Reportajes

Carla Virginia Nerea Cuello-23/05/2021

Soy Carla Virginia Nerea Cuello, nací el 21 de febrero de 1991 en Villa Mercedes. Viví hasta mis 18 años en el Barrio 828 viviendas. Una infancia humilde pero muy linda, siempre abocada al arte porque desde los cuatro años me gustó bailar, empecé con danza clásica, después formé parte de un grupo municipal que se llamaba “Gotitas del Ritmo” pasando por todos los ritmos.

Estudié en la escuela del barrio que era de Arte, Comunicación y Diseño. Por el lado de mi familia mi abuelo tocaba muy bien la guitarra, al igual que mi papá y mi hermano, que es conocido en la provincia como cantante del grupo “La Fiesta”. Terminé la secundaria en el Colegio Antonio Berni N° 20, luego empecé el profesorado de música en el I.F.D.C., hice el primer año, después tomé la decisión de ser madre y me fui a vivir a Concarán, luego a Naschel, donde encontré trabajo en una pañalera, allí estuve seis años. Actualmente soy profesora de ritmos latinos, hice de todo, también programas de radio.

Doy clases en el Club de Naschel, clases de salsa, bachata, merengue, cha cha cha, tengo 25 alumnos de todas las edades. Durante la pandemia intenté hacer clases virtuales, empezamos, pero es muy difícil hacer ejercicios en la casa y organizarse con los tiempos, luego volvimos a la presencialidad y ahora nuevamente esperando que podamos volver a vernos en clase.

Siempre me gustó cantar, acompañé a mi hermano aun antes de dedicarse a la música plenamente. Cuando entré al profesorado de música y al coro me di cuenta de que yo podía cantar.

También a los trece años formé parte de las Cien Guitarras Mercedinas, donde estuve un tiempo, pero no podía ensayar de noche, porque tenía que ir al colegio temprano al otro día. Grababa en un pequeño estudio de mi hermano, me iba puliendo de esa forma, también tomaba algunas clases, muchos amigos del ambiente que me han dado una mano, siempre con el apoyo de mi familia.

La experiencia de grabar en La Casa de la Música me llena de expectativas, no me lo imaginé nunca, me inscribí pensando en que no me iban a llamar, porque hay muy buenos artistas en la provincia, cuando me llamaron para la audición me sorprendió muchísimo, después vino la duda si presentarme o no, tenía poca fe en mí.

Me dijeron palabras muy lindas, cuando me confirmaron que iba a grabar no lo podía creer, grabar en un lugar de tanto renombre es un orgullo para mí, me dan ganas de seguir y significa que voy por buen camino. Decidí interpretar un tema lento y uno más rítmico para que vean mis dos vetas, ya que no tengo un estilo definido.

Un amigo de Merlo, que es un gran músico es quien me hace las pistas, tiene un estudio de grabación y me ayuda a distancia. Estaría bueno presentarnos con la banda, pero con la pandemia es imposible. Fui la primera en audicionar y tenía que romper el hielo, tenían que probar sonido conmigo. Fue muy linda la experiencia, también estamos hablando de otros proyectos más allá de grabar dos temas, lo que me pone muy contenta.

Sé que es una gran oportunidad que se hayan fijado en mí y no tengo palabras para describir lo que me está pasando. Mi familia está muy contenta, me apoyan en todo, mi hermano me guía, y mi familia como que está acostumbrada al ambiente me impulsaron a que me presentara sin dudarlo, cuando yo lo estaba pensando (se ríe).

Tengo treinta años, y es la prueba de que no está todo dicho en la vida, he tenido otras oportunidades en cuanto a la música, pero en ese momento tenía que priorizar otras cosas, hoy se me vuelve a dar gracias a Dios, y lo puedo aprovechar.

Mi familia está compuesta por mi esposo Maximiliano López y mis dos hijos: Julián de 11 años y Valentino que va a cumplir 3 años. Mis papás, Edith y Jerónimo viven a una cuadra de mi casa, así que siempre están en mi círculo habitual de todos los días.

Me defino como una mujer luchadora, la música ha intervenido en mí para mejorar, cuando a los diez años me hicieron una operación de estiramiento de fémur, estuve un año sin poder caminar, mi motivo de lucha fue para seguir bailando y lo logré.

Hay que trabajar para lograr lo que se quiere, nada viene de arriba, eso es lo que le digo a mis hijos, hoy puedo empezar a cumplir un sueño y también les sirve de ejemplo a ellos, seguir luchando por lo que me gusta.