24 de marzo
Por Alejandra Etcheverry
Una marcha se asoma en el silencio, una plaza que nos cuenta de su historia, miles de voces ahogadas van gimiendo, pañuelos blancos que custodian la memoria. Los ojos del horror son desatados las botas pisotean lo vivido. De los hijos que fueron masacrados, Madres que son memoria, nunca olvido. Hay un país de mujeres que caminan una patria sin rostro que quedó velada. Miles de ojos que no están y que nos miran, clandestinas lenguas que nos fueron cortadas. Sus voces ausentes no se callarán jamás la Historia repite:“ NUNCA MÁS, NUNCA MÁS”.