMIENTO DE LAS MUJERES
Domingo 19 de diciembre de 1920
El reverendo Herbert Cope, representante de las misiones bautistas en Haka, manifiesta que en Barma el precio de las mujeres ha crecido tan considerablemente que los enamorados han abierto campaña para conseguir, de sus posibles suegros, condiciones más cómodas del precio de sus hijas.
Según es sabido, en Barma como en otros lugares de la India, el hombre que desea casarse necesita pagar al padre de la mujer que escoge una cantidad de dinero no como el precio sino como compensación del trabajo que deja de realizar para él.
Este año, dice el sacerdote, sobrevino un conflicto como resultado de las discusiones sobre si la venta de las hijas debía ser suprimida. La costumbre había llegado ya al abuso.
Los padres van cada año pidiendo más y más precio por sus hijas. Los enamorados pretendientes que prometían lo que se les pidiera, con tal de conseguir a la muchacha y tenían después que trabajar años para liquidar su deuda.
Vivían por otra parte bajo la continua amenaza de no incurrir en el desagrado de su suegro y de pagarle puntualmente, pues, de otra manera, estaban en peligro de que él conforme al derecho que le deja una cláusula de “retroventa” pudiera quitarle su hija para revendérsela a otro hombre que se la pagará mejor.
Se hace campaña entre los naturales de Barma para suprimir este tráfico primitivo, aunque, por ahora, la agitación de parte de los hombres parece dirigirse únicamente a conseguir “una reducción de precio”.