Sofía Elizabeth Bosin- 21/03/2021
Mi nombre es Sofía Elizabeth Bosin, nací el 29 de junio de 1999 en la localidad de Merlo, San Luis. Mi niñez fue muy linda y muy diferente a la vez con la que se vive en la actualidad. Me recibí el año pasado de profesora en Educación Física, y trabajo para el gobierno, soy Coordinadora de la Región Norte de San Luis Solidario, además soy bombera voluntaria de la Localidad de Merlo.
En marzo cumplo diez años desde mi ingreso, que se dio a través de mi papá. Cuando mi padre y mi madre se separaron, mi papá comenzó a venir al cuartel, recuerdo una noche que llegó una unidad que habían comprado, yo le dije que quería ser bombera y él me ayudó a ingresar. Mi padre en la actualidad sigue perteneciendo al Cuerpo Activo de Bomberos Voluntarios de Merlo, pero desde otra localidad.
Si tuviera que describirme, me destaco como una persona ordenada cronológicamente, porque siento la necesidad de armarme y decir qué días haré ciertas cosas, por eso siento la necesidad de armar mi agenda.
Los días lunes, miércoles y viernes cumplo mi horario laboral de 9 de la mañana a 17 horas, luego voy al gimnasio y finalmente a casa. En cambio los días martes y jueves en el mismo horario, de nueve a diecisiete, doy clases y luego me quedo en el cuartel cumpliendo la guardia y todo lo relacionado a la capacitación. Por esos motivos siempre digo que el cuartel de bomberos fue mi casa, mi cuna y hoy es mi hogar, me ha formado tanto personalmente como profesionalmente.
Como hobby me gusta jugar mucho al fútbol, pertenezco al equipo femenino del Club San Martín de Merlo.
Estoy leyendo un libro llamado «Rota se camina igual» de Lorena Pronsky, se trata de varias anécdotas entre otras cosas. Me gusta escuchar música todo el tiempo, apenas me despierto pongo música, lo hago también mientras limpio, me gusta escuchar de todo, no tengo un género en especial. Mi manera o forma de enfrentar la vida creo que ha cambiado mucho en este tiempo, por diferentes hechos que he transitado. Fui construyendo mi personalidad y formando la manera de enfrentar los hechos, creo y pienso muchas veces que me defiendo o me presento de forma tranquila y siempre trato de pensar antes de realizar una acción, de hablar, o hacer lo que sea.
Uno de los obstáculos que he superado fue la separación de mis padres, que me marcó mucho en la infancia y creo que fue una de las más difíciles. Momentos felices e inolvidables tengo muchos y destacados, uno para cada momento, para el cuartel y para mi familia, tengo varios, no es que tenga uno en particular.
Tengo varios objetivos y/o metas por cumplir, estoy trabajando en ello. Si tengo tiempo o puedo ir variando, hago una salida al arroyo o a hacer alguna compra. Con respecto a San Luis, siento que aporto dentro de lo ambiental y en la seguridad, lo hago desde el mismo momento en que ingresé diez años atrás como cadete, hace tres años que comencé a salir a las intervenciones, si tengo que elegir prefiero trabajar en los incendios forestales. En el cuartel no se diferencia hombre o mujer, todos vamos a la par, por ejemplo trabajamos con los elementos de zapa: hacha, machetes, palas, rastrillos, nuestros compañeros nunca nos excluyeron, al contrario, nos alientan a seguir siempre cuando pensamos que no podemos más, nos enseñaron las tareas con los motores por ejemplo.
Somos entre quince y veinte mujeres en el cuartel y gracias a la sociedad tenemos las instalaciones aptas para que estemos cómodas dentro de nuestro cuartel, y todo lo necesario para nosotras como baños, cofres, y los elementos que requerimos. Lo veo en el tema de las intervenciones y me parece que funciona todo muy bien, hoy lo hago desde la coordinación y no tanto como brigadista, menos en contacto con el fuego digamos, sino un poco más desde afuera coordinando con personal de otras instituciones o haciendo logística, creo que me va a costar mucho porque soy activa en ese sentido, es algo totalmente nuevo para mí estar al frente de la coordinación de San Luis Solidario en esta zona de nuestra provincia , es una nueva experiencia y un desafío para superar.
Un agradecimiento especial por la fotografía de esta nota a Natalia Brignone.