Mi nombre es Luciano Gustavo Grangetto. Nací en San Luis Capital, el 6 de junio de 1986. Mis padres son: Gustavo Grangetto, de Río Cuarto, y Rossana Battaglia de la ciudad de Bell Ville, Córdoba. Tengo 3 hermanos, uno mellizo, Emiliano, y dos hermanas, Agustina y Guillermina. Hoy vivo junto a mi pareja Magalí en nuestra familia ensamblada, junto a su hijo Ignacio y Benicio, el hijo que tuvimos juntos.

Mis primeros recuerdos son, por un lado mi antigua casa familiar, en 9 de julio y Chacabuco, jugábamos con los chicos de la cuadra, la casa de mi abuela sobre calle Maipú y las largas noches en los monoblocks de mis abuelos maternos por Avenida Lafinur. Gran parte de mi experiencia de niño era en el centro, donde vivía. Hice jardín y secundaria en el Colegio Santo Tomás de Aquino. Mis amigos y compañeros de escuela eran Emiliano Fernández, Sebastián Páez Segalá, Luciano Mankoc, Matías Chada, entre otros, pero ellos más porque íbamos a la misma escuela y vivíamos cerca.

Al ser una familia con muchos hermanos nos entreteníamos con la tele y con la música. A los 8 años mi padre se compró un equipo de música que venía con la última moda, los CD, y para probarlo compró Grandes Éxitos de Queen II, algo que tanto mi hermano como yo desconocíamos, más allá de alguna vez haber escuchado en las radios.

Así descubrimos cómo colocar el CD con cuidado para que no se raye, esa escucha se convirtió en una experiencia electrizante, un hormigueo que me recorría todo el cuerpo y no podía explicar a qué se debía, ese fue el punto principal, luego de eso con el pasar de los años gracias a mis primos, Sebastián, y Diego y Rodrigo Testa, empecé a escuchar The Police, y sobre todo a Andrés Calamaro y Los Rodríguez.  Distinguía los instrumentos, las melodías, los cambios armónicos, etc. Empecé a tocar la guitarra, seguramente porque la viola de Brian May de Queen fue lo que más llamo mi atención.

Terminada la secundaria yo solo tocaba con amigos, Facundo Castresana, Sebastián Testa, Emanuel Lorenzo y Emiliano, mi hermano. Viajo a Córdoba para estudiar Administración de Empresas, creía poco probable que mi familia pagara estudios en Córdoba para «hacer música», cosa que finalmente ocurrió pero porque mis padres no tuvieron alternativa, los números y las cuentas no eran lo mío. Junto a algunos amigos de San Luis comencé con mis primeras bandas, de covers la mayoría en bares y pubs de «Nueva Córdoba», corría el año 2004.

Conocí  a Lucas Decall  él fue, y es menester agradecer, quien finalmente, como diría él: «te saqué la papa del oído». Escalas, acordes, estilos, Lucas hijo del famoso Cantante de Pasaporte, Alan Decall, compartió todos sus conocimientos, tanto conmigo como con mi hermano, y los tres, junto a mi primo Sebastián comenzamos con una banda de covers, para casamientos y demás, les pedíamos una lista al matrimonio con 10 temas que querían.

Hay una suma de hechos que marcaron mi vida. Vivía en Córdoba, trabajaba de mozo en un bar y en casa tocábamos todo el tiempo que se pudiese, hacíamos algún dinero con la banda, estaba haciendo lo que me gustaba.

Luego la cosa cambió de a poco, Lucas tuvo que volver a San Luis, Sebastián se estaba por recibir en la facultad y era difícil conseguir músicos cerca de casa, integré algunas bandas pero ensayar dos veces por semana y tomarme dos colectivos con la guitarra a cuestas era mucho, y poco para mí.

En 2011 regresé a San Luis, al poco tiempo ingresé en La Yugular, un tributo a Patricio Rey y sus redonditos de ricota.  De hecho, hoy hace 10 años que La Yugular es una de las bandas más reconocidas y convocantes de la escena puntana y de cuyo.

Por último integro hace 8 años la Banda Nafta de Avión, que también ha sido reconocida, teloneando a varias bandas nacionales y participando de varios certámenes a nivel nacional.

Me definiría como alguien constante y apasionado, si algo me gusta le doy para adelante.

Lo que más me mueve es el arte visual y musical, poder explorar nuevos conocimientos y crear música más allá de lo establecido, el mundo capitalista actual y su modelo de acumulación es lo que más me apena y me mueve, ya que la mayoría de los artistas nos movemos más por pasión, que por dinero.

En música me gusta mucho el rock, el alternativo y lo sintetizado. En lecturas me gusta mucho Asimov y Ray Bradbury, dos genios de la ciencia ficción.

Últimamente disfruto del tiempo libre con mi hijo y mi familia, más que todo por una cuestión de pandemia, en el lado musical hicimos varios videos y shows vía streaming, pero los shows en vivo se extrañan mucho.

Una de las cosas que siempre me decían mis padres es que cuando uno empieza una cosa lo mejor es terminarla, y si uno cree que lo que está haciendo le hace bien a uno, ese es el camino.

La amistad cuando es sincera se disfruta, por nuestra vida pasan muchas amistades que acompañan, algunos para siempre y otros en ciertos momentos, lo importante es confiar y siempre ser honesto con nuestros amigos.